Son los grandes temas universales vistos desde el prisma del
acontecer de la gente sencilla en su día a día los que nos vamos a encontrar:
el amor, el desamor, las relaciones que se establecen, los sucesos que nos
conforman, las rupturas, la migración, los exilios interiores, la
preocupación por el planeta o el desarrollo sostenible, entre otros.
En definitiva, las vicisitudes de la vida diaria. Una serie
de personajes a los que les pasan cosas como las que le pueden ocurrir a
cualquiera.
"Salón de proyecciones" (MAHALTA Ediciones. Octubre 2024) de Isabel Montero Garrido y de él vamos a hablar
1.- Estoy frente a “SALÓN DE PROYECCIONES “de Isabel Montero
Garrido, su primer libro de relatos y me pregunto/te pregunto.
¿Qué nos quieres indicar al ponerle ese nombre a un
libro de relatos?
I.M. Para mí dar título a una obra es uno de los aspectos más
complicados que se me plantean, pero este título siempre ha estado ahí desde el
principio. Lo que tengo claro es que voy a proyectar una serie de ficciones a
partir de lo que la vida y lo que me rodea me cuenta a mí. Sé que van a ser
historias en blanco y negro. Además, soy una persona que veo mucho cine desde
pequeña, y creo que, a la hora de contar, en este libro, lo que voy a hacer es
abrir una cámara y proyectar. Esa es la idea.
2.-Me decido a entrar y sin preámbulo voy directamente a Salón
de proyecciones: Stand By el relato que abre el libro y al leerlo, tengo la
sensación de que nos estás narrando “un corto”, un video que nos describes
imagen a imagen y he visto a los hombres sin expectativas, a la chica de pelos
raídos, al perro, a la señora del piso de arriba, a la policía, a los hombres
del otro barrio … y hasta he invocado a Jehová Dios con ellos.
La verdad es que no soy lectora habitual de relatos, pero
este, además de por el contenido, me ha sorprendido por su forma de escribirlo,
por el realismo que has conseguido en él.
¿Qué efecto pretendes causar en el lector al
presentarlo de esta forma?
I.M. Salón de Proyecciones:Stand by fue el primer relato. Tiene un corte de guion cinematográfico y narra vidas a modo de squets, pequeñas escenas que suceden en un barrio. Yo lo sitúo en el barrio en el que me críe, y miro como si acercara el objetivo de la cámara. Cada momento, cada vida que aparece es un personaje que seguramente va a fracasar. No sé porqué en los barrios obreros hay gente que salimos adelante y otras personas no. Es independiente a la economía quizá. Porque en la época que yo miro para la escena de este relato, años sesenta en adelante, la economía de este puerto pesquero en el que me crie desde los siete años no estaba mal, había trabajo, en la mar, en almacenes, factorías... De hecho, a mi barrio lo llegaron a llamar “la ciudad del dólar”. Pero hubo muchos jóvenes que no salieron adelante, jóvenes que se quedaron atrás, por la droga... y otros factores. No sé si es un grito de dolor lo que supone este relato para mí, los puertos en los años sesenta y setenta eran lugares donde corría el dinero, también la droga, la prostitución, el juego... De mi generación estudiamos unos cuantos, los que tuvimos expectativas, o acceso a la cultura de una forma u otra. Pero gran parte de mi generación murió. Este relato lo podemos ver como un anticipo de lo que vamos a encontrar a lo largo del libro. Un guion de proyecciones. Vamos a ver historias de personas, normalmente de las que se consideran perdedoras a nivel social y calidad de vida. Son personajes que por una causa u otra están en desventaja de diferente tipo. Personajes que sufren y viven diferentes tipos de violencias. Parece que de entonces a ahora hemos avanzado aunque no tanto. Por eso parto así de este relato para abrir el libro. Considero que socialmente el avance es pequeño y en estos momentos ralentizado. Hay hoy en día muchas personas sin expectativas. Puedo mirar cualquier barrio y puedo ver cosas, situaciones muy parecidas. Me he dedicado a la docencia en barrios humildes. Una actividad elegida, tal vez motivada por ese Stand – by de los hombres sin expectativas que yo vi de niña. No quiero con esto inculcar una moralina, ni enseñar, sólo mostrar y que cada lector interprete desde sí mismo.
3.- Oráculo en un salmo es un relato de tinte
apocalíptico del que Víctor Hugo Pérez Gallo, prologuista del libro dice que,
en su humilde opinión, “sobresale estilísticamente y es un texto antológico”.
Y, como él, yo también me vi inmersa en el ritual chamánico
de las ancianas.
