23 de abril de 2022

Matteo Barbato.- REMOTAS CERCANÍAS



PEQUEÑA BIOGRAFÍA DEL AUTOR

Hijo de una familia humilde y de una ciudad bimilenaria, Matteo Barbato (Nápoles, 1973) estudió Sociología antes de enamorarse de Madrid y de su gente.

Actualmente es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España (UNEE), de Escritores en Red (EnR), de la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE) y de la tertulia literaria presidida por el poeta y divulgador cultural Enrique Gracia Trinidad.

Ha publicado tres libros hasta la fecha: Recuerdos, amores y sueños, Mis versos, tu nombre y Remotas cercanías (Ed. Cuadernos del laberinto, 2020). Ha colaborado con las revistas Crátera, Revista de Crítica y Poesía Contemporánea y Proverso, con cafés literarios y programas radiofónicos. Parte de su obra ha sido incluida en algunas antologías, como la de Laberinto breve de la imaginación (Ed. Cuadernos del laberinto, 2021) que reúne a los mejores autores de la literatura hispanohablante.

Fue premiado en mayo 2020 con el primer premio del concurso internacional de poesía “María Eloísa García Lorca”.

Su último libro publicado es "Remotas cercanías" (Editorial Cuadernos del Laberinto, 2020)

Y  de este libro vamos a hablar.

Remotas cercanías.-Matteo Barbato

1.- Me detengo en el oxímoron con el que nos recibe el libro.  

¿Dónde se encuentran, cuáles son las / tus Remotas cercanías?   

 M.B: He elegido este título porque creo que resume el espíritu de este trabajo: es el fruto de una meditación, de la presencia-ausencia de un tiempo pretérito que marca el presente, de una época que siempre se mantendrá distante, pero que no para de acompañarme vaya donde vaya.  

El hilo conductor que une los poemas es el viaje de un hombre que pasa por los lugares de la infancia: mi ciudad natal, la casa de mis abuelos, mis amores de juventud... es el producto de una visión reelaborada entre raíces e imágenes.

Remotas Cercanías es también un agradecimiento a lo vivido, sigue el pensamiento de Bertrand Russell, filósofo británico y ganador del Premio Nobel de literatura en 1950, que sostuvo que la felicidad solo puede conseguirse a través de una experiencia de amor y gratitud.

 

2.- Tuve ganas de llover dices en el poema que da nombre al libro y te pregunto ¿Cómo son esas ganas? ¿Qué o quién las provoca?  

  M.B: Con esta metáfora quise plasmar el sentimiento de desamparo y soledad que sentí durante algunos años cuando acusaba la ausencia de mi madre. A veces ciertas circunstancias nos marcan y cuesta resistir al día a día. El poema Remotas Cercanías (que también da nombre a este trabajo) fue en cierto modo el más difícil que he escrito, a pesar de que no tiene una estructura métrica y que se redactó con un lenguaje sencillo porque quise soltar ese niño interior que necesitaba hablar. 

La felicidad, uno de los deberes supremos del ser humano según explica la filosofía kantiana, se consigue con el trabajo y el esfuerzo y creo que el empeño empleado en la construcción de este poema hace (al menos en parte) a este niño digno de merecerla.

 

3.- El artista crea por no temer, // escribe por no sentir su propio olvido, ¿Cuánto hay de verdad en esos versos?  

  M.B:  Creo que el “temor a la nada” está presente en todos los aspectos de nuestra vida, aunque no seamos conscientes de ello. Algunos autores, véase Umberto Eco o Fernando Pessoa entre otros, remarcan que la necesidad de escribir es un recurso frente a la muerte y una herramienta para la vida. Nosotros, tanto los lectores como los creativos, tenemos por delante miles de estrategias y de historias para intentar conectar con este miedo, para intentar guiar lo inconsciente y ser finalmente mejores.  

 

4.- En la primera parte del libro, la que titulas Raíces, nos hablas de las tuyas y en el poema “En el patio” leemos me dueles como un juguete roto y te pregunto. ¿Cómo es ese dolor? ¿Cuándo se siente?  

