19 de noviembre de 2013

EL HIJO DEL HOMBRE


"Toda guevurah me es dada en ha-shamayim y en ha-arets. Por lo tanto, id y haced también talmidim de todos los goyim, sumergiéndolos ha-shem del Avva, y del Ben y del Ruaj ha-Kodesh; enseñándoles que guarden todo lo que os he ordenado; y fijaos en que estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del olam ha-ze. Amén"


Con este párrafo termina el libro que leí hace ya algún tiempo, cuyo contenido es la historia de Jesús contada por sus discípulos desconocidos; su autor César Vidal.


Se trata de una novela que narra los contactos e indagaciones del discípulo de San Pablo, el evangelista San Lucas (Lucano) para escribir el tercer evangelio, al que se ciñe exactamente sin hacer ningún añadido. La novela es posible, aunque harto improbable, que pudiera llegar a enganchar al lector si estuviese escrita en un lenguaje habitual, sin embargo es prácticamente imposible de seguir. En cada página hay de cuatro a diez palabras que hay que buscar en el glosario existente al comienzo del libro. César Vidal nos da una lección de erudición, pero así no hay quien se concentre en la historia por muy conocida que esta sea.


Hago esta crítica como lector normal. No entro en su calidad, que seguramente la tiene. Otros con más autoridad que yo opinarán sobre ella. Esto es un aviso a navegantes y el párrafo con el que doy comienzo a esta entrada es significativo. Hay numerosos muy parecidos, y diálogos que no tienen desperdicio. Como éste, por ejemplo:

"...
- Pero el Ben ha-Adam no era del mismo parecer... -recordó Lucano.

- No. Por supuesto que no -exclamó Yonah alzando los brazos-. ¡Hasta el personaje bueno del mashal era un shomroní!
- ¿Qué respondió el talmid hajam? -indagó el médico-. ¿Le dijo que era un shomroní el que había cumplido con una mitsvah tan importante?"
Está muy claro, ¿verdad? En otro momento, César Vidal pone en boca de Yeshua (Jesús) estas palabras:
"Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Ben ha-Adam cuando venga en su Kavod, y en la del Avva, y de los malajim qedoshim. Aunque os digo en verdad, que hay algunos de los que está aquí, que verán el maljut ma-shamayim antes de gustar la muerte"

¡¡Clarísimo!! Como podéis ver, es para mear y no echar gota (con perdón).

2 comentarios:

  1. Vidal es un evangélico que no entiendo por qué tiene tanto predicamento hasta dentro de los católicos. Sus opiniones como tertulianos distan mucho de la coherencia con la palabra de Jesús o Yeshua-
    Un abrazo.

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  2. Pues sí, y sin perdón. No creo que se deba escribir para dar lecciones a nadie. El objetivo del escritor es emocionar, enganchar y entretener. Al menos bajo mi punto de vista. Tendrá su público, no sé.

    Besitos

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