21 de mayo de 2019

Hebras de azafrán de Lucrecia López Guirao


El día 11 de mayo, en la Escuela del vino de Cehegín se presentó en sociedad Lucrecia López Guirao con su opera prima “Hebras de azafrán” (Editorial Nuevos Ekkos, colección La palabra inquieta)   

En la presentación participaron:
Maravillas Fernández García, Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Cehegín, Lidia González, editora de Nuevos Ekkos y Asunción Caballero, poeta, autora del prólogo y directora de la colección

Aquí os dejo el prólogo del libro a modo de reseña del mismo.


 LA ROSA DEL AZAFRÁN O LUCRECIA LÓPEZ GUIRAO

LA ROSA DEL AZAFRÁN

Amadrinar el primer libro de una autora, es un acontecimiento lleno de alegría y si para más añadidura, se trata de un poemario que con lenguaje cotidiano, habla de las rutinas diarias y se acerca al día a día de numerosos lectores, que se ven reflejados en sus versos, es también una gran responsabilidad que asumo desde mi humilde visión de poeta.
Su autora, Lucrecia López Guirao, llega al mundo de la poesía de manera sosegada, con la tranquilidad de las cosas que se hacen disfrutando del sabor que deja resonancias dulces en el paladar. Sin prisas por ocupar ningún puesto, Lucrecia va dejando la impronta de un sello personal, lejos de los tópicos y de los lugares comunes, según va creciendo a la velocidad de sus versos.
Este poemario ha tomado impulso a lo largo de cinco años, los mismos que la autora lleva madurando la poesía, que desde siempre le ha brotado de sus nobles sentimientos.
Lucrecia es una mujer comprometida con las sociedades del planeta en el que nos corresponde vivir hoy. Un universo caracterizado por la globalización de las economías y los conflictos que sobrepasan el entorno de cada país para ser mundiales.

Maravillas Fernández, Lidia González,
Lucrecia López y Asunción Caballero
  
La poeta observa estos conflictos que generan desigualdades entre los ciudadanos y, respetuosa con las diferencias que nos individualizan las acepta como entes generadores de nuevas experiencias: aquellas que nos aportan la visión y la cultura del otro. Y lo acepta, repito, sin miedo, con la rotundidad de un credo universal que nos une y nos ayuda a crecer como personas.
Desde ese humanismo solidario, la autora nos da la oportunidad de que conozcamos los sentimientos que la inquietan a través de estos poemas de verso libre que he visto granar lentamente, hasta adquirir esa presencia adulta capaz de conmover a sus lectores de este libro que lleva un título cargado de significado: Hebras de azafrán.


La autora: Lucrecia López 
Así, como los estigmas de la rosa del azafrán, el poemario que hoy tienes en tus manos impregnará tu piel con sus versos-hebras, que intentarán entrelazarse a tus emociones desde los primeros poemas.
Hebras de azafrán está dividido en dos partes. En la primera, la autora nos lleva de la mano por los diecinueve poemas que la integran y nos muestra cómo recorrer las raíces-hebras de su entorno más inmediato: el hogar, el amor, la familia…
(…) Me gustan / las líneas de tus piernas / trenzadas a las mías / como savia / de pino joven.
(…) Contigo / el bosque se hace semilla / en mis manos / y la hiedra brota / sin necesidad de agua. Mi madre tiene miedo / a olvidar el sonido / de su risa (…)
(…) Quizá sea hora / de dejarte marchar / de llenar esa maleta / que guardo entre mis sueños.
Porque para Lucrecia, la familia es el nexo con la vida, el motor que la impulsa hacia adelante y, a la vez, el contrafuerte que sostiene sus lágrimas de amargura. No podría existir este primer libro sin los poemas que la autora dedica a sus padres, sus hijos, al hombre que la acompaña y al hogar que conforman todos ellos.
En la segunda parte del poemario, Lucrecia, una vez que ha unido las Hebras, sale del entorno inmediato y se expande al mundo como mujer social, llenando de Azafrán, con su color y condimento, todo lo que está a su alcance.
La madre, la hija, la amante, la amiga, desarrolla unos largos pétalos a modo de antorcha, de llama incombustible, con la que iluminar los caminos de los refugiados; de los niños de las guerras; de la mujer silenciada; de los ahogados en el mismo mar al que se asoman sus veranos y de los que sufren fobias por ser diferentes. Por todos ellos, Lucrecia López Guirao se agranda através de sus poemas y les pone voz en los foros, en donde mete a golpe de verso, el dedo en las mentes dormidas que no son capaces de mirar más allá de su ventana, o que no saben cómo ayudar a quienes lo necesitan.
Y es en este capítulo donde, el lector, descubre a esta rosa de azafrán que es capaz de gritar versos contra las injusticias:
(…) Ninguna eligió ese otoño / que sacudió su miedo / derramado en la alfombra.
(…) Días enfermos / ante el cáncer / de una guerra / sin sentido.
(…) A menudo la sigue, / siempre al mismo lugar: / un callejón oscuro / donde entierra su risa.
(…) Nadie compartió sus lágrimas / en una noche de azul intenso / cuando yo creía que la luz, / rompía las olas / de un mar en calma.


Lucrecia López y Asunción Caballero 

A los versos claros y sin florituras, fértiles en verbos y sustantivos, con los que la autora nombra aquello que sus ojos de poeta observan, los lectores añadiremos los adjetivos precisos y recapacitaremos sobre el rumbo de nuestros días.
Como madrina de esta obra, te invito a leer los cincuenta y seis poemas que la componen y, a interpretar por ti mismo, estas Hebras de azafrán.

                                                   



       Autora del prólogo: Asunción Caballero
         
                                                                                                    

Lucrecia López Guirao.  Cehegín (Murcia)

Es Graduada en Educación Infantil por la Universidad de Murcia.

Sus poemas han sido recogidos en antología como NEcesarias PALabras (Unaria Ediciones-2015), “Flores del desierto” (Unaria Ediciones-2016), “SALAM  Antología de poesía hispanoárabe actual” (Editorial Lastura 2017) ; así como en diversas antologías digitales.
  
Como gestora cultural, ha coordinado el festival Grito de Mujer en Cehegín y Caravaca de la Cruz (Murcia); y el Festival de poesía de Cehegín (verano 2018).




Mi enhorabuena a las dos, a Lucrecia por este poemario que acaba de ver la luz  y a Asunción Caballero por esta nueva aventura en la que se embarca.




3 comentarios:

  1. ¡Felicidades, Lucrecia, por esta primera criatura y por tu cumpleaños! Ya estoy deseando acunar en mis manos a ese recién nacido que con tanto placer espero. Un abrazo besado.

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    1. Los estoy esperando. No tardarán en venir desde Madrid!

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  2. Gracias Chelo y gracias a Asun por este bellísimo prólogo con el que me identifico de principio a fin.
    Gracias por sentir mi poesía conmigo y por llevarme de vuestra mano siempre.
    Qué suerte tengo con vosotras!😍

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