  M.B:  Cuando la enfermedad delimita o anula esa felicidad que todo niño tiene en su rostro, aparece el espectro de la pérdida. La pérdida de la infancia, repentina o no, es una de las noticias más tristes que pueden leerse a diario en un periódico.

Que sea una pérdida personal o ajena poco importa: el poema hace referencia a un hipotético futuro que nunca ocurrió.  

 

5.-Vamos recorriendo el tiempo contigo y al llegar a la tercera parte te sitúas ante el espejo y, entre otras cosas, nos dices “Observo la soledad de un cuerpo callado”: ¿Qué descubres al observar dicha soledad?  

 M.B:  Como digo al principio, muchos poemas de este libro son el resultado de una meditación, de un razonamiento, de un proceso. La soledad es parte de nuestra rutina, es la fuente por excelencia, es la verdad que nos llega sin necesidad de palabras, es la crudeza de la imagen reflejada en el espejo, es el trabajo del tiempo. 

En este caso el cuerpo es la memoria y su cincel es el tiempo: el espejo solo refleja este trabajo refinado y lento que se desarrolla de forma constante.  

 

6.- La última parte la titulas “Poemas salvados de la hoguera”  

¿Qué tiene que hacer un poema para poder estar en esa parte?  

 M.B: No hay normas, al menos no las hubo por mi parte: fue el ejercicio arbitrario de un autor que quiso salvar algunos poemas por un tema meramente sentimental.  Adolfo Bioy Casares escribió “La Salvación”, un minicuento que es una historia de tiempos y de reinos pretéritos. Recomiendo su lectura, os ilustrará a este respecto.

 

7.-El hecho de que sea un audiolibro le da un valor añadido pues los poemas crecen en las voces que habéis escogido para ellos. ¿Cómo y por qué surgió esta idea?  

  M.B:  Como explico en los agradecimientos, la idea de convertirlo en audiolibro nació cuando presenté mi libro “Mis versos, tu nombre”. En esta ocasión invité algunas voces para la lectura de unos poemas y me impactó el salto cualitativo que tuvieron mis versos. Aún doy las gracias por la magnífica interpretación de aquellos que intervinieron.  

La idea de convertirlo en audiolibro se hizo realidad gracias a la ayuda de Julia Villalba y de Eduardo Robles que me regalaron tiempo, oficio y técnica: su trabajo duró alrededor de dos años y no me supuso ningún tipo de gasto. De la misma manera, los otros participantes apoyaron este proyecto solidario sin pedir nada a cambio y permitieron que este sueño viera la luz.  

Sigo igual de orgulloso y de agradecido después de un año, porque ese audiolibro es/fue el fruto de la generosidad de muchas manos y por ello decidí que los beneficios del autor fueran destinados a ASION (asociación infantil oncológica de Madrid). Fue un verdadero placer hacer algo por ellos y es un orgullo haber creado de la nada este proyecto.  

Doy nuevamente las gracias a Julia y a Eduardo y a todas las maravillosas voces de los profesionales que participaron.  

                                          

8.- Muchas gracias por tu colaboración y si quieres añadir algo más es tu momento. 

 M.B: La poesía me está regalando varias satisfacciones: la más grande sin duda es la de participar (llevo ya algunos años) en el taller de poesía de Enrique Gracia Trinidad.

A veces no me detengo ante esta suerte, pero resulta impagable devolver este regalo a la vida: me siento muy afortunado por estar entre tantos buenos poetas, bellas personas que aprecio muchísimo. Ha sido una suerte encontrarme en un taller que dirige un hombre sabio, gran poeta y mejor maestro.