¿Es este relato tu manera de hacernos reflexionar
sobre ese final hacia al que dicen que nos dirigimos?
I.M. La verdad que es un tema que me preocupa y que está
relacionada con la calidad de vida, la preservación del Planeta es como pensar
que lo acuciante ahora es cuidar la casa en la que vivimos, la Tierra, y
hacerlo en todos los sentidos, no sólo desde el plano ecológico que como digo
corre prisa, también en el plano mental, para preservar el pensamiento autónomo
y crítico y no llegar a ese plano casi sectario de un “ritual”. Es como dar un
giro de tuerca y pensar, si pasa esto, volvemos a empezar en un planeta al que
hemos convertido en hostil nosotros mismos, los seres humanos. Desde el punto
de vista antropológico, plasmo una recesión hacia un primitivismo del ser
humano, donde, además, un ser considerado superior pueda dirigir la vida de los
hombres y controlar el pensamiento. No me asusta la IA si está bien regulada, y
tiene aplicaciones encomiables en el plano de la medicina y otros avances. Sin
duda es necesaria. Pero nos puede colocar en una postura incómoda, hay excesivo
control en el mundo, y las libertades, no sé si están desapareciendo. Me
preocupa que la ética, la moral, la filosofía desaparezcan y finalmente el ser
humano esté dentro de “un lavado de cerebro”, y se dirija a comportamientos que
sean “sectarios” en un mundo poco claro y contradictorio. Creo que nos manejan
los hilos. Ya digo que mi idea no es inculcar, sino mostrar. Esto hay o esto
veo y esto me preocupa a mí. ¿Os preocupa también a vosotros como lectores? A
partir de esto, ¿qué pensáis como personas ahora que todavía existe algo de
pensamiento?
4.- “Todavía no había entrado la negrura en nuestra casa”
dices en Tiempos de borrasca, un relato de corte intimista con el que
logras contagiarnos de tu esfera emocional.
Un relato en el que apoyándote en “la carcoma” nos vas
mostrando metafóricamente el deshacerse de una familia en un puerto en decadencia.
¿Cuánto de tu historia personal hay en este relato?
I.M. La verdad es que este libro es básicamente una ficción. Si es
verdad que en los puertos de mar hay carcoma y esta carcoma dentro de la madera
crea unos ecosistemas para la supervivencia. Hay muchas familias en decadencia.
Cierto que hay algo mío, las sábanas, y que mi madre las compró en la
cooperativa del puerto… Pero en todas las familias puede haber carcoma. Y hay
que luchar contra ella. Y no sólo en barrios obreros, esto es una metáfora para
definir como los lazos familiares pueden estar llenos de nudos,
independientemente de la clase social incluso. Y esos nudos a veces hay que
cortarlos. Medito mucho sobre las relaciones familiares. También me he dedicado
a trabajar con alumnos, a orientar a sus familias… Mi profesión me ha llevado
muchas veces a plantearme lo que venía a decir en la primera pregunta ¿por qué y
cómo influye la destrucción de una familia, en un niño o niña? Por las causas
que sean. Realmente creo que lo que me interesa es la infancia. Preservar y
defender esos derechos infantiles que se incumplen demasiadas veces de unas
formas u otras.
5.- Avanzo en la lectura del libro y observo que cada relato
plantea una situación distinta, historias ambientadas en la vida cotidiana que tocan
los grandes temas que nos rodean:
Cambio de tipo de vida/mujer absorbente /separación; mujer
que se cansa de ser mujer/ relación de violación continuada; la preocupación de
una madre ante el abandono de la casa familiar de un hijo; mujer que encuentra
en la crítica a su vecina su forma de denunciar la diferencia de clase social;
el maltrato …….
Podría decirse que son las historias de siempre, pero
narradas con un toque muy personal, sin dramatismo.
¿Hasta qué punto es tu forma espontánea de escribir?
I.M. Mi forma de escribir es espontánea si, pero no abro el ordenador
y voy a la deriva. Yo llevo mi proyecto en la cabeza, tomo notas y me enfoco en
lo que veo. O un recuerdo me activa una chispa. O una situación que observo me
lleva a otras y luego construyo cada relato con la voz que creo que necesita. Y
dejo vivir a los personajes. Un relato me lleva tiempo porque doy vueltas a la
idea y me ocupa la mente varios días, y sobre lo que tengo escrito, creo y me
recreo en la imaginación, y modifico, pruebo voces, ritmos, efectos, e incluso
me documento. A veces llevo un hilo conductor del proyecto de relatos y surge
otra cosa y ese hilo lo cambio. Trabajo con esquemas y notas y conozco bien a
mis personajes. Pero sí, frente al ordenador soy espontánea, los diálogos
suelen fluir, las descripciones de escenas también. Es una idea que llevas
tiempo madurando. Yo soy una persona lenta para publicar así que doy muchas
vueltas. Vivimos en un mundo de “violencias”. Están por todos los lados.
