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8 de noviembre de 2021

LOS PECIOS DEL NAUFRAGIO

 



Título: LOS PECIOS DEL NAUFRAGIO

Autora: ELOÍSA PARDO CASTRO

ISBN: 978-84-18208-98-0

Editorial: OLÉ LIBROS

Colección:MARGINAL

Páginas: 110

Año edición: 2021

Idioma: LENGUA CASTELLANA


Adentrarse en la poesía de Eloísa Pardo Castro, es descubrir un universo de sentimientos que nos abrazan para fundirse con sus lectores como si fueran nuestros. 

Algo tan valioso como el amor, bulle entre sus versos reiteradamente bajo un paraguas de emociones listas para dar forma a los sentires ocultos de las almas, de este modo, cada vez que leemos uno de sus poemas, es como una gota que nos resbala desde la frente hasta perderse en nuestro pecho, lenta, acariciadora, con la suavidad con que miramos hacia los enigmas del universo. 

En sus libros anteriores (en este enlace puede leerse la reseña de su libro "Piel"), la autora baila con las palabras tanto al son de la prosa como del verso, aunque a la hora de expresar su sentimiento, de intentar calmar el llanto silencioso que anega su ente más íntimo, o cuando necesita la inmediatez de una tirita que controle la hemorragia de sus emociones, Eloísa Pardo Castro, se sumerge en el verso, necesita dibujar metáforas que la ayuden a comprender su dolor, su alegría, su rabia, su añoranza…su sentir ante la vida, al fin y al cabo.

Con Los pecios del naufragio, estamos ante un libro maduro, meditado, donde su autora expone las cartas de navegación de una travesía por océanos de rabiosas tempestades…

No hay esperanza 

el cielo se bate en retirada 

los grises, se abrazan, tercos

en las crestas de las olas gigantescas…

y va mostrando uno tras otro, el crisol de sus sentimientos sin dejarnos indiferentes a los lectores, pues muchas de sus emociones las hacemos nuestras a través de sus versos…


Deshojo todas las nubes preñadas 
con los ojos cerrados 
mientras mis zapatillas de huir 
me defienden del vértigo 
del precipicio 
de la caída hacia la nada

El amor, el desengaño, la indignación, la solidaridad, la amistad, las heridas, los sueños, la luz y la música, todo ello, nos invita a saborear Eloísa con este libro, que, con “cucharadas de poesía”, intenta alejarnos del dolor hueco que a veces, inunda nuestras vidas. 

Amiga, necesitamos reír 
reír mucho, cerrando los ojos 
sujetar la púa del destino con firmeza 
acariciar las cuerdas de la vida voraz 
sin enredarlas, despacio 
para no asustarnos

En este libro encontramos la pasión de lo soñado y a veces conseguido, y el dolor de aquello que perdimos o dejamos de dar a tiempo, y que, como pecios adheridos a la espalda, su autora necesita soltar para descargarse de los restos de ese naufragio interior que muchos de sus lectores, hemos sentido como ella. Y así, finalmente salvarse amarrándose a la balsa de palabras y versos de este poemario que muestra, la tierra firme, siempre a la vista.

Llega la noche 

y la luna me llama 

tras los almendros

Los pecios del naufragio, es un libro donde el YO lírico es la palabra poética que acompaña al lector con la musicalidad del oleaje de un mar, a veces tormentoso, bravo y salvaje, otras veces, lleno de calma chicha, de gozo y de alegrías.  Un libro de poemas a veces en prosa, a veces a modo de haikus y en cualquier caso, poemas para leer, saborear, oler, acariciar y sanarnos al escuchar algunos versos como estos:

Tengo mi árbol escondido en un cuarto
abierto al futuro
y le hago creer que duerme en un jardín
y bajo el cielo

Porque cuando hacemos recuento del naufragio, y observamos los restos, y la adversidad es más grande que nosotros, más sucia y fea, más haraposa y triste, siempre podemos elegir asirnos a cualquiera de sus pecios y vestirlo de esperanza. 

