Muchos leen para distraerse, otros para pensar.
El libro de Vergilio Ferreira, PENSAR, (ed. Acantilado), es un ejemplo de los que se recomendaría a los del segundo grupo.
Copio a continuación algunos pensamientos que este autor nos regala en esta obra.
¿Libros que me distraigan? Ya estoy bastante distraído conmigo mismo. No tanto los libros que me aumentan el saber, como los que me aumentan a mi. Somos inmensos pero atrofiados. Por eso me importan los libros que desarrollan lo que soy. Ignoramos que somos tantas cosas, sólo porque el embrión no se nos desarrolló hasta hacerse visible. Un libro que me aumente, no que se me aumente. Es mucho lo que he acumulado. Y lo que he sido, es muy poco.
No podrás vencer a la muerte. Pero clávale la vida como un banderillero y verás que muchas veces cabecea en el vacío.
Entre la infinidad de posibilidades de no haber nacido, tuviste la suerte de nacer. Si te hubiese tocado “el gordo” los habría que te admirarían de que te hubiera tocado. Quizá tú mismo dirías que parece un “sueño”, que es increíble, que todavía no has vuelto en ti de asombro. Pero esa fue la suerte de un número entre decenas o incluso centenas de miles. Pero que hayas nacido es haber tenido la suerte entre billones y billones de posibilidades negativas. Te tocó el número inscrito en un grano de arena del universo. Y tienes el privilegio increíble de ver el sol, las flores, los animales. De oír los pájaros y el viento. Y a pesar de todo, qué fácilmente te olvidas de todo eso. Pronto todo se te borrará en silencio. Pronto la oportunidad de estar vivo desaparecerá. Probablemente nadie más sabrá que has existido. Y un día tampoco se sabrá nada de los que lo supieron.
Ir a ver el mar. Verlo de vez en cuando y siempre con la misma fascinación. ¿Qué hay en él para que nos fascine así? Su fuerza inmensa ante nuestra pequeñez. Su misterio visible e inquietante porque es lo invisible de su visibilidad. Lo irrisorio de su absurda convulsión y la señal indefinida que viene de detrás del horizonte y que no sabemos qué es. El olor a espacio, una memoria confusa de aventura, la prueba presente de su infinidad ausente, nuestra dilatación por un poder inmenso, una cierta complicidad con Dios.
Courtoisie dijo que el olvido está lleno de memoria. Un día, todos los elefantes se reunirán para olvidar. Todos menos uno.
ResponderEliminarMe gustan los olvidos, los recuerdos y los vacíos tan llenos de vida y de memoria. Gracias por la recomendación, me parece que debe ser realmente interesante este libro que lleva por título Pensar.
Un abrazo
Pensar...posiblemente tengas razón, y a veces deberíamos leer más cosas para pensar que para evadirnos de una realidad.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu post y tu recomendación.
Saludos
Yo leo más que todo para pensar.
ResponderEliminarA la muerte, como dice Virgilio, hay que clavarle la vida, y verla tambalear. La suerte de haber nacido para poder traspasar nuestra vida y disfrutar de todo cuanto nos ofrece este
ResponderEliminarvariopinto mundo que a veces tanto nos apasiona. Un abrazo.
El fragmento que has copiado da qué pensar.
ResponderEliminarMe lo anoto en la lista de pendientes.
abrazos
Normalmente alterno libros para distrerme y libros para pensar pondré este en la lista.
ResponderEliminarDe la parte que has copiado me encanta lo que hay referente al mar y me lo guardo en mi archivo personal.
Muchas gracias y esperamos tu próxima publicación . Un abrazo
Mis lecturas varían según mi estado de ánimo. Aunque sin dudas, aquellos que sirven para nuestro crecimiento intelectual, son los mejores.
ResponderEliminarUn abrazo, y gracias por tus visitas.