 

Chelo de la Torre

23-4-2022



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7 de abril de 2022

Daniel Navas.- El salto del lugar más profundo

Daniel Navas nació en Caracas Venezuela en 1953 y desde septiembre de 2016 reside en España. Es licenciado en Economía con un Master of Sciences (MSc) en Economía Industrial (Rumanía 1979). En el 2015 se retiró de la profesión y en el 2017 de la mano de la poeta Pilar García Orgaz se incorporó al Taller de Poesía del poeta Jesús Urceloy en Fuentetaja, Madrid. Está incluido en la Antología 54 poetas que corrieron la Maratón de Chicago, Editorial Ars Poética, Colección Sola Nocte, Madrid noviembre 2018. Ha colaborado con la revista digital Aschel Digital (2020), ha participado en varios recitales en Madrid (2018 - 2019) y Barcelona (2021) y en los festivales de poesía: Festival Internacional de Poesía (Asociación Cultural Diverbium, Centro Cultural Casa De Vacas, Madrid, marzo 2019) y Festival Hispano Rumano de Poesía (Asociación Cultural Diverbium, Embajada de Rumanía en Madrid, abril 2019).


En enero de  2022 Daniel ha publicado su primer poemario "El  salto del lugar más profundo" ( ARS POETICA Col. SOLA NOCTE)

Y  de este libro vamos a hablar.

El salto del lugar más profundo .- Daniel Navas


1.-¿ Cuál es el lugar más profundo ?

D. N: La poesía es el lugar más profundo. Mi cercanía a la poesía se produce muy tarde, en la edad de la jubilación, ya retirado de toda actividad laboral, por lo que viví a espaldas de ella, al fin y al cabo “el no saber es parte de la vida, la ignorancia mueve el mundo”. Por supuesto en el colegio tuve que leer algunos clásicos de la literatura española y latinoamericana y después en la adultez por curiosidad me acerqué a poetas como Neruda, Benedetti, Gabriela Mistral, Cortaza. Me acerqué a la poesía rumana en mi etapa de estudiante universitario en ese país, Eminescu, Blaga, Arghezi, fueron algunos de lectura obligatoria en los cursos de idioma y cultura rumana. Borges y Stanescu llegaron con el salto del lugar más profundo.

Mi contacto reciente con la poesía ha sido de evidente fascinación y se ha convertido en una sentencia indispensable para el día a día. Llegué a ella en un momento en que la vida además me puso a cargar una doble pérdida, una despedida inesperada y una distancia. Cambió todos los supuestos que me había construido a lo largo del tiempo consciente, por decirlo de alguna manera. Como economista de profesión, debo decir que mi propensión marginal a la poesía en el pasado fue sólo accidental. La toqué con una curva de indiferencia que la hizo un ausente cercano. La economía es una ciencia  asociada a la escasez de los bienes materiales, que es lo que justifica su existencia, sujeta a la complejidad de las decisiones de los individuos; por lo que, como ciencia abarca sólo una parte del cómo suceden los hechos. La poesía está en otro terreno que no tiene que ver con el cómo, coincide con la economía en la palabra y el hombre, pero se despliega abiertamente a la revelación, al asombro, a la contemplación, es arte, es belleza, es dolor, es la inclinación por intentar comunicar una visión, una idea, un sentimiento, dándole forma estética a través de la palabra. También es un bien escaso, pero del espíritu, del alma, que se niega a tributar al cansancio de la oscuridad. La ciencia estudia cómo el néctar hace que el colibrí y la flor se conecten en un intercambio de beneficios mutuos, en la poesía sólo hay ojos de asombro para el aire enternecido por el colibrí y la flor.

Cuando me tocó decidir por el título del libro, lo busqué en los títulos mismos de los poemas y concluí que este es el título adecuado y justo, inevitable incluso, puesto que resume y recoge mi percepción o sentimiento que tengo de la poesía, que ha sido un reto constante desde el primer día, mucho más cuando me ha tocado felizmente asumirlo bajo la tutoría de Jesús Urceloy, maestro de maestros, que no le da tregua al lenguaje, a la palabra o a la sílaba. El prólogo del libro, obra de la maravillosa poeta Pilar García Orgaz, describe de manera extraordinaria el puente que me condujo al luminoso y reflexivo universo urceliano y por ende al hecho poético.

