TITULO: Una soledad demasiado ruidosa.
Autor: Bohumil Hrabal
Después de leer “Trenes rigurosamente vigilados”, me adentré en el libro de Bohumil Hrabal que siempre, en palabras del autor: quiso escribir y vivió para escribirlo.
Lo primero que me arrastró fue un título de esos que te agarran por la solapa y te arrastran en un zarandeo ¿acaso la soledad puede ser ruidosa, y acaso 'demasiado ruidosa'? La del protagonista afirmo que lo es. Bajo mi punto de vista el tema de la novela es la soledad de un individuo que desde hace treinta y cinco años trabaja en una prensa, en un sótano de la ciudad de Praga.
Hanta, el protagonista, prensa libros de forma artesanal pulsando un botón de una máquina que necesita de su habilidad para formar una pila de papeles desgastados entre los que suele introducir un libro abierto que ha llegado a sus manos para ser destruido, posiblemente los libros censurados del régimen comunista que imperaba en Checoslavaquia en tiempos de la publicación de la novela. De su trabajo consigue extraer una obra única, una bala de papel de extraordinaria belleza, que adorna con láminas pictóricas de artistas consagrados antes de ser transportada a su desguace final. El exterminio de los libros le produce ansias de sabiduría y conocimiento, los lee y devora con fricción, les da vida leyéndolos y ellos le devuelven fortaleza, esperanza y una parte de felicidad. Todos los días sale de su trabajo con algunos ejemplares que acumula en un baldaquín sobre su cama, que ya pesa más de dos toneladas. De sus relaciones personales actuales poco se sabe: un filósofo que acude al sótano de vez en cuando y un jefe que no entiende de la pasión por su trabajo. De sus relaciones pasadas: una mujer que sin ningún conocimiento y sin haber leído un solo libro en su vida consigue todos sus propósitos.
El sótano en el que trabaja es el laberinto de los ratones y de dos grupos de ratas que pujan por el dominio del territorio, en alusión clara a la política de su época, el sótano puede ser también el símbolo de una sociedad oprimida bajo el comunismo en Checoslavaquia (1948-1989). Mientras que bajo el suelo se entierra la cultura, mientras que los intelectuales se dedican a tareas arduas (los universitarios son limpiadores de cloacas y caldereros), Hanta cuando sale a respirar y a beber cerveza —su otra afición—, camina entre calles mostrando la belleza y el amor del autor hacia la ciudad de Praga. Nuestro protagonista no morirá aplastado por ese baldaquín de libros como podría suponerse a lo largo de la lectura, lo hará de otra forma más rotunda que seguramente sorprenderá al lector, y lo hará cuando la razón de sus existencia, los libros que devora y de cuyas fuentes bebe con ansiedad, desaparezcan de su vida eliminados por el progreso y por un puñado de folios en blanco que simbolizan la destrucción absoluta del protagonista.
Curiosidades.
1. El término “ruidosa soledad”, tras un rastreo entre mis lecturas, aparece en un diálogo de Margarita Gautier “Entonces te encontré a tí, joven, ardiente feliz, y he intentado hacer de ti el hombre a quien llamaba en medio de mi ruidosa soledad” (Dama de las Camelias, de Alejandro Dumas, 1948).
2. Este amargo monólogo de un trabajador en una prensa de libros de Praga, fue distribuido por el método SAMIZDAT o copia y distribución clandestina de literatura prohibida por el régimen soviético y por los Gobiernos comunistas de Europa Oriental. De esta circunstancia se deduce su división en 8 capítulos.
3. Los lectores de Hrabal fueron intelectuales al margen del sistema (como Hanta en su sótano) que conseguían libros como este, mecanografiados o replicados por capítulos, que necesitaban encontrar razones para seguir ilusionados en el momento que les tocó vivir.
4. Bohumil Hrabal nació el 28 de marzo de 1914 en Brno, Checoslavia, y murió a los 83 años de edad en Praga (3 de febrero de 1997). Aunque estudió derecho en la universidad de Carolina en Praga, tuvo que interrumpirlos por la ocupación nazi de Checoslavaquia. Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó como empleado ferroviario (posiblemente le inspiró para escribir “Trenes rigurosamente vigilados”), como tramoyista, cartero, obrero de la metalurgia y como empleado en una planta de reciclaje de libros censurados.
5. Son numerosas las alusiones a obras de autores como: Hegel, Rimbaud, Nietsche, Kant, Erasmo de Rotterdam, Goethe, la pintura de Jackson Pollock...
6. Por último destaco un párrafo del libro, entre los muchísimos que me gustaron de este libro: “Todos los inquisidores del mundo queman libros en vano, porque cuando un libro comunica algo válido su ritmo silencioso persiste incluso cuando lo devoran las llamas, y que un verdadero libro siempre indica algún camino nuevo que conduce más allá de sí mismo”
Laura Garrido Barrera.
Me ha encantado la forma que le das al libro que lees
ResponderEliminarTientas
me Tientas a leerlo
Me ha encantado la forma que le das al libro que lees
ResponderEliminarTientas
me Tientas a leerlo
Si lo lees, y te gusta, o lo lees y no te gusta, o crees que puedes aportar alguna visión del libro diferente a este trazo que he pintado aquí: no dudes en publicar un comentario en esta entrada. Es enriquecedor la aportación del resto, o al menos, a mí, me lo parece. Un abrazo "Recomenzar"!! (Por cierto....¿tu nombre?...)
ResponderEliminarEfectivamente, todas las aportaciones son enriquecedoras.
EliminarMuchas gracias Antorelo por acercarnos estas "joyas literarias".
ResponderEliminarMe ha encantado la excelente sipnosis que has realizado...y la frase final escogida!
Todo un lujo.
Un abrazo.
Ramón
Una gran reseña , como siempre. Muchas gracias Laura por tu colaboración en el blog . Un abrazo
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