30 de octubre de 2022

Sabor de moras en agosto de Manuela Temporelli


 

Editorial: BARTLEBY

Año de edición: 2022

Materia Poesía

ISBN: 978-84-125940-4-1

Páginas: 74

Encuadernación: Rústica

El libro se puede adquirir en este enlace (entre otros)




El pasado jueves 26 de octubre, asistimos a la presentación del último poemario de Manuela Temporelli en el salón de actos del mítico edificio de "Los abogados de Atocha", en Madrid.


Sabor de moras en agosto, es el título de este libro, pero también es uno de los versos que encontraremos en el poemario que está dividido en tres partes y un epílogo.

Un libro que emociona desde su primer capítulo: "Un poco de locura en primavera", donde encontramos un único poema llamado "Por las galerías", del que resalto  algunos de sus versos:

(...)

         "la locura es una llama que se enciende solo para esos cuantos que arriman la cómoda al armario para que no se escapen los silencios"

(...)

         "no se vuelve

          miente quien nos ofrece volver a los veinticinco.

          se retrocede y no es lo mismo,

          dejamos las últimas horas abiertas a la posibilidad

         del encuentro con el futuro, el porvenir llega a quien lo busca y a los demás solo nos queda                     confiar en un futuro imperfecto."

Poema en el que también encontramos algunos aforismos:

(...)

       "la línea entre el homenaje y la venganza es tan sutil como la que separa la envida de la                             admiración"

(...)

       "la ambición es tan salvaje como la supervivencia de los caídos en desgracia"

Componen este poema, unos versos que ocupan las primeras doce páginas del libro. Presentado sin norma entre los signos de puntuación y la gramática, cuyos versos comienzan siempre en minúscula, como si a pesar de los puntos y apartes, el poema fuera un diálogo interior como una invención de la locura o un sueño donde se suceden las imágenes unas tras otra casi sin hilo que las hilvane y que, consigue  estremecernos en ocasiones y, sobre todo, nos hace reflexionar en muchos de sus versos, versículos y aforismos.


El segundo apartado, llamado "Voy a volver a mí", se compone de 13 poemas y comienza con estos versos:

              "Si sumas tres

                 y restas tres

 sobre el papel da cero.

                   En la vida

te quedas desahuciada."

Son muchos los versos de estos trece poemas que nos llaman la atención y nos desgarran en ocasiones. Particularmente, destaco del poema "Despertares":

(...)

"Alargo el día tanto como me es posible para intentar colgar tu sombra en un castaño".

(...)

"Y, ¿cuánto mide un hombre?           Lo que mide su sombra al mediodía"

(...)

"Suben por las laderas las armas con sus hombres,

los hombres con su hambre

el hambre con su horca

la horca con su oficio de hacer quebrar la rama."

Del poema "Renacer"

(...)

"Así ha de ser mi renacer, un continuo derroche de líquido embrionario, una carga doliente en la rama del roble, MI renacer será esdrújulo, como la cúrcuma enraizada en el nombre de la tierra"

Del poema "El valle de los reyes"

(...)

"no voy a darte adioses te dejo mi sonrisa

recuérdala en tus ojos cuando se nuble el cielo."

Como dije antes, la creatividad de su autora, consigue grandes versos en este segundo capítulo y solo muestro aquellos que más me sacudieron, sabiendo que a cada lector, le desgarrarán otros diferentes, pues es un poemario que de principio a fin va cosiendo emociones encadenadas.

Del poema "La muerte cierta", y para finalizar con este apartado del libro, destaco:

(...)

"no mueras por tu idea muérete de agonía

por saber que la luz se apagó antes de tiempo."

La tercera parte del poemario, la componen también trece poemas dedicados a "Mayo y Darío", y así se llama este capítulo cargado de ternura. 

Trece poemas como un legado de trece rosas para sus nietos. Trece poemas que nos acercarán a la infancia para emocionarnos con la candidez de los niños y el amor sin medida de la abuela. 

