5 de julio de 2019

Kilómetro Cero: Inmaculada Nogueras. Poesía en el espacio y tiempo.


La poesía es una línea continua en el espacio y tiempo.  Todo proceso creativo conlleva  un acto primero de introspección, luego de convicción  y finalmente de expresión y comunicación.
Parece que  la poesía sólo existe,   cuando se escribe cuando decide “ponerse” en un papel.  Y no es así.
La creación en sí es una evidencia relativa, puesto que la poesía es una continuidad -per se-cuando aún no hay soporte. Esa es la grandeza y la gran diferencia de la novela o del relato, bajo mi humilde opinión. La grandeza del poema reside en que está en los hechos, en los objetos, en los sentimientos y en cada una de las cosas que vivimos las 24 h del día, y nosotros  lo que intentamos  es descubrirlas, abrirnos paso a través de ellas como una contemplación nítida. Así por ejemplo lo entendía Borges (es una idea que siempre me ha fascinado y la he utilizado en otras  reseñas o artículos):
“Cuando yo escribo algo, tengo la sensación de que ese algo preexiste. Parto de un concepto general; sé más o menos el principio y el fin, y luego voy descubriendo las partes intermedias; pero no tengo la sensación de inventarlas, no tengo la sensación de que dependan de mi arbitrio; las cosas son así. Son así, pero están escondidas y mi deber de poeta es encontrarlas.”

El poeta se pone frente al mundo, ve, observa, contempla y escribe. Un ejercicio de lucha, interna y fluida: continuamente hablamos con nuestro yo personal  y lo proyectamos  en el mundo y el mundo a su vez, incide también en ese yo dándonos las claves para poder explotar toda nuestra creatividad.
Erróneamente pensamos que el poeta solo expresa sentimientos, y lo hace para sí mismo. En el momento que la palabra es emitida, ya sea en papel o en la voz, ya no es nuestra. Comienza a ser del receptor, del lector, de aquellos que escuchan y se identifican con nuestros versos.
La poesía es  exigente; se adueña , exige sacrificio,  entrega;   se desborda   cuando decidimos que será nuestra compañera y que exigirá como nada ni nadie es capaz de hacerlo.  

 Kilómetro Cero de la poeta Inmaculada Nogueras Montiel es  afín a estos principios. Un recorrido ya iniciado y que la publicación convierte en certeza: La poesía se ha convertido en una evidencia, en una constatación crítica y rigurosa.  Pero además es el camino que ha elegido nuestra autora. Todo lo que ha sido y es se ha manifestado en su forma de escribir.

Un primer bloque marcado por una frescura en sus versos y con metáforas  que dejan una riqueza visual, estética y lingüística magnífica:

Allá dentro del pecho
los corazones, se alimentan de espumas
y de limón.
Ofrece la imagen de la necesidad, de la premura por abarcar todo, con una  terrible  sed y una tremenda sequía poética, que va a generar una simbiosis en su escritura.  La poesía es un hecho, pero  está aún por explotar; el hambre de encontrar respuesta va a inundar todo el poemario:

CRISÁLIDA
Soy un lagarto perezoso al sol
de escamas estiradas
que crujen,
crujen de gusto
y de ambición
entre bostezos
para cambiarse en táctiles papilas,
en piel hambrienta,
en ventosa que busca condensar
ávidamente
todo el calor del mundo
para fundirlo,
gozarlo,
acapararlo.
Salta el día exultante de sueños
que rebosan por las cavidades
del qué haré,
qué puedo hacer
y cuando.
Me muerde la premura
de abarcar
el todo a corto plazo.

Inmaculada siente un deseo inmenso de hacerse poema, (recordamos a Gil de Biedma: "Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo quería ser poema...”). De hacerse a sí misma en la palabra. Pues la palabra significa para ella el estrato más elemental que es capaz de fundir todo en una única  verdad y realidad.

En su segundo bloque DE ADMIRACIONES inicia con esta cita: Formas y contenidos que deslumbran.
A su sombra,
crecen inquietudes
y se alejan inseguridades

Es una segunda etapa en la que ha dejado a un lado la necesidad de búsqueda, el verso ya no es  una similitud con la realidad, con sus sentimientos, ya no busca señales que evidencien su yo poético puesto que ya existen de por sí y lo ha descubierto...  Este momento ella,  homenajea a aquellos que han permitido remover sus raíces  narradas en el anterior bloque y hace un recorrido poético visual a la figura de Juan Ramón Jiménez, Machado ,  Lorca o Miguel Hernández. También a  Zenobia porque canta  a la mujer poeta, no a la poetisa, si no al poeta, al alma indefinida  de quien fue y es musa: el alma es indivisible y carente de sexo, puesto que el sexo en la poesía es la indecencia de lo profano o de lo humano, relativizando y desdeñando   por el hecho de ser mujer. 