Con Los pecios del naufragio, el último poemario publicado poro Eloísa Pardo Castro, he llegado a enfrentarme a emociones ocultas, a batallas conmigo misma para luego ayudarme a reconocerme, y a amarme sin límites. 



Eloísa Pardo Castro nace en Tomelloso, Ciudad Real. Actualmente vive en Leganés y desde 2003 da clases de alfabetización a mayores como monitora voluntaria de la Universidad Popular de Leganés, (U.P.L.), en la casa cultural y regional de Castilla-La Mancha de esta ciudad, dirige los talleres de escritura creativa y ludolingüística «Asiole Dorpa» y un encuentro poético mensual.

Obtuvo el Primer Premio de Poesía de la Universidad de Getafe en 2004, y finalista en el 2005; el Primer Premio de Narrativa Breve de la Universidad Permanente de Alicante (2004); Primer Premio de Poesía en el IX y X concurso de poesía de Leganés, años 2004 y 2005 y de Relato en el 2011; primer premio en el IV concurso de relato de la Mancomunidad de El Alberche 2008 y de microcuento en el I Concurso Internacional Escribir Adrede.

Presenta, cada año, a los escritores que acuden al libro fórum de la Universidad Popular de Leganés y ha actuado de jurado en diferentes concursos. Ha publicado los poemarios Pronto será oro el membrillero (premiado por la Biblioteca de Autores Manchegos, Diputación de Ciudad Real), Besos de Nitroglicerina en el corazón y Piel; y los libros de relatos Galería de trampantojos y Haro y yo. Pertenece a la Asociación Escritores de Madrid, A.E.M. y ha participado en varios libros colectivos como el X, XI Y XII Encuentro Oretania de Poetas, de ediciones C&G, y en varias antologías de poetas manchegos.


Autora de la reseña: Asunción Caballero (Mascab)

6 de diciembre de 2020

PIEL

 

Piel es el título del tercer poemario de Eloísa Pardo Castro, y, aunque llevaba un tiempo con ganas de hacerme con él, llegó a mí en el momento menos esperado y de la mano de su propia autora.

Ya había leído en Redes Sociales, algunos de los poemas que contiene el libro, pero palparlo, olerlo, sentirlo, es algo que solo podemos hacerlo a solas, porque ese abrazo entre el poema y nuestras emociones, es una relación íntima entre el libro y la lectora.

La poesía de Pardo Castro, habla de tú a tú a sus lectores, utilizando un lenguaje sencillo capaz de remover las fibras a golpe de palabras verso que buscan la luz de cada día a través de las vivencias y de lo cotidiano. 

En ocasiones, juega con la visualidad de sus poemas formando a veces un oleaje de versos, y otras, como banderas sacudidas por el viento de esa rosa que se tatuaba en el suelo del portal de su niñez.

Leer a Eloísa Pardo Castro, ha sido como subirme a una máquina del tiempo que me teletransportara a mi niñez en el primer capítulo del poemario, titulada "La rosa de los vientos", y lo hizo a través de versos que describen esas vivencias de una memoria común a una generación:

(...)Yo bajaba a ver a mi amiga,

con pan y chocolate 

en una mano

y con la imaginación

bien apretada,

dentro de la otra.

.../...

(...)Y olía a boniatos,

           a cocina encendida

                            y a tebeos,

a infancia sorprendida

           que volcaba en cuadernos

de tapas azules y naranjas.

.../...

                                                                                                        (...)Olor a tierra mojada y recortables.

Desfile de hormigas,

contentas, suponía,

con las miguitas que dejaba caer del bocadillo,

con el polvillo a salobre de cáscaras de pipas.


Eloísa nos pasea por sus recuerdos y a la vez, quizá sin saberlo ella, también por los nuestros. En la segunda parte del libro "Esquinas dobladas", la niña que fue, se convierte a veces en una adolescente inquieta y curiosa que busca saber y experimentar todo aquello que la vida le ofrece:


Las primeras minifaldas, aquella boina reclinada,

rímel azul y botas altas

y una curiosidad escondida entre los pechos livianos (...)


Y en otros versos, es una joven mujer a la que comienzan a perseguir los poemas...