2.-En tu libro encontramos un madrigal, décimas, casidas, rubaiyat, tankas, sonetos … verso libre, lo que hace de ti un poeta que podíamos llamar  “todo terreno”  pero si hay algo que destaca en tu poesía, son las figuras que utilizas …..

“ …una gota de luz enmudece en un instante de pestaña

“… un móvil que no gime

“…un coche envejece en la prisa

¿De dónde te vienen? ¿Son espontáneas?

D. N: Buscar y encontrar la palabra justa es un desafío, que comienza como un rugido que cuesta aclarar. En el libro hay dos o tres poemas que revelan cómo me acerco al verso, cómo voy trabajando la idea hasta darle sentido poético. Los versos son mis palabras conectadas a un hilo de reflexiones, pero que no surgieron de la nada, no es posible acceder a ellas sin trabajarlas, nunca me vienen de manera automática. La palabra es lo que hace posible lo poético, tú la creas pero ella también te crea.

Siento que en la poesía nada es concluyente, nunca se toca fondo, no alcanzas a tocar ni siquiera sus bordes, se mueve en la fuerza de la incertidumbre. Cada verso es como un puzle único, donde tienes la sensación que la palabra se extravía en un laberinto que debes explorar; que te reta en cada instante de la secuencia creativa del verso, que además te reta en lo más trascendental, en tu intimidad, en todo tu ser. Sin recordar su origen o autor, hay una frase que me seduce la memoria desde que me acerqué a la poesía: “Lo más importante es lo que no puede ser hallado”.

Uno de los momentos más difíciles para mí es el verso final del poema, cómo lograr un final redondo. Nunca he alcanzado un final feliz en mis poemas, los releo y siempre hay algo que no tengo totalmente claro, me queda esa sensación de que algo está faltando. Sólo cuando ha pasado por el filtro de Jesús Urceloy en el taller de los miércoles es cuando cierro el poema. En ese momento lo abandono y aún así lo tengo susurrando al oído como un ausente muy cercano.

Para conectarme con este mundo, recogí religiosamente una pregunta que me hizo Jesús Urceloy en mi primer día de clases con él: “¿Daniel, que lees?”; y seguidamente me dio su respuesta sin esperar la mía, “pues si quieres hacer poesía tienes que leer mucha poesía”. Y desde ese instante, pregunta y respuesta, las he tenido entre ceja y ceja. Ese efecto de retroalimentación continua entre aprendizaje y creación, me hizo descubrir que en poesía, es infinita la forma de describir un mismo evento, por ejemplo: un amanecer.

3.-Observo que, en tu libro, los poemas se suceden por orden alfabético de sus títulos, algo poco usual. ¿Por qué has elegido esa forma de organizar el libro ?

D. N: Creo sin temor a equivocarme, que toda poesía es intimista  e intemporal.

El libro es un resumen de mi vida, cada poema es una reflexión conectada a un momento o a una visión, es la fotografía de alguna vivencia. La intemporalidad está presente porque toda reflexión parte de la memoria, que es fragmentaria, que es sólo fragmentos asociados a instantes. No es un archivo que tú cargas con un orden de registro en el tiempo.

Cada poema es una voz de algún episodio existencial que va desde la pérdida, la despedida, la ausencia, la nostalgia, la distancia, el abandono, el amor, la presencia femenina, el hábitat involuntario de lugares extraños y ajenas fronteras. Todo en circulo alrededor mío, haciendo de mí la única agenda, por lo que cualquier orden que le hubiese dado a los poemas no iba a alterar el resultado.

El orden alfabético, siendo el más sencillo de todos los ordenes, lo decidí por la temática diversa de los poemas y cuando la poeta Pilar García Orgaz, con quien consulté el asunto, me sugirió que independientemente del orden, el poema Ventana fuese el último, porque detrás de toda ventana cerrada hay un misterio que invita a una espera con miras a una apertura. 

4.- En tu libro dejas ver que has vivido en ciudades muy distintas unas de otras y viajado por varios continentes  ¿Dónde está el mar huérfano de horizonte ?

