7 de abril de 2022

Daniel Navas.- El salto del lugar más profundo

Daniel Navas nació en Caracas Venezuela en 1953 y desde septiembre de 2016 reside en España. Es licenciado en Economía con un Master of Sciences (MSc) en Economía Industrial (Rumanía 1979). En el 2015 se retiró de la profesión y en el 2017 de la mano de la poeta Pilar García Orgaz se incorporó al Taller de Poesía del poeta Jesús Urceloy en Fuentetaja, Madrid. Está incluido en la Antología 54 poetas que corrieron la Maratón de Chicago, Editorial Ars Poética, Colección Sola Nocte, Madrid noviembre 2018. Ha colaborado con la revista digital Aschel Digital (2020), ha participado en varios recitales en Madrid (2018 - 2019) y Barcelona (2021) y en los festivales de poesía: Festival Internacional de Poesía (Asociación Cultural Diverbium, Centro Cultural Casa De Vacas, Madrid, marzo 2019) y Festival Hispano Rumano de Poesía (Asociación Cultural Diverbium, Embajada de Rumanía en Madrid, abril 2019).


En enero de  2022 Daniel ha publicado su primer poemario "El  salto del lugar más profundo" ( ARS POETICA Col. SOLA NOCTE)

Y  de este libro vamos a hablar.

El salto del lugar más profundo .- Daniel Navas


1.-¿ Cuál es el lugar más profundo ?

D. N: La poesía es el lugar más profundo. Mi cercanía a la poesía se produce muy tarde, en la edad de la jubilación, ya retirado de toda actividad laboral, por lo que viví a espaldas de ella, al fin y al cabo “el no saber es parte de la vida, la ignorancia mueve el mundo”. Por supuesto en el colegio tuve que leer algunos clásicos de la literatura española y latinoamericana y después en la adultez por curiosidad me acerqué a poetas como Neruda, Benedetti, Gabriela Mistral, Cortaza. Me acerqué a la poesía rumana en mi etapa de estudiante universitario en ese país, Eminescu, Blaga, Arghezi, fueron algunos de lectura obligatoria en los cursos de idioma y cultura rumana. Borges y Stanescu llegaron con el salto del lugar más profundo.

Mi contacto reciente con la poesía ha sido de evidente fascinación y se ha convertido en una sentencia indispensable para el día a día. Llegué a ella en un momento en que la vida además me puso a cargar una doble pérdida, una despedida inesperada y una distancia. Cambió todos los supuestos que me había construido a lo largo del tiempo consciente, por decirlo de alguna manera. Como economista de profesión, debo decir que mi propensión marginal a la poesía en el pasado fue sólo accidental. La toqué con una curva de indiferencia que la hizo un ausente cercano. La economía es una ciencia  asociada a la escasez de los bienes materiales, que es lo que justifica su existencia, sujeta a la complejidad de las decisiones de los individuos; por lo que, como ciencia abarca sólo una parte del cómo suceden los hechos. La poesía está en otro terreno que no tiene que ver con el cómo, coincide con la economía en la palabra y el hombre, pero se despliega abiertamente a la revelación, al asombro, a la contemplación, es arte, es belleza, es dolor, es la inclinación por intentar comunicar una visión, una idea, un sentimiento, dándole forma estética a través de la palabra. También es un bien escaso, pero del espíritu, del alma, que se niega a tributar al cansancio de la oscuridad. La ciencia estudia cómo el néctar hace que el colibrí y la flor se conecten en un intercambio de beneficios mutuos, en la poesía sólo hay ojos de asombro para el aire enternecido por el colibrí y la flor.

Cuando me tocó decidir por el título del libro, lo busqué en los títulos mismos de los poemas y concluí que este es el título adecuado y justo, inevitable incluso, puesto que resume y recoge mi percepción o sentimiento que tengo de la poesía, que ha sido un reto constante desde el primer día, mucho más cuando me ha tocado felizmente asumirlo bajo la tutoría de Jesús Urceloy, maestro de maestros, que no le da tregua al lenguaje, a la palabra o a la sílaba. El prólogo del libro, obra de la maravillosa poeta Pilar García Orgaz, describe de manera extraordinaria el puente que me condujo al luminoso y reflexivo universo urceliano y por ende al hecho poético.

2.-En tu libro encontramos un madrigal, décimas, casidas, rubaiyat, tankas, sonetos … verso libre, lo que hace de ti un poeta que podíamos llamar  “todo terreno”  pero si hay algo que destaca en tu poesía, son las figuras que utilizas …..

“ …una gota de luz enmudece en un instante de pestaña

“… un móvil que no gime

“…un coche envejece en la prisa

¿De dónde te vienen? ¿Son espontáneas?

D. N: Buscar y encontrar la palabra justa es un desafío, que comienza como un rugido que cuesta aclarar. En el libro hay dos o tres poemas que revelan cómo me acerco al verso, cómo voy trabajando la idea hasta darle sentido poético. Los versos son mis palabras conectadas a un hilo de reflexiones, pero que no surgieron de la nada, no es posible acceder a ellas sin trabajarlas, nunca me vienen de manera automática. La palabra es lo que hace posible lo poético, tú la creas pero ella también te crea.

Siento que en la poesía nada es concluyente, nunca se toca fondo, no alcanzas a tocar ni siquiera sus bordes, se mueve en la fuerza de la incertidumbre. Cada verso es como un puzle único, donde tienes la sensación que la palabra se extravía en un laberinto que debes explorar; que te reta en cada instante de la secuencia creativa del verso, que además te reta en lo más trascendental, en tu intimidad, en todo tu ser. Sin recordar su origen o autor, hay una frase que me seduce la memoria desde que me acerqué a la poesía: “Lo más importante es lo que no puede ser hallado”.

Uno de los momentos más difíciles para mí es el verso final del poema, cómo lograr un final redondo. Nunca he alcanzado un final feliz en mis poemas, los releo y siempre hay algo que no tengo totalmente claro, me queda esa sensación de que algo está faltando. Sólo cuando ha pasado por el filtro de Jesús Urceloy en el taller de los miércoles es cuando cierro el poema. En ese momento lo abandono y aún así lo tengo susurrando al oído como un ausente muy cercano.

Para conectarme con este mundo, recogí religiosamente una pregunta que me hizo Jesús Urceloy en mi primer día de clases con él: “¿Daniel, que lees?”; y seguidamente me dio su respuesta sin esperar la mía, “pues si quieres hacer poesía tienes que leer mucha poesía”. Y desde ese instante, pregunta y respuesta, las he tenido entre ceja y ceja. Ese efecto de retroalimentación continua entre aprendizaje y creación, me hizo descubrir que en poesía, es infinita la forma de describir un mismo evento, por ejemplo: un amanecer.

3.-Observo que, en tu libro, los poemas se suceden por orden alfabético de sus títulos, algo poco usual. ¿Por qué has elegido esa forma de organizar el libro ?

D. N: Creo sin temor a equivocarme, que toda poesía es intimista  e intemporal.

El libro es un resumen de mi vida, cada poema es una reflexión conectada a un momento o a una visión, es la fotografía de alguna vivencia. La intemporalidad está presente porque toda reflexión parte de la memoria, que es fragmentaria, que es sólo fragmentos asociados a instantes. No es un archivo que tú cargas con un orden de registro en el tiempo.

Cada poema es una voz de algún episodio existencial que va desde la pérdida, la despedida, la ausencia, la nostalgia, la distancia, el abandono, el amor, la presencia femenina, el hábitat involuntario de lugares extraños y ajenas fronteras. Todo en circulo alrededor mío, haciendo de mí la única agenda, por lo que cualquier orden que le hubiese dado a los poemas no iba a alterar el resultado.

