Asunción Caballero nos presenta su último libro de poemas.
Es la primera vez que me acerco
a la poeta y descubro una portada morada con el título A (des)horas.
Antes de abrirlo me pregunto
por el color de los instantes que nunca llegan y los visualizo en frío. Como
segundos atemporales, puntos azules. Mi sorpresa tras leer el prólogo es que la
primera parte del poemario se titula El
azul de las horas.
La poeta nos recuerda que el
ser humano se vertebra en el tiempo, somos un poco de lo que fuimos y también
un poco de lo que seremos.
Es la primera parte un intento
de apresar aquellos momentos de la infancia en los que la abuela tejía; cuando
escribimos creemos poder rescatar de la memoria aquellos instantes y salir
ilesos. No es cierto tal y como refleja el primer poema «Escribir». Sí tomamos
conciencia de la fugacidad del viaje y de los momentos claroscuros que lo
acompañan ante el deseo de éxito cuantitativo.
Algo tiembla en el centro de
este libro, en su segunda parte El
temblor de las horas.
El lenguaje no es literal y
Asun nos lo recuerda jugando con los signos; se adaptan, aparecen y desaparecen
a destiempo, encierran expresiones de dolor o pérdida y expanden la onda sísmica desde el
epicentro (poema que da título al
libro) hasta el inicio y el fin.
Poemas como «Esperé»,
«Resetear» o «(De)construir una amistad» son fiel reflejo de cómo se pueden
retorcer los segundos y la ola de dolor con las palabras. Me llegan
especialmente las exclamaciones que exigen la presencia de un Dios que nos devuelva
a un tiempo de niñez a salvo en las faldas de nuestras abuelas…
»mil quejíos«
quedan apresados en los huesos
cuando se acerca el violeta.
Última parte; despedida y
aceptación El violeta de las horas. Toda
la poesía tiene esa parte de derrota final tras la catarsis.
Poemas como «Soy Barro»
reflejan –que aunque rota- hay esperanza de futuro.
rota- seré semilla –
alimentaré un presente /fecundaré futuros/
«Las mujeres que habito» o
«Mujer» hablan del orgullo del origen, de trenzas dignas y fuertes como
murallas para alzar la mirada a lo nuevo sin temor a nombrarlo.
No olviden pues mirar lejos,
derribar muros y temores, masticar y leer poesía que-como la de Asunción- hace
temblar y salva.
Asunción Caballero Mascab. Autora de narrativa y de poesía. Ha publicado los libros “Las mujeres que habito” (Taller del poeta, 2015), “Pronombres” (Lastura Ediciones, 2016); “Los zapatos del indigente” (Lastura Ediciones, 2018); “La dualidad de los espejos” (Nueva Estrella, 2020); “Agua” (Nueva Estrella, 2021) y “A (des)horas” (Unaria Ediciones, 2022). Es antóloga de los libros colectivos internacionales, multilingües y solidarios, “NEcesarias PALabras” (Unaria Ediciones, 2015); “Salam” (Lastura Ediciones, 2017) y “Caminos sin fronteras” (Nuevos Ekkos, 2020). Su libro “Pronombres” ha sido publicado en versiones en Lengua árabe y polaca. Parte de su obra ha sido publicada en revistas literarias en los Idiomas chino, rumano, griego, portugués y alemán.
*** Entrevista a la autora
https://nechester-leoycomento.blogspot.com/2022/11/asuncion-caballero-deshoras.html
*** Reseña de este mismo libro por la poeta Yolanda López
https://nechester-leoycomento.blogspot.com/2023/01/a-deshoras-de-asuncion-caballero-mascab.html
¡¡Me encanta!! Mi mas sincera enhorabuena. Besos :D
ResponderEliminarEncarni ha sabido captar la esencia del libro y plasmarlo en papel de una forma excelente. Un libro que hay que leer. Enhorabuena a Mascab por su autoría y un abrazo a las dos
ResponderEliminarLeo ahora está reseña que hizo Encarni Buendía de mi libro, y no solo se la agradezco sino que le pido mil disculpas por el despiste de no estar atenta a su publicación.
ResponderEliminarEs un enorme honor para mí, que una poeta de la calidad de Encarni Buendía, hablé así de uno de mis libros.
Gracias.