D. N: Cuando has tenido siempre el mismo horizonte acompañándote y un día por razones del azar, difíciles de entender o comprender y por lo tanto imposibles de aceptar y asimilar, amanece y ya no lo tienes. El mar al que estás acostumbrado lo miras y ves que el horizonte se hizo misterio, el mar huérfano, tus ojos ciegos y no habrá gafas o lentes que desvelen la orfandad. Sólo la poesía no huye de la tristeza, la inmortaliza a través de la palabra.

Leí en una oportunidad a Borges decir en una entrevista que el azar es producto del infinito desconocimiento de las reglas que rigen el destino. 

5.-¿Eres consciente de que muchos de tus versos son aforismos poéticos ?

  El sol se derrama ciego de párpado

“La mirada es un exilio de ojos abierto”

   “la tormenta antes de nacer es palabra”

   “el regreso no sabe donde comienza “                               

D. N: Es la primera vez que me hacen esta observación. Nunca me he interesado en calificar o conceptualizar de manera literaria los versos que logro construir. Eso se lo dejo al buen lector, que en el fondo siempre está buscando revelaciones.

De todos modos, agradezco la observación, considerando que el mundo literario en lengua española está lleno de excelentes aforistas, y no me comparo para nada con ellos. Humildemente no hago mis versos con esa intención.

6.- ¿Qué le aporta a un poeta como tú, hacer un centón (poema que se escribe utilizando solo versos de otro poeta o poetas) y además publicarlo  en su primer poemario?

D. N: Jesús Urceloy en su taller siempre nos pone retos.

El centón es una técnica literaria de origen griego que tiene una historia interesante que he podido conocer a través de las referencias que he recibido en el taller, que me han servido de información primaria. En mi opinión tiene tanta o más dificultad que cualquier otro género de poética. La esencia es compleja, requiere de una identificación plena con el estilo del poeta, de dónde vas a tomar los versos para construir un poema con un sentido y una sensibilidad distinta al de los poemas originarios.

En el libro decidí incluir los únicos dos poemas centones que he hecho hasta ahora. No sé si volveré a insistir en esta técnica compositiva, que tiene el mismo fin del hecho poético, pero por otras vías. Y sí decido experimentarlo nuevamente me inclinaría por Borges o Urceloy, !Tamaña Tarea! Me imagino tomar versos de los salmos de Urceloy, sería para hacer un Salmo Centón.

Lo que sí puedo afirmar que fue una experiencia gratificante, que enriquece; hubo una conexión misteriosa con los autores que alimentaba la lectura de sus poemas. Cada poema centón tuvo su propio fluido de jet lag, la totalidad de los poemas contenidos en los libros que me sirvieron de puente los leí y releí infinidad de veces. Tomaba y devolvía versos, hasta que logré encontrar aquellos con el orden adecuado que hacían conexión con la emoción o el sentimiento que buscaba expresar.

Me identifico plenamente con el mensaje que cada uno de mis poemas centones refleja. Cuando finalmente los alcancé y me vi reflejado en ellos, la satisfacción fue indescriptible. Con el perdón de los autores originarios de los versos, los poemas los siento totalmente míos.

7.- Tus poemas emanan vivencias y  recuerdos de hecho  "Efigie", dedicado a la Aventura Rumana del 75,  lo terminas con el verso  “El tiempo no se ancla a sorbos largos” ¿Cómo se ancla el tiempo? 

 D. N: En Venezuela hay una frase, y creo que la he escuchado aquí en España también, que dice: “No hay mal que dure cien años”.

El ser humano se debate entre la incertidumbre, la ignorancia, el egocentrismo y el choque con realidades que le cuesta comprender y asimilar, y pudiéramos continuar en un largo etcétera. Lo que quiero remarcar es que, en medio de toda esa complejidad en que se mueve, está la relación con el tiempo, con el que traza una creencia o convención de que el presente que vive siempre fue así y siempre será así. El pasado se nos escapa y el futuro no es más que una conjetura. Entonces ¿qué nos queda?, la razón se inventa sus propios límites y forcejeamos bajo el telón de sus bordes comprando banderas, sueños e ilusiones para justificar un presente que creemos va a durar cien años.