Intrafamiliares, sociales, económicas, situaciones en la vejez, si, los grandes
temas. Y los trato con naturalidad, a veces con cierta ironía, porque si usara
el dramatismo subyacente que tiene cada una de ellas, la situación atroz, ni yo
misma podría contarlas. Psicológicamente el humor, es una defensa para seguir
adelante. Y además suceden, diariamente con naturalidad en el día a día.
Llegamos a verlas hasta con cierta normalidad. El ser humano es adaptativo y lo
hace hasta en situaciones extremas.
6.—“Pienso despacio, a trompicones —igual como corre la
cortina blanca de la cocina cuando se engancha a la puerta--, y la historia
suena recurrente, toc, toc, toc, …en mi cabeza.”
Así, con toda naturalidad y con esa comparación tan de andar
por casa, comienzas uno de los relatos que más me ha impactado Inocentes no
solo por el tema sino porque dices que es verídico para luego … terminarlo diciendo
que era el día de los Santos Inocentes lo que ha hecho que me quede con un mal
sabor de boca.
¿Puedes/quieres desvelar cuánto de verídico tiene?
I.M. Como
digo ya a lo largo de las entrevistas, el libro es una serie de ficciones pero
que se asientan en realidades cotidianas. Sí, es un relato brutal. Pero no ha
ocurrido. Han ocurrido otras cosas. Parto de un hecho verídico, pero no, el
tema de las quemaduras es una ficción. Estando en los puestos voluntarios para
funcionarios docentes, que atienden alumnos en desventaja social, por causa de
absentismo escolar, alumnado migrante con desconocimiento del español, es decir alumnado que afronte barreras que limiten
su aprendizaje y participación derivadas, especialmente, de factores sociales,
culturales…y que de no ser atendidas las necesidades educativas asociadas a esa
condición, podrían originarse graves carencias en las competencias o
conocimientos básicos del alumnado…llegaron
tres menores hermanos con desconocimiento del español al aula enlace que la
llevaba un compañero pedagogo. Esta es la primera acogida que se hace para el
aprendizaje del español. Venían en una situación deplorable derivada de la
pobreza extrema. Mi compañero tocó mi puerta y abrí y me dijo:
—Compañera,
sal por favor un momento, hoy nos llegaron “Los santos Inocentes”.
Y
bueno, hacía días que había visto sarna en otro alumno entre otras muchas
cosas, y me desbordó la impotencia. La situación de vulnerabilidad en la infancia
es tremenda en muchas ocasiones. Y escribí esta historia. Cuando estás en estos
programas escolares ves muchas cosas, hijos de personas drogodependientes,
muchas cosas… Y duele. Duele no poder solucionar nada. No tener las
herramientas para que el mundo sea más justo. La infancia hay que cuidarla. Es
el futuro de una sociedad y te ves impotente. La cabeza me hacía toc toc a mí.
Escribí esta historia. Parafraseé en cierta manera el título de la novela de
Miguel Delibes. Y en ese toc toc, pensaba que cuánto determina el lugar donde
se nace.
7.- Vecinas, quizás uno de los relatos más largos del
libro, y de los que más me ha impactado porque los temas (el Alzheimer y la
soledad) me tocan de cerca.
Si no estoy mal informada, tienes algunos relatos premiados y
este es uno de ellos ¿qué premio tiene? ¿Por qué no publicitarlo en el
libro?
I.M. Si, hay varios relatos premiados entre ellos este. Tiene un
premio “Especial Pedro García” de la Asociación de Vecinos de Vicálvaro y la
Junta de distrito. Se premiaba un relato en este apartado. La premisa atiende a
“Personas que hacen cosas por los barrios”. En ese momento trabajaba yo en El
Pozo, en Vallecas y recientemente había leído la historia de este barrio. Me
gusta documentarme cuando voy a trabajar a distintos lugares, y ambienté esta
situación en esa zona, tiempo atrás, cuando se formó ese barrio.
No hago mención de los premios, no jaja, es que tengo unos
cuantos premios de poesía y relato, pero realmente no me determinan como
escritora. Yo me dedico a contar, nada más. A veces, presentas algo a
Certámenes, pero yo no soy muy dada a hacerlo. Creo que están rodeados de
cierta vanidad que como persona no me interesa personalmente. Aunque de vez en
cuando a nadie le amarga un dulce.
El Alzheimer lo conozco de cerca por una tía y por mi abuela
materna. Entonces aun no se llamaba exactamente Alzheimer, y creo que todavía
es difícil definir qué es Alzheimer o Demencia senil. Mi abuela además era
sorda como yo, aunque eso no está presente en el relato. Pero la sordera genera
aislamiento social. Y creo que ya queda patente. Me acuerdo de mi abuela, pobre,
sorda y luego un Alzheimer. Entonces para la sordera no había ayudas técnicas.
Unos audífonos por los que se escuchaba poco. Afortunadamente no tuvo que
migrar de su Navarra natal. Pero tenía dos situaciones que derivan en
aislamiento social.
El relato es un homenaje a esas mujeres que en los barrios humildes trabajaron tanto, para que sus hijos estudiaran, para que salieran adelante. A esas mujeres que llegaron a Madrid de otras partes del país con el cielo y la tierra, en busca de un futuro mejor, huyendo del hambre y la pobreza que habla en España. Creo que la gente corriente es la que hace por los barrios. Creo que merecen mención.
8.-También hay que destacar la longitud de los relatos, porque con la misma maestría utilizas
el relato largo (Vecinas, Presupuesto, …) que el relato corto (Ratonera,
Hogar 15 de abril, …),
y es precisamente Ratonera en el que plasmas, de una manera contundente,
la violencia que se vivió durante una época en el País Vasco y no solo contra
los de fuera, sino también contra los de dentro.
Todas esas vivencias seguro que han marcado tu vida, pero… ¿cuánto
han influido en tu forma de escribir?
I.M. Nacer y criarse en un entorno violento socialmente, te condiciona. Yo nací en 1958 en San Sebastián y allí viví hasta 1981. Vine a trabajar a Madrid. Allí en ese momento estaba difícil. Nacer en 1958 supone ser testigo de mucha violencia, también hablo de ello en “Tiempos de borrasca”: “fueron aquellos tiempos de plomo y ceniza…” Este tema del “conflicto” está presente siempre en mi escritura, sea en la prosa o en el verso. “El fulgor de las aguas entre los árboles” está lleno de referencias también y mis otros libros de poemas. Porque realmente siempre teníamos que salvarnos, de lo que sea. La violencia estaba en las calles, en la sociedad y había un grupo terrorista. Todo era violencia y todo estaba marcado por los tiros, por las barricadas, por el miedo a una bomba, a una bolsa en un cajero o el disparo desafortunado. Recuerdo también ser niña e ir de la mano de mi madre entre las tanquetas de la policía, y ver los ojos por las rejillas, una imagen que no puedo olvidar. Los niños y las niñas, somos receptores de esa violencia y víctimas. Crecimos en el miedo, porque o bien había una redada y apuntaban a las ventanas de tu casa, y te refugiabas debajo de las camas…o volvías a tu casa por el monte… Yo he sido una niña muy normal, nada metida en “política” como se decía entonces. A veces yo me acostaba y pensaba que si pusiéramos los colchones en las ventanas no podría pasarnos nada. Jugábamos a adivinar si era una bomba o un cohete…En fin, siempre escapándonos, siempre buscando lugares más seguros para jugar. Un niño o niña que crece en un ambiente violento lleva una marca indeleble, primero sufre de niño y de adulto tiene estrés postraumático para empezar. También escoge, que es lo que planteo en “Ratonera”. ¿Qué determina que unas personas escojan un arma para matar, o formar parte de una banda terrorista? ¿Por qué hay gente que empuña un arma y otros nos declaramos pacifistas? Es algo que no sé. A veces cuando escribo intento aclarar preguntas personales para las que no tengo respuesta. Participé en una sentada en el Boulevard de Donosti en el año 81 si no me equivoco. A un lado estaban encapuchados de ETA con metralletas y al otro la policía con sus armas. En medio los jóvenes y no tan jóvenes que queríamos vivir en paz. Pasé miedo, un miedo necesario para poder avanzar, para vivir en paz, para que las muertes cesaran. En todo conflicto hay una parte que sufre, son los ciudadanos de a pie, y los grandes inocentes, los niños. Lo estamos viendo ahora en Gaza, Ucrania… El País Vasco, perdió muchos puestos de trabajo porque las empresas se trasladaron a otros lugares, en los que no había impuesto revolucionario. Las clases sociales obreras sufrieron las consecuencias y la desolación. También el miedo. Hay un libro de Clara Usón que he leído este verano, “Las fieras”, que muestra muy bien las diferentes situaciones violentas que se vivían en el País Vasco fueron tiempos muy convulsos. Salón de Proyecciones ya estaba en editorial cuando leí este libro. Leo poco sobre el tema “conflicto”. No puedo soportar la ansiedad. El terrorismo fue cruento, horrible. Para la violencia y la muerte no tengo palabras. Creo que por eso lo escribo. María Zambrano habla de “un no lugar”, creo que algunas personas buscamos ese “no lugar” seguro para salvarnos.
9.- Conocía tu prosa poética y sabía que escribías relatos,
ahora después de leer el libro solo me queda darte la enhorabuena por su publicación y las gracias
por haber accedido a contestar a mis preguntas.
Y ahora,
si quieres añadir algo es tu turno.
I.M. Salón de Proyecciones es un libro sobre violencias de todo
tipo que se viven en la sociedad. Es un libro que habla de la gente sencilla a
la que le pasan cosas. Es una mirada compasiva pero escrutadora. Es una manera
de plasmar la tan necesaria justicia social y el derecho a no ser
desposeídos.
Abarca un periodo largo. Cuento desde los años 60 hasta la
situación terrible producida por la Covid, y me centro ahí en la soledad de la
vejez y la situación de nuestros jóvenes, tan preparados y precarios a la vez,
que tienen que irse fuera a trabajar. Hay varios escenarios, mi tierra, Madrid
que también es mi tierra, y dejo espacio para relatos que están entre lo real y
lo maravilloso, además de los mundos distópicos o no tanto ya, de los que hablé
antes.
Es un grito personal en defensa de la infancia de todos los
lugares del mundo para que nada se pierda. Es una demanda y un intento de
responderme a mi misma por toda la sociedad que sufre injustamente.
Y me queda decirte, querida Chelo que agradezco esta
oportunidad que me brindas con la entrevista. No ha sido fácil contestar por
tantas emociones que remueven las preguntas. Pero ahí está. Muchísimas gracias
de corazón.
Chelo de la Torre (2025-01-05)
Enlace de compra :
https://www.mahalta.es/producto/salon-de-proyecciones/
Isabel Montero Garrido (San Sebastián/Donostia, 1958)
Hablar de Isabel Montero Garrido es hablar de sensibilidad
pura, de anhelo, de la esencia del ser plasmada en letras. También del verde de
la tierra que la vio nacer, del siempre cambiante azul del mar, de los sonidos
del aire, los murmullos del agua y el silencio de la tierra
En el año 1981 se afinca en Madrid ciudad en la que reside
actualmente. Se ha dedicado a la docencia como funcionaria de carrera en la
Comunidad de Madrid.
Trabaja los géneros de cuento y poesía, habiendo recibido
diferentes premios y reconocimiento en diversos certámenes.
En 2014 algunos de sus poemas sobre mujer, «12 historias
infinitas de mujeres» son escogidos por la pintora italiana Stefania Albiero
para realizar una serie de pinturas que se exponen junto a los poemas en la
galería madrileña Habitar La Línea.
Ha colaborado con poemas y relatos en revistas culturales,
entre las que cabe destacar «142 Revista Cultural».
En marzo 2018 la Delegación en Corte de la RSBAP publica su
libro «Plasma de los vivos», con prólogo de Don Iñigo López de Uralde, delegado
en Corte. En agosto de 2020, la Delegación en Corte realiza publica el libro
«MunduanFruitua» y se incluye uno de sus trabajos. En mayo de 2021 publica
«Intervalos», que será su segundo poemario. En marzo de 2023 vió la luz el
tercero: «El fulgor de las aguas entre los árboles»
En mayo de 2024 participó con un poema en prosa en el nº16 de la revista Aschel Digital, un especial por la Paz, el único que se ha publicado en papel y cuya recaudación fue íntegramente para la ONG olVIDAdos
Ha prologado el libro de poemas «Salvar el derrumbe» de la
poeta gallega Carmen Castejón Cabeceira.
Es miembro de número de la Real Sociedad Bascongada de
Amigos del País en su Delegación de Madrid.
Blog personal de la autora:
Pagina en Facebook
https://www.facebook.com/isabel.monterogarrido
En este blog también se hablo de Isabel Montero Garrido en
https://nechester-leoycomento.blogspot.com/2023/04/el-fulgor-de-las-aguas-entre-los.html
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