Una herencia para los pequeños de la familia, con la que siempre recordarán que su abuela fue poeta y les hacía tocar el cielo con cada verso.

Comienza el capítulo con esta nana:

"Arrorró, arrorró,

mis niños duermen

arrorró, arrorró

que mis niños tienen

arrorró arrorró

dos sueños hermosos

arrorró, arrorró,

jugando con osos."

Y la abuela les cuenta en el poema dedicado a Mayo y Darío:

"FUI PRECOZ en el llanto y en la risa, en andar y contar historias cortas. También fui precoz en la ausencia y en la fatal espera de un abrazo que nunca se produjo. Fui precoz como quien quiere huir a toda prisa del tiempo que el tic tac marca a segundos."

(...)

"No tolero el exilio de los abrazos viejos y me refugio siempre en tu sonrisa clara."

(...)

"BUSCAD NIÑOS la luna

en su embeleso

que dibujas faisanes

los ojos negros.

Cerrad los ojos

que la luna se enciende

si están redondos."

En otros de los poemas, dedicados a Mayo, le dice la poeta al niño:

(...)

"Yo me quedé quieta conforme con todo lo vivido pero naciste tú y se movió la rueca que hilaba la memoria la costumbre la sorpresa y volvió la lluvia sin cenizas"

(...)

"Si tú te mueves elevas la estatura y consigues girar la noria de los antepasados para dejar en tablas la partida."

(...)

"Tú, saltando en tu unicornio blanco; yo volando en mi amapola azul."

Y en los poemas dedicados a Darío, le canta la abuela al nieto:

"Darío, color de azucena

cuando encuentra tus brazos extendidos,

cuando sube tu espalda y la conquista,

cuando envía un cohete contra el techo."

(...)

"CRECEMOS Y buscamos el agua de los mares entre el pulmón henchido y la boca de pez, entre los ojos ciegos y la virtud de sal del océano"

(...)

"LO MALO de las burbujas

es que se rompen

y te quedas desnudo

a merced de cualquiera

que te quite la risa

que te quite palabras

que te quite una idea."

Y finaliza la poeta el tercer capítulo, dedicada a los nietos, con un rotundo poema titulado "Testamento":

"REGALO  pitillera con un baño de plata (...)una mesilla baja, un sillón de orejas, dos ventanas cerradas. (...) una canción de cuna, dos versos y una estampa (...) Dos dedos amarillos, una sonrisa rancia...(...)

Y así, con el amor de la abuela y su legado, con las emociones a punta de canción y verso, llegamos la última parte del libro, titulada "Epílogo" y donde encontramos un solo poema dedicado a la amiga ya ausente para siempre, pero siempre en la memoria. 

El poema lleva por título "Sabor de moras en agosto" y de él destaco:

"Voy recogiendo piedras para labrar tu voz y tu armonía a golpes de cincel. A paso torpe camino por tus libros y reencuentro la música de siempre, la misma invocación, sabor de moras en agosto. Ya no han de volver los abrazos y los besos, el cigarrillo a medias ni los vinos del brindis de las diez." (...)

Recomiendo encarecidamente este poemario. Lo hago porque sé que te llegará a lo más profundo de tu memoria y lo más superficial de tu mente. En ninguna de las partes que componen tu cuerpo, tu energía, tus entrañas, dejarán de estremecerte estos versos.



Manuela Temporelli Montiel (Madrid, 1956), Ha publicado los poemarios Lluvia en Junio (Edic. El Cazerón, 1997); Un ala rota (Poeta de Cabra, 2008); Cuaderno de Budapest /Bartley, 2014); y el disco-libro De cal y arena. Homenaje a Camarón de la Isla (2010). Ha sido incluída en numerosas antologías poéticas y Dirigió la Fundación Sindical Ateneo 1º de Mayo, y coordinó la Tertulia Poética "índigojuan"






*** Entrevista a la autora

1 comentario:

  1. Qué hermoso lo que nos cuentas, muchísimas gracias por hablarnos de estos versos :D

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