El tiempo se nos escurre por entre las redes que el pensamiento le tiende y, cuando crees que estás pisando firme con pies de futuro, resulta que la realidad que has comprado es una ficción que insiste dolorosamente en no extinguirse en su último asiento. Y no es que no hay mal que dure cien años, es que nada dura nada y el tiempo siempre termina pasando su factura.

8.  - Muchas gracias por contestar y si quieres contarnos algo más sobre tu libro es tu turno. 

D. N: Sólo agradecer a la poeta Chelo de la Torre por esta entrevista que seguro redundará en la difusión y lectura del libro. Pero no puedo dejar de aprovechar este espacio para agradecer a la persona que hizo posible la edición de este libro, Jesús Urceloy, su editor y mi maestro, a quien le debo toda la conexión que tengo hoy día con la poesía, cada verso de mi libro tiene su huella magistral. Pero también llevan la huella de cada uno de los poetas que han sido y son alumnos de él, con quienes he compartido durante los últimos cuatro años el taller de los miércoles, porque cada uno de ellos con su estilo es una escuela.

Quienes conocen a Jesús Urceloy y mucha gente lo conoce y lo ha escuchado, saben que su voz luminosa, su potencia verbal y sonora, inspiran deslumbramiento; que junto a esa majestuosidad que lo caracteriza de ofrecer su enseñanza y experiencia poética con humildad y altruismo, es lo que hace posible que bajo su tutoría la inquietud poética despierte y se levante, incluso allí donde nunca había asomado.

                                                                                                  

Chelo de la Torre 

29 de marzo de 2022

                                                                                                   



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1 de abril de 2022

TIEMPO DE MEMORIA por Lucrecia López

Reseña del libro de poemas Tiempo de memoria, de Chelo de la Torre; realizada por la poeta Lucrecia López Guirao.


Título: Tiempo de memoria

Autora: Chelo de la Torre

Colección: La palabra inquieta

Género: Poesía

ISBN: 978-84-123068-6-6

Primera edición: enero de 2022

Depósito Legal: M-2746-2022

Formato: 145 x 215 mm

Encuadernación: rústica con solapas

Páginas: 104

Peso: 180 gr.

Idioma: español

Lengua: castellana

Este libro se puede localizar en cualquier plataforma de distribución, en librerías, El corte inglés, La casa del libro, etc y, a través de este enlace en la propia Editorial Nuevos Ekkos.


“Al leer un libro, una parte de tu piel lo absorbe “. Este es el sentimiento que me ha inspirado el libro de mi amiga, la poeta Chelo de la Torre.

Es mucho lo que conozco de ella, como también es cierto que sé de ese “tiempo de silencio” en el que su vida va rodando con sus quehaceres y sus pensamientos.

Pero ha sido precisamente aquí, en la desnudez de sus palabras donde, tanto a mí como a todos y todas las que la hemos leído, nos ha dejado la imborrable huella de su memoria.

Una memoria que es casi una personificación, algo tan tangible que es capaz de despertar todos nuestros sentidos (Mnemosine, Dionisia García).

Y cuando esto ocurre, es algo añadido hablar de que Chelo de la Torre es una poeta de altura; que se mueve en un registro poético ambicioso, pero desde su humildad como persona o de que su estilo depurado y diferente dota a su poesía de ese personalis sigilum, resultado de su exigencia y dedicación personal, un condicionante básico del que muchos autores hablan a la hora de escribir bien (Estilo rico, estilo pobre. Luis Mangrinyá).

Así que esta reseña está bañada por el agradecimiento, la admiración y cómo negarlo, también por el cariño.

 Agradezco a la autora por hablarnos de las manos de su madre, “de la suavidad de su piel” o “de sus tardes planchando”. Por abrir esa ventana de su memoria y permitirnos asomarnos a ella. A esas mañanas de agosto, “el patio, los geranios”.

