Entre unas cosas y otras no hice apenas comentario sobre este maravilloso libro – Tos de perro- de Julia Otxoa. Lo hago ahora porque me gusta regresar a los libros que dejan una huella en la memoria, ese regusto por encontrar una nueva lectura. Y este es uno de los casos. Admiro a Julia Otxoa. Admiro su creatividad, la fuerza que desprende, la naturaleza de sus escritos igual da que sean poemas como microrrelatos, y sus pinturas.
Tos de perro contiene 46 relatos muy cortos en los que la autora desgrana recuerdos de la infancia y familiares y lo hace a través de la literatura, de la fábula y de la memoria, como dice el primero de los relatos, utilizando la voz de una niña. Entre esos recuerdos están los hechos trágicos de una de las épocas más oscuras de nuestra historia, entre ellos el asesinato y exhumación de su abuelo Balbino – a pesar de lo cual están contados con alegría, con la ligereza necesaria para restarle oscuridad a la memoria, la personal y la colectiva.
La evocación de los lugares: el bosque, la ropa que lavaba su madre; de los olores: el de cerdo de las botas, el de la cocina, el café recién hecho o el sabor de la sopa chowder; de los pequeños detalles de una infancia o de la luz que rodea los paisajes de la memoria infantil. Algunos de esos relatos vienen precedidos por uno de sus poemas.
Tu equipaje en la sima
Una alpargata muy deteriorada, de la que apenas quedan huellas de tela y parte de la suela gastada, restos de un blusón negro, como el que entonces usaban los campesinos, deshecho en hilachas fundidas con las piedras húmedas. Un abrelatas oxidado, un lápiz pequeño, este, tan solo unos pocos centímetros de madera descolorida que en algún tiempo fue pintada de azul.
De la memoria
Mi madre dijo: Mira, nuestra historia, escrita en todos los muros de la ciudad, y en cada grano de arena del desierto, y en los océanos, y en el rostro de cada primavera, está por todas partes.
Cuanto fuimos arde en el fuego que ilumina la memoria, porque más fuerte que el olvido, nuestros nombres fueron recuperados y en nuestros huesos puede leerse, como en un libro abierto, la barbarie.
Un maravilloso pequeño libro contra el olvido.
Hola Elena. Pues me parece un libro muy interesante. Además soy una amante de los relatos. Besos :D
ResponderEliminarGracias Elena por esta nueva entrada en el blog . Voy añadirlo a la lista de libros reseñados.
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