27 de julio de 2014

EL CHICO DE LA CHAQUETA ROJA - Alena Collar




El chico de la chaqueta roja, de Alena Collar, es una buena novela, de esas que casi no se escriben.
Y ahora les cuento por qué.
No es una novela al uso. Es un juego, un juego de espejos en el que el lector es cómplice del escritor que, a su vez, es cómplice de su propia vida.
Es una historia que contiene varias historias. La del escritor en sí mismo, como persona. La del escritor como personaje de su escritura y la de los recuerdos que cautivan.
Es un juego metaliterario del lector con el escritor, o cómo conducir al lector hasta donde ni siquiera el mismo escritor sabe cómo llegar.
Alena Collar incita al lector a través de este juego de espejos a seguir adelante, a descubrir los misterios que encierra la historia.
Una de las cosas que más me han gustado de esta novela son los personajes: sencillos, entrañables. O los recuerdos que el escritor necesita recuperar, convertidos en tiburones y metáforas, que se le habían perdido. Por esa razón se encierra en un pueblo con el afán de que su memoria le vuelva a hablar y le cuente. Su memoria, su olfato o su vista.
De lo mejor que se puede encontrar son las metáforas de Alena. El lenguaje poético, sin resultar cursi jamás, sin recurrir a lo trillado, a los lugares comunes de los que nos dicen a los que escribimos que hay que huir. A ella no le hace falta que se lo recomienden.
En la novela se intuye una crítica hacia la pasividad en la escritura de los relatos, hacia esos novelones del mil páginas en las que lo único que sucede es una retahíla de palabras sin fondo alguno. A través de su conocimiento de los escritores y poetas de todas las épocas, Alena Collar, a través de su protagonista, va hilvanando patadas en la espinilla a todo lo que se mueve. Genio y figura. A mí me han divertido mucho, la verdad.
De paso, mientras Carlos escribe, Alena Collar nos va mostrando cómo se realiza el proceso de escritura de una novela. Cómo escribimos mentalmente las situaciones que vamos viviendo y que trasladamos, sin darnos cuenta, a la historia que fluye dentro de nuestra cabeza.
¿Alguna pega o todo es perfecto? Ninguna novela lo es, faltaría más. En algunos momentos, siempre desde mi punto de vista, la falta de acotación en el diálogo para diferenciarlo del pensamiento de Carlos, el escritor protagonista. Pero tampoco es malo, no crean.
Otro punto destacable es el oficio de Alena Collar. Se nota, se lee y te sorprende.
El chico de la chaqueta roja es una novela que necesita tranquilidad para su lectura. Dejarse llevar hasta convertirse en el mismo escritor.


Como dice la contraportada del libro, El chico de la chaqueta roja es la metáfora de lo que ocultamos.

Autora de dos libros: La Casa de Alena (Alternativa Editorial Galicia 2003) y Teatrerías (Alternativa Editorial 2005), y de textos publicados en diversas Antologías Colectivas del grupo Sensibilidades (Alternativa Editorial entre 2002-2005). Además tiene publicados seis inencontrables poemas en la Editorial CLA de Bilbao allá por 1980...
En esa primera etapa universitaria fue finalista del Premio Clarín otorgado por la Facultad de Ciencias de la Información con el relato: “Ítaca”, publicado por la Universidad en 1983. Co-creadora de la Revista Universitaria “505” de efímera vida y fugaz tránsito... y, así mismo, colaboradora en distintos diarios madrileños de información: Informaciones, La Tarde, y Derby Digest.

Y publicada por la editorial Talentura Libros el magnífico libro de relatos Estampaciones.


Editorial Baile del Sol- El chico de la chaqueta roja

18 de julio de 2014

El sari rojo




Autor: Javier Moro Lapierre, escritor español, nacido en Madrid el 11 de Febrero de 1955, hijo de padre español Julio Moro y madre francesa Bernardette Lapierre. Hizo su bachillerato en el liceo francés de Madrid, desde joven viajó con su padre ejecutivo de TWA, a países de África, Asia y América, que fueron los mejores recuerdos de infancia dejando huellas que aparecen en sus libros.
De 1973 a 1978 estudia Historia y Antropología en la Universidad. Colaborador de medios de prensa extranjeros y nacionales, ha trabajado con Dominique Lapierre del que es su sobrino.