Son ya varias noches en las que me visita la poesía.

Un poema se acerca en el silencio de la alcoba

y se mete en mi cama (...)

.../...

                                                                                                                         Se me enredan las palabras 

en el cuello,

danzan, locas,

cuando intento coger algunas (...)


"Piel", es la tercera parte del poemario y la que da título al libro. Aquí la poeta se desnuda a jirones y nos muestra textos más intimistas en los que analiza una a una emociones como el dolor, y aquello que la eriza inesperadamente...

Un día de estos

dejaré salir a esa mujer

que escondo dentro(...)

.../...

Necesito respirar con fuerza,

hondamente,

enviar al fondo de mi cuerpo

todo el aire que se enreda

en las esquinas de esta casa vacía (...)

.../...

No sé de dónde ha salido

este olor a amapola y llanto,

a trueno y a despedida(...)

.../...

(...)Cuando nadie me ve

arranco las fotos del principio

y dejo las hojas del álbum limpitas,

disponibles,

para pegar esos instantes encendidos y plenos

que aún me debes (...)


Y con estos poemas de cenizas, llegamos al "Abanico de nostalgias", cuarto capítulo del poemario, que hilvana textos entre la supervivencia y la rabia:


Tengo un cicatriz en el pecho izquierdo,

estoy marcada por la noche

y por el ruido (...)

.../...

En las esquinas del miedo me apoyo y observo, con ojos entornados, el fragor de la batalla (...)

.../...

Y caí.

Caí como esos edificios

desahuciados

que implosionan hacia

la culpa (...)

.../...

(...)Llegará la noche y el invierno

y te comerá la boca

y hará un nido estúpido

en tu cintura (...)

Piel, es sin duda un poemario de dolor con un canto incontenido a la vida. Es el ave feníx que se incinera para resurgir una y mil veces de manera pletórica. Y, tras el nuevo amanecer al que nos va llevando en su tercera parte, en el capítulo final, "Noches de lunas menguantes", sentimos de nuevo la caída sin fondo que es el viaje hacia la despedida de la madre-hija. ¿Cómo se vuelve de este viaje entre el deterioro global y la pérdida de recuerdos en una madre? Evidentemente, Elosía Pardo Castro, lo hace a través de la poesía. Es así como se salva una vez más, del dolor y de la pérdida.

(...)Mi madre tiene ocho años

y tengo que cuidar de ella.

Por la tarde me pide el espejo

y se perfila despacio la tristeza y los recuerdos (...)

.../...

(...)Yo le diré más tarde que ya dí cuerda al reloj,

que las cortinas están limpias

y que llevaré los libros al desván

para dejarle espacio(...)

.../...

Mi madre ha muerto.

Ha dejado su silla vacía

y suelto el timón de la nave(...)

.../...

(...)hoy me he levantado sin piel.

Será por eso (...)

Un poemario para leer a sorbitos, y disfrutar de una poesía que huye de los adjetivos para hacerse fuerte nombrando a las cosas como son, y no dejar indiferente a sus lectores.


Eloísa Pardo Castro, nace en Tomelloso (Ciudad Real). Es autora de narrativa y poesía. Ha obtenido entre otros premios  y reconocimientos, el Primer premio de poesía de la Universidad de Getafe; Primer premio de narrativa breve de la Universidad Permanente de Alicante; Primer premio de poesía en el IX y X concurso de Poesía de Leganés en 2004 y 2005 y el Primer premio de narrativa de Leganés en 2011.

Es Dama de la Orden Literaria Francisco de Quevedo de Leganés y desde 2003, ocupa su tiempo en impartir clases de alfabetización a mayores como monitora voluntaria en la Universidad Popular de Leganés y en la Casa de Cultura de Castilla-La Mancha en esta misma Ciudad. Donde Dirige los talleres de escritura creativa y ludolingüistica "Asiole Dorpa"

Tiene publicados tres poemarios y el libro de relatos "Galería de Trampantojos" y actualmente, está trabajando en su primera novela.

Para saber de la autora, visita su blog

Autora de la reseña : Asunción Caballero ( Mascab)