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25 de enero de 2014

Banu Qasi. La hora del Califa

Hace ya algunos días que finalicé la lectura de la última entrega de la trilogía de los Banu Qasi. La verdad es que desde el inicio me ví subyugado de nuevo con las venturas, en este caso las desventuras de la familia muladí de la ribera del Ebro. En Banu Qasi La hora del Califa, Carlos Aurensanz nos narra magistralmente la decadencia del clan de los Qasi que defiende con uñas y dientes, como gato panza arriba, su más preciado tesoro, la ciudad de Tudela, de los envites de Sancho Garcés I, el rey de Pamplona, asociado con Ordoño II el monarca de León.


Pero sobre todo, en esta última novela, nos narra la irrupción en la ciudad de Córdoba del joven Abd Al Rahman III, un emir excepcional, que logra doblegar y unir a todos los musulmanes, y convertir esa ciudad en la más importante de occidente. A su regreso de la a'saifa en la que ha hecho huir a Sancho y ha arrasado Pamplona, se lleva consigo a Musa, último caudillo de los Banu Qasi, tras dejar al mando de la ciudad de Tudela a los rivales más encarnizados del clan. 

Toda la historia se sitúa en los albores del siglo X en que la Península se encuentra dividida entre los reinos cristianos del norte y el emirato de Córdoba en el sur. La novela mantiene el rigor histórico característico de Carlos Aurensanz y en ella se utilizan los documentos para construir un relato que nos transporta a otras épocas, manteniendo el interés del lector del principio al fin. 

Tiene su lectura una cierta dificultad causada por los nombres árabes de los personajes, tan semejantes entre sí, pero su situación en el tiempo y lugar los hace reconocibles. El uso de la toponimia árabe no causa muchos problemas ya que son fácilmente identificables. Nombres como Qurtuba (Córdoba), Saraqusta (Zaragoza), Malaqa (Málaga), Tutila (Tudela), Bambaluna (Pamplona), Ishbiliya (Sevilla) o Tulaytula (Toledo) no ofrecen mayores dificultades una vez asentado en la lectura. Al leer Uadi al Kabir, Uadi Anna, Uadi Ibru, Uadi Duwiru o Uadi Tadjo, por ejemplo, todos reconocemos los ríos de que se trata. No obstante, además de una extensa bibliografía, incluye un glosario de palabras árabes, otro glosario toponímico y un Dramatis personae que resuelven cualquier duda que se pueda suscitar. 


A lo largo de las tres partes de que consta la trilogía hemos ido asistiendo a la transformación de las alianzas de las diversas familias y reinos. Cómo la religión y la política han ido arrinconando los lazos de sangre hasta hacerlos inútiles, haciendo que los familiares se enfrenten entre sí. Sancho Garcés I no duda en combatir encarnizadamente a sus parientes los Banu Qasi, y Abd al Rahman III, nieto de Onneca, cuya hija Toda es la esposa de Sancho, no tiene ningún escrúpulo en en arrasar su reino. Los dos en nombre de sus respectivos Dioses. Son muy significativas las palabras que Onneca Fortúnez dirige a la reina Toda Aznárez, esposa de Sancho Garcés I, con motivo del inminente cerco de Pamplona por su nieto Abd al Rahman III:

"Piénsalo, Toda. Cuando yo nací vivía aún mi bisabuelo, Enneco Arista, cuya sangre corre por tus venas, ¡y por las de tu esposo Sancho! Su madre llevaba mi mismo nombre, Onneca, y tras la muerte de su esposo casó con el caudillo muladí del Ebro, Musa ibn Fortún. Su hijo, Musa ibn Musa, era hermano de Enneco Arista y juntos lucharon contra nuestros enemigos comunes. ¿Lo comprendes, Toda? Enneco luchaba por su fe, Musa por la suya, pero el lazo de sangre demostró ser más fuerte que el del credo. Juntos , hombro con hombro, supieron defender a sus pueblos de la ambición de los francos y de la prepotencia de Qurtuba, y a su cooperación debe Sancho el trono que ocupa. ¿Por qué no podría volver a ser de la misma manera? ¿Por qué no acabar con la lucha que se prolonga desde hace diez generaciones?"  

He comprobado fehacientemente que el autor, da cumplida respuesta a todas y cada una de las cuestiones que planteó en la presentación de la obra a la que, en su momento asistí: la relación que unía a la reina Toda con el Califa, el por qué un hombre rubio con sangre vascona llegó a gobernar Al Ándalus, cual fue el motivo por el que Abderramán III sucedió en el trono a su abuelo, o que solamente Lucena surtía de eunucos a los harenes y la causa por la que numerosos emires tenían la condición de sietemesinos.

El tudelano Carlos Aurensanz publicó en el año 2009 la primera de las novelas que componen esta trilogía y ahora culmina con ésta una saga apasionante que ha mantenido el interés de los lectores, y durante estos cuatro años se ha granjeado la admiración y la fidelidad incondicional de numerosos seguidores.

Recomiendo encarecidamente su lectura a los amantes de la novela histórica, a pesar de que el género está lo suficientemente saturado, porque relata hechos de una época fascinante y porque estoy seguro de que disfrutarán y no se verán defraudados. 

6 comentarios:

  1. ¡Ay va, pero si ya lo habías hecho. Gracias Felipe, por darnos a conocer esta vasta obra.
    Un abrazo.

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    1. Me pareció oportuno no publicarlo antes en el mío, por eso he esperado mi turno para hacerlo en los dos a un mismo tiempo. Fuerte abrazo

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  2. Tendré que animarme con esta trilogía, que me gustan mucho generalmente las novelas ambientadas en este período.
    Besotes!!!

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    1. Si te gusta la novela histórica, no te pierdas esta trilogía, por cierto, muy bien documentada. Un abrazo

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  3. Pues habrá que leerlo, no? Anotado queda.
    Abrazo!

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  4. Parece interesante.
    La verdad es que es un período sobre el que no he leído prácticamente nada, creo que estaría bien para empezar =)

    Besotes

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