COMENTARIO:

Una novela es la creación en la mente del escritor y cuando los personajes son reales, con datos históricos que nos hacen conocer otros países, el interés de buscar más datos es muy grande, son mis temas preferidos, los llamo historia novelada, he leído varios libros del autor siempre fascinada por conocer más del país que nos describe.
Sonia Maino una estudiante italiana de 19 años se enamora de Rajiv Gandhi se casa y decide vivir en la India. Rajiv es hijo de Indira Gandhi la hija de Nehru. El Sari Rojo fue tejido por Nehru preso en la cárcel para el matrimonio de su hija Indira. quien le dio el Sari a Sonia para su matrimonio con su hijo, que fue el gran amor de su vida. 
Lo que me sorprende es que esta familia que luchó por la independencia mueren asesinados, Sonia teme por sus hijos pero se ve envuelta en la política que no le gusta y por deber la fuerzan aceptar puestos.
Los ritos de cremación de cadáveres son impresionantes, el hijo tiene que encender el fuego, el sistema  de castas, las distintas religiones que traen luchas, siendo los mas afectados los más pobres. Un país que tiene millones con pobreza extrema y que Indira y Sonia querían solucionar acercándose y preguntando sus necesidades. Las luchas entre musulmanes con los Hindú en que mueren miles pienso que es uno de los motivos que Rajiv y Sonia querían una nación laica con igualdad de religiones y sin castas.
Un detalle que me gustó cuando Rajiv y Sonia a pesar que les da pena separase de su hijo deciden mandarlo estudiar, Nehru dice : "Separarse de su hijo por muy doloroso que fuese, es una experiencia que ayudaría al niño a crecer a ser  más fuerte e independiente".     

10 de julio de 2014

Pájaro, vértigo

INTRODUCCIÓN

Todas las épocas de nuestras vidas, se ven influenciadas por lo que nos rodea, las experiencias que vivimos en relación con los demás y, por lo que leemos.

Durante los últimos meses, he leído pocas novelas -creo que han sido 2-, pocos ensayos -otros 2- y mucha poesía. 

Me recuerdo de adolescente, cuando siempre llevaba conmigo una edición barata de Campos de Castilla o El rayo que no cesa o 20 poemas de amor...Obras que me ayudaron a crearme el espacio suficiente en el que extender mis pequeñas alas, siempre con los versos de "No te detengas" de Wilkman bailando en mi mente:

"No dejes que termine el día sin haber crecido un poco
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños."

Quiero con esto decir, que la poesía me ha acompañado desde siempre, amo las novelas que me hacen vivir mil y una aventuras, pero la poesía ha vuelto a pisar fuerte en mi vida, hasta el punto de que me valgo de ella como medio por el que expresarme (cuidado! que nadie se asuste, ni muchísimo menos estoy haciéndome pasar por quien no soy. Entiéndase "expresarme" como una imagen de texto que sueña con ser algún día verso). Lo único cierto de todo ello, es que la poesía en estos momentos, me está haciendo por fin, volar.

Y vuelvo a los versos de Wilkman:

"No dejes de creer que las palabras y las poesías
si pueden cambiar el mundo."

Por todo ello y porque la vida es quien nos mueve como si estuviéramos en una noria, es por  lo que he vuelto a los poetas para descubrir que la poesía sigue existiendo en nuestros días, de que son muchos los poetas vivos: 

"Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros -poetas muertos-,
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los -poetas vivos-"


POETA VIVA

Si, he descubierto a muchos poetas vivos, sobretodo, mujeres que no cesan, que son rayo, y vuelan sobre el asfalto de las ciudades más urbanas de nuestros días. Mujeres que luchan por lo que sueñan, por una sociedad mejor, más humana, más social...

Entre estas "poetas vivas", ando buscando mis alas para realizarme un injerto que me ayude a practicar los vuelos que dejé sin volar en la mocedades de mi edad.