También es un maravilloso regalo, el rescate de su vida de docente. Esa entrega que la hace vivir en muchos casos, como una observadora activa, la vida de sus alumnos y alumnas, que nos va versando por medio de esa tiza o esa clase vacía que evoca tantos recuerdos para ella.

“es tiempo de borrar su blanco de mi ropa

 y de limpiar el polvo que dejó en cada arruga

 que me abrió al consumirse”

Y es que este libro, lo leemos con ella, sí, muy pegaditas a ella, y en él, la sentimos casi respirar, como también sentimos, “el peso de los años” y ese ”esqueleto roto que ya duele”.

Nos damos cuenta también, de ese miedo que convive con la autora; una temática que ya tratan autores como Pablo Neruda, o una poeta muy admirada por Chelo: Alejandra Pizarnik.

He cerrado puertas y ventanas.

Tengo frío.

No quiero que me habite el miedo

Los lectores de este libro, también nos hacemos conscientes del carácter solidario de su poesía, ojo atento al mundo que la rodea que es capaz de captar y reflejar lo injusto e inhumano.

Prueba de esto es el bellísimo y duro poema “La niña de la pala “, poema inspirado por una pintura acrílica del artista Javier Fernández de la Torre, basada en una fotografía de otro autor desconocido.

U otros poemas como “El hombre que duerme en el parque”, “Mujer Palestina” o esa mujer que va en silla de ruedas por la calle Real.

Seguimos a la poeta y nos conmovemos con ella cuando habla de que “No quieres ser una más de esas poetas aciagas, poliédricas y egoístas…” O cuando nos escribe sobre las mujeres, de todas esas mujeres que “Cercan el aire, rompen el aire”. La seguimos sintiendo en esos términos matemáticos que me sorprendieron tanto allá por el año 2014, cuando la leí por primera vez, y que dicen tanto de ella y de la originalidad de su voz poética.

Gracias por permitirnos vivir contigo ese “Tiempo múltiple” al que hace referencia María Zambrano: Ese tiempo que se detiene, se hincha como las velas de un barco.

Un tiempo para crear nosotras nuestro propio tiempo, pensando, sufriendo…  En este caso, para construir hechos acaecidos, un Tiempo de memoria.

Confieso aquí, que yo esperaba este libro, que sabía que había demasiado silencio y que ese silencio viniendo de ella, no podía ser otra cosa que POESÍA.


Este reseña ha sido publicada en la antología digital REPOELAS 

https://www.repoelas.com/resenias/resenia-06.htm




Chelo de la Torre,
Est. Linares-Baeza, Jaén (1950). Licenciada en Matemáticas, profesora de esta asignatura en Educación Secundaria. Sus primeros poemas datan de su juventud, y al jubilarse es cuando comienza a publicar y se da a conocer como poeta.

Parte de su obra ha sido incluida en numerosas antologías poéticas, publicadas por distintas editoriales, la última de ellas "Caminos sin fronteras. Antología Intercontinental multilingüe de poetas solidarias", en la edit. Nueva Estrella (2020). Su poesía ha sido traducida y publicada al euskera; gallego; alemán; inglés; rumano y portugués. La última publicación ha sido en la revista editada y publicada en Rumania  Literadura, gracias a la traducción de la poeta y traductora rumana Elisabeta Boțan.

Su poemario "Ángulos", publicado por la edit. Nazarí (2017) en bilingüe castellano-árabe, gracias a la traducción del profesor y traductor literario Samir Moudi.

En 2018, cofundó la revista cultural Aschel Digital (ISSN:2605-0307), de la que es editora y directora de comunicación y prensa.

Tiempo de memorias, es su último poemario publicado por la editorial Nuevos Ekkos, en enero de 2022.



Lucrecia López Guirao. Cehegín (Murcia). Diplomada en Magisterio por la Universidad de Murcia. Poeta y gestora cultural.



NOTA :

Si quieres leer otros comentarios sobre el libro entra en 

https://nechester-leoycomento.blogspot.com/2022/02/tiempo-de-memoria.html