El orden alfabético, siendo el más sencillo de todos los ordenes, lo decidí por la temática diversa de los poemas y cuando la poeta Pilar García Orgaz, con quien consulté el asunto, me sugirió que independientemente del orden, el poema Ventana fuese el último, porque detrás de toda ventana cerrada hay un misterio que invita a una espera con miras a una apertura. 

4.- En tu libro dejas ver que has vivido en ciudades muy distintas unas de otras y viajado por varios continentes  ¿Dónde está el mar huérfano de horizonte ?

D. N: Cuando has tenido siempre el mismo horizonte acompañándote y un día por razones del azar, difíciles de entender o comprender y por lo tanto imposibles de aceptar y asimilar, amanece y ya no lo tienes. El mar al que estás acostumbrado lo miras y ves que el horizonte se hizo misterio, el mar huérfano, tus ojos ciegos y no habrá gafas o lentes que desvelen la orfandad. Sólo la poesía no huye de la tristeza, la inmortaliza a través de la palabra.

Leí en una oportunidad a Borges decir en una entrevista que el azar es producto del infinito desconocimiento de las reglas que rigen el destino. 

5.-¿Eres consciente de que muchos de tus versos son aforismos poéticos ?

  El sol se derrama ciego de párpado

“La mirada es un exilio de ojos abierto”

   “la tormenta antes de nacer es palabra”

   “el regreso no sabe donde comienza “                               

D. N: Es la primera vez que me hacen esta observación. Nunca me he interesado en calificar o conceptualizar de manera literaria los versos que logro construir. Eso se lo dejo al buen lector, que en el fondo siempre está buscando revelaciones.

De todos modos, agradezco la observación, considerando que el mundo literario en lengua española está lleno de excelentes aforistas, y no me comparo para nada con ellos. Humildemente no hago mis versos con esa intención.

6.- ¿Qué le aporta a un poeta como tú, hacer un centón (poema que se escribe utilizando solo versos de otro poeta o poetas) y además publicarlo  en su primer poemario?

D. N: Jesús Urceloy en su taller siempre nos pone retos.

El centón es una técnica literaria de origen griego que tiene una historia interesante que he podido conocer a través de las referencias que he recibido en el taller, que me han servido de información primaria. En mi opinión tiene tanta o más dificultad que cualquier otro género de poética. La esencia es compleja, requiere de una identificación plena con el estilo del poeta, de dónde vas a tomar los versos para construir un poema con un sentido y una sensibilidad distinta al de los poemas originarios.

En el libro decidí incluir los únicos dos poemas centones que he hecho hasta ahora. No sé si volveré a insistir en esta técnica compositiva, que tiene el mismo fin del hecho poético, pero por otras vías. Y sí decido experimentarlo nuevamente me inclinaría por Borges o Urceloy, !Tamaña Tarea! Me imagino tomar versos de los salmos de Urceloy, sería para hacer un Salmo Centón.

Lo que sí puedo afirmar que fue una experiencia gratificante, que enriquece; hubo una conexión misteriosa con los autores que alimentaba la lectura de sus poemas. Cada poema centón tuvo su propio fluido de jet lag, la totalidad de los poemas contenidos en los libros que me sirvieron de puente los leí y releí infinidad de veces. Tomaba y devolvía versos, hasta que logré encontrar aquellos con el orden adecuado que hacían conexión con la emoción o el sentimiento que buscaba expresar.

Me identifico plenamente con el mensaje que cada uno de mis poemas centones refleja. Cuando finalmente los alcancé y me vi reflejado en ellos, la satisfacción fue indescriptible. Con el perdón de los autores originarios de los versos, los poemas los siento totalmente míos.

7.- Tus poemas emanan vivencias y  recuerdos de hecho  "Efigie", dedicado a la Aventura Rumana del 75,  lo terminas con el verso  “El tiempo no se ancla a sorbos largos” ¿Cómo se ancla el tiempo? 