Y de ellas, os presento hoy a Lilián Pallares, una poeta colombiana joven, muy joven, pero que ha experimentado grandes vuelos desde aquél día que soñó con otra realidad distinta a la que vivía y extendió unas alas  nacidas de palabras que volaban por su mente. Ésas alas, la ayudaron a cruzar el Atlántico persiguiendo las estelas del mar. Ésas alas se hicieron enormes, y aún con vértigo, nos ayudan a otros a volar.

Con "Pájaro, Vértigo", el poemario que recíen acaba de publicar Liliana, nos adentramos en su yo más íntimo y personal. Nos deja entrever las raices donde unas alas comenzaron a hacerse hueco en su espalda:

"En secreto una voz que no es la mía me dice:
-no le temas al vuelo, no le temas-"
"El sueño del árbol" -Lilián Pallares


Imagen de la presentación de "Pájaro Vértigo" el pasado 24-Junio en la Casa de América de Madrid

En esta obra, Lilián nos habla de ésas raíces que la marcaron:

"Soy la hija mayor de dos niños de corazón ciego,
dos temerarios que hurgaban en la llaga (...)"

Nos habla de los sueños que se apoderan de ella en noches de insomnio:

"(...)Las miro con la ingenuidad del niño que pide un deseo
y las pompas vuelan hasta explotar en la nada,
ante mis ojos."

Nos habla de las desolaciones del alma cuando el vértigo les impide volar:

"El reloj de pared abandona el tiempo, 
como quien se cansa de soportar el peso de la mentira.
El horizonte es un recuerdo que yace en los escombros"

De sentimientos a flor a piel:

"Hay una enorme quietud en los bordes del mundo,
una impertinente melancolía tras la cerradura"

Por versos como éstos, os animo a que voléis sin vértigo. El verano, las vacaciones...quizás sea un buen momento para subirnos a las alas de los/las poetas vivos/vivas y volar....


Lilián Pallares con su poemario "Pájaro, Vértigo"

Lilián Pallares, escritora, guionista, productora audiovisual y cultural; ha publicado el libro de crónicas y relatos de calle "Ciudad Sonámbula" y el poemario-disco "Voces Mudas", además de haber participado en diversas antologías y revistas literarias tanto en España como en Latinoamérica.


Ha sido seleccionada por About.com, New York, 2011, entre los diez mejores escritores jóvenes de Latinoamércia.




1 de julio de 2014

Suite francesa, Irene Némirovsky

"La muerte planeaba en el cielo y, de pronto, se precipitaba, se lanzaba en picado desde las alturas con las alas desplegadas y el pico de acero dirigido hacia aquella larga y temblorosa hilera de insectos negros que se arrastraba por la carretera."
Este era un libro que tenía pendiente desde hacía años y que me ha encantado, a pesar de se trata de una obra inacabada, ya que su autora solo pudo escribir dos de las cinco partes que tenía planeadas: el nazismo y Auschwitz se lo impidieron. De hecho, la historia de esta novela, guardada por sus hijas durante años, merece una novela aparte. 
"Ambos seguían teniendo un inmenso deseo de ser felices; tal vez porque se habían querido mucho, habían aprendido a vivir al día, a olvidarse voluntariamente del mañana".
El tema principal de la obra es la ocupación alemana del territorio francés durante la Segunda Guerra Mundial: la primera parte corresponde a la huida masiva de los parisinos ante la inminente entrada del ejército alemán y la segunda trata de la convivencia entre los dos bandos en un pequeño pueblecito. Me ha gustado mucho la primera porque se van entremezclando las historias de diferentes personajes ante un acontecimiento común pero la segunda me ha llamado más la atención ya que plantea el problema moral de los ocupados: terminar aceptando al enemigo, movidos por la convivencia, a pesar de que sus familiares han muerto o siguen prisioneros. 
Es una verdadera lástima no poder contar con la obra completa, pues parece ser que los personajes irían encontrándose y coincidiendo a lo largo de las siguientes páginas. 
"Quieren hacernos creer que vivimos en una época comunitaria en la que el individuo debe perecer para que la sociedad viva, y no queremos ver que es la sociedad la que perece para que vivan los tiranos".