En esta parte es hermoso el poema que alude directamente a Juan Ramón como el causante de su devoción y despertar poético:


LAS PRIMERAS LETRAS

Hoy que los años me prestan perspectiva,
hoy, cuando siento
el bagaje del pasado,
en este ocaso pleno del sueño de las olas
que mecen con su ritmo y ahondan en la arena.
Hoy que me vienen fulgores a las mientes
del latir ofuscado en las tardes de infancia,
retazos plenos de mágicos delirios,
de sangre incontrolable y mente bulliciosa.
Hoy, cuando evoco que fuiste detonante
de un pecho que ignoraba como hilar sus quimeras,
y la verdad que vibra en el sincero verso
que a corazón abierto destilará la pluma.
Me saliste al paso, y se abrió la mirada;
y tu nombre, Platero, me sonó a campanilla.
Al leer que tus ojos refulgían en astros
y el símil referente al pigmento del iris,
me ganó el desconcierto jugando al escondite,
creía que «azabache» era nombre de hada.
Desde el primer momento te adueñaste de algo
que estallaría puertas a la inquietud yacente.
Se removió el sentir, traspasó las pasiones,
y me bañé en tu esencia, temblando confundida,
como en grueso celaje que refrescó mis sombras.
Hoy sé que la inocencia del corazón humano
se viste de Plateros entre fulgor de nácar,
que todos encerramos un ser tierno y sensible
de algodón esponjoso, de nostalgias y azúcar;
y que en aquella niña, que era un folio a estrenar,
plasmaste con tu firma un deje somnoliento,
cuyas connotaciones quedaron para siempre.

VERSOS DE PLENITUD , su tercer bloque de este kilómetro  Cero.
 Citemos:   “la palabra se encarna en la imagen y la razón fertiliza en el símbolo  para elevarse a los lugares donde ser, plenamente, sea posible”. Chantal Maillard

Podemos poner este fragmento que me ha gustado mucho y me ha sugerido la anterior cita:

Se rompe la razón en pos del sentimiento,
el sentimiento añora a la razón esquiva,
el mágico alivio
del blanco que lame los collados,
que cubre, que abraza, que preserva.
El amor se come las uñas,
Se lavan manos sin limpiarse.
Me rodea una jaula cuyos barrotes duelen
por su elasticidad inarmónica
Las cuerdas vocales se arquean
en el acto imposible de intentar trasladarte
a mi propia cordura.


Realmente, llegado a esta parte del libro, Inmaculada explota todo su sentir poético,  no hay ensayos, ni partidas, hay una nitidez poética clara y sus versos fluyen con mayor decisión. 

Nosotros transitamos,
o, ¿somos transitados por conceptos vacíos?...
Es la cuestión, ¿existe
aun siendo solo humo que roce nuestros dedos?...
¿Es dueño del futuro
y ladrón del ahora
o, en resumen, no es?...
Somos nosotros mismos los perros de la muerte.
¿Qué me importa si es será o ha sido?...
Me pido conservar sobre mí tu mirada.
El amor/el desamor/ la injusticia son tres términos que seducen a la protagonista en este libro, que acucia en ella de forma inherente pero que sirve enlace, principio y fin de todo.  El amor o el desamor es un revulsivo, a veces en ese caminar en el que tropieza  y desazona al poeta:
Solo ha sido un impulso,
un acto de valor ante este timbre
que promete el retorno en ave fénix
y que me ha dado pie
a creer un momento.

............

Sangro versos por heridas que no residen en mi piel
...................
Ven,
vayamos al rescate de nosotros mismos...
..............

No acaba la pasión en este mundo,
un amor como el nuestro se sitúa
en ese otro lugar y continúa.

Hemos visto ya 3 aristas de nuestra autora. Llegamos al final: EL HOY. Apenas quedan kilómetros, hemos surcado la línea temporal desde su nacimiento, hasta la consagración  de un estilo propio y marcado por la influencia de grandes escritores. Todo autor tiene un principio y un recorrido marcado, pero también tiene un presente. Y ese presente no es un término. No es una meta. Kilómetro Cero no termina  aquí. Su mirada con el  peso de la madurez, intenta seguir aprendiendo, seguir buscando nuevas fórmulas. La poesía nunca se extingue y sigue necesitando  reconstruirse. Dice nuestra autora en su poema  Acaso:

Acaso mañana o después será otra vida,
acaso en este mismo instante ya lo sea.

Atención a sus poemas  “Acaso”,” Hoy” o “Supongamos.” Son algunos de los poemas que me han gustado por  su nitidez, ritmo  y madurez.  Me llevan a un pozo de conocimiento y de virtud.
Muy pocos poetas ofrecen respuestas y preguntas en un mismo poema.  Y eso es posible por el carácter existencialista que se desprende de ellos.

Imagino a una mujer esperando nueva simiente.  No hay final en este Kilómetro Cero, hay una dulce espera.  Un segundo para volver a poner el motor a cero, y cargarlo con nuevas revoluciones.


Hoy quiero transformarme en amazona
y bordar las praderas de carmín,
columpiar esa vena socarrona,
mientras suena el lamento de un violín.
Hoy quiero asir el viento por las bridas
y cambiar los menguantes por crecidas.









Kilometro cero.




Editorial:
ALGORFA
Año de edición:
Materia
Poesia
ISBN:
978-84-120335-2-6




Páginas:
140




Colección:
FONDO

web editorial: https://www.edicionesalgorfa.es/tienda-1/








Inmaculada Nogueras Montiel nació en Granada (España) donde estudió Geografía e Historia en la Universidad de Granada.
Opositó en el único concurso que, en su día, convocó la Red de Ferrocarriles Españoles al que se presentaron noventa mil personas, sacando plaza entre los diez primeros y formó parte de la primera
promoción de mujeres en la plantilla de dicha empresa.
Hizo un curso de relato en la Escuela de Creatividad y desarrollo.
Ha publicado diversas antologías como Mujeres y sus plumas, (Antología poética declarada de interés cultural) y participado en diversos encuentros poéticos. Colabora con varias revistas literarias y colaboró con Radio Epikadial.
Es embajadora de la palabra para España por la fundación César Egido Serrano de Madrid, miembro de la Asociación Literaria y Artística Aliar y componente del taller literario de Jorge Milone, así como socia del Centro Artístico Literario y Científico de Granada.
Es prologuista de varios libros y ha publicado diversos relatos entre los que se halla el XX Certamen literario "Experiencia y vida" del Gobierno de Extremadura.
Participó en la Antología Poética “Aires de Andalucía” presentándola en Granada y superó el Mooc sobre Federico García Lorca impartido por el departamento de literatura de la UGR.
Ha realizó una entrevista poética para Radio Juventud de Conil y participado en el Festival “Grito de Mujer” en Cádiz.
Formó parte de la comisión organizadora de la Feria Hispanoárabe de Granada.
Organizadora del Homenaje a Pablo García Baena en Granada y otros muchos eventos.
“Siempre he creído que la poesía es la belleza que nace con nosotros, las inquietudes que pugnan por salir de nuestro interior, el deseo soterrado de dar forma a un mundo mejor y el ansia de dejar nuestra huella.”


6 comentarios:

  1. Gracias a Isabel Rezmo por la reseña de mi libro Kilómetro cero. Es un placer poder mirarlo desde los ojos de una autora tan versada y completa y disfrutar del riguroso análisis de la poesía que ella domina con tanta perfección.
    I. Nogueras

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  2. Magnífica reseña, Isabel, con la que me siento totalmente complacido. Como bien apuntas y adjudicas a Borges, el poema se engendra antes de tomar forma en el tipo de edición que sea, porque antes de eso ya es vida por vivir; luego, cuando llegue a mos del lector, se multiplicará en tantos poemas como lectores alcance. Cada persona le aportará sus experiencias; sus vivencias se ahormarán a la composición e irá tomando las aristas desde las que cada uno sea capaz de enfocarlo.
    Por el cariño que te tengo y por el inmaculado que guardo para Inmaculada Noriegas, gracias por venir a darle a ella y a su obra la relevancia que yo he querido ver en el epílogo.
    Un abrazo triple: a ti, a Inmaculada y a Chelo, atalaya de este espacio.

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    1. Muchísimas gracias, Paco. Para mí es un honor que un poeta como tú accediera a hacer el epílogo de Kilómetro cero y te agradezco infinito este comentario, Añado que estoy de acuerdo contigo en las consideraciones que haces y en la calidad de la reseña que ha hecho Isabel Rezmo. Un fuerte abrazo

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  3. Isabel, como siempre, una gran reseña la que nos dejas y con tu permiso voy a aprovechar para comentar aquí lo que ya le dije por privado a Inmaculada.


    En Kilómetro Cero, Inmaculada nos deja ver sus conocimientos de métrica y rima pues en algunos poemas, como puede ser "Hoy quiero", hace gala de ellas. También deja ver su riqueza / variedad de vocabulario y se puede apreciar que ha leído mucho, entre otros libros hace alusión a "El Quijote" en más de una ocasión. Podría hablar de las influencias / alusiones a Machado, Lorca, entre otros ...pero eso ya lo específica muy bien Isabel . De los poemas, destaco "Tener sesenta años o más" quizás porque me veo reflejada en él.
    "Tener sesenta años o más es
    haber desbrozado las aristas.... "

    Una buena imagen de las muchas que nos encontramos. Mi mayor enhorabuena, Inmaculada, por este libro que espero solo sea el primero de muchos y que seguro es un éxito.

    Gracias de nuevo Isabel por dejar tus reseñas en este blog.

    Un abrazo a ambas.

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    Respuestas
    1. Infinitas gracias Chelo por ceder este estupendo espacio por el que te felicito. Te agradezco también el comentario que, en su día, ya me hiciste en privado y que para mí tiene un gran valor. Estoy de acuerdo contigo en la calidad de la reseña de Isabel Rezmo,a la que agradezco desde aquí el gran trabajo que ha hecho. Un beso y mi gratitud para ambas.

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  4. Maravillosa reseña de Isa, ella todo lo que toca lo convierte en polvo de estrellas...
    Aunque esta vez, con unos versos como éstos, la magia estaba asegurada. Gracias a las dos por regalarnos tanta belleza.

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