 D. N: En Venezuela hay una frase, y creo que la he escuchado aquí en España también, que dice: “No hay mal que dure cien años”.

El ser humano se debate entre la incertidumbre, la ignorancia, el egocentrismo y el choque con realidades que le cuesta comprender y asimilar, y pudiéramos continuar en un largo etcétera. Lo que quiero remarcar es que, en medio de toda esa complejidad en que se mueve, está la relación con el tiempo, con el que traza una creencia o convención de que el presente que vive siempre fue así y siempre será así. El pasado se nos escapa y el futuro no es más que una conjetura. Entonces ¿qué nos queda?, la razón se inventa sus propios límites y forcejeamos bajo el telón de sus bordes comprando banderas, sueños e ilusiones para justificar un presente que creemos va a durar cien años.

El tiempo se nos escurre por entre las redes que el pensamiento le tiende y, cuando crees que estás pisando firme con pies de futuro, resulta que la realidad que has comprado es una ficción que insiste dolorosamente en no extinguirse en su último asiento. Y no es que no hay mal que dure cien años, es que nada dura nada y el tiempo siempre termina pasando su factura.

8.  - Muchas gracias por contestar y si quieres contarnos algo más sobre tu libro es tu turno. 

D. N: Sólo agradecer a la poeta Chelo de la Torre por esta entrevista que seguro redundará en la difusión y lectura del libro. Pero no puedo dejar de aprovechar este espacio para agradecer a la persona que hizo posible la edición de este libro, Jesús Urceloy, su editor y mi maestro, a quien le debo toda la conexión que tengo hoy día con la poesía, cada verso de mi libro tiene su huella magistral. Pero también llevan la huella de cada uno de los poetas que han sido y son alumnos de él, con quienes he compartido durante los últimos cuatro años el taller de los miércoles, porque cada uno de ellos con su estilo es una escuela.

Quienes conocen a Jesús Urceloy y mucha gente lo conoce y lo ha escuchado, saben que su voz luminosa, su potencia verbal y sonora, inspiran deslumbramiento; que junto a esa majestuosidad que lo caracteriza de ofrecer su enseñanza y experiencia poética con humildad y altruismo, es lo que hace posible que bajo su tutoría la inquietud poética despierte y se levante, incluso allí donde nunca había asomado.

                                                                                                  

Chelo de la Torre 

29 de marzo de 2022

                                                                                                   



Enlace de compra: 

https://www.arspoetica.es/libro/el-salto-del-lugar-mas-profundo_136635/

8 comentarios:

  1. Gracias por darnos a conocer sobre la poética de este autor a través de tus interesantes preguntas sobre algunos de sus versos. Abrazo

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  2. Una estupenda entrevista para un gran poeta como es Daniel Navas. Sumergirse en su poesía es un hallazgo y un masaje al espíritu. ¡Enhorabuena!

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  3. Felicitaciones por tu libro querido Daniel Navas te deseo mucho éxito, excelente entrevista

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  4. Hola Chelo, me ha encantado conocer más a Daniel. Una muy buena entrevista. Besos :D

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  5. Descubrir la esencia de tu alma, desnuda en tu poesía, ha sido mágico. Más que amarte, siempre te he admirado y ahora más, porque me enseñas que podemos con el dolor al tiempo que encontramos nuevos caminos para vivir, aunque la gota de mi corazon me siga desangrando. Te amo, hermano

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  6. Gracias por descubrirme a este autor. Me apunto bien el título de este poemario, que me ha llamado mucho la atención.
    Besotes!!!

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  7. Genial entrevista, ya sé un poco más de este poeta que no conocía. Gracias por la reseña, apuntado queda. Un beso y feliz domingo.

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  8. Excelente entrevista. Reconozco que yo entiendo poco de poesía, pero a mi hija le encanta. Se lo recomendaré.

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