26 de febrero de 2012

ANNA KARÉNINA, Lev Tolstói.

«Yo no puedo vivir sin saber lo que soy y con qué fines he sido puesto en el mundo –se decía-. Y como nunca podré obtener este conocimiento, se me hace imposible la vida. En la infinidad del tiempo, de la materia, del espacio, se forma una célula orgánica, se sostiene un momento, después estalla…Esa célula soy yo.»

Estas son las cavilaciones de uno de los protagonistas de la obra, Lievin, el esposo de Kiti. Lo nombro de primeras porque creo que es uno de los personajes más importantes de la obra. El más importante después de la protagonista; Anna.

La novela se desenvuelve en una historia de amor imposible, entre una mujer guapa y resuelta, casada muy joven con un hombre bastante mayor que ella, con un hijo. Y que la vida le va muy bien hasta que se le aparece el joven conde Vronski. Este se enamora intensamente de ella y ella de él. Juntos empiezan una idílica historia de amor hasta que se resuelve con el abandono de ella a su marido y a su hijo. Entonces, a ella la sociedad se le veta y a él la relación le ahoga. Un infierno psicológico se apodera de ella hasta que se suicida tirándose a la vía del tren.

Más que una obra de amor es una obra moralista. Y yo pondría más, pues es que el genio de Tolstói no se podría quedar ahí sólo, creo que es una obra existencialista. Y de ahí que haya empezado este relato por los pesadumbrosos pensamientos de Lievin. 


Él, Lievin, y su mujer Kiti (antigua pretendiente de Vronski), son la antítesis del matrimonio de Anna con Karenin. Ellos no tienen, además de la diferencia de edad que los Karenin, la relación tan fría que Anna tenía con su marido. Y con todo eso, creo que Tolstói quiere reflejar que hay problemas más graves que los que se le presentaba a Anna con su marido y su amante. No en el matrimonio de Lievin, sino en todos. Los problemas de Anna que eran insalvables, luego, cuando sigue la novela, se dejan a un lado y aparecen las conjeturas y problemas que se ciernen en la cabeza de Lievin sobre el sino de la existencia. Una vez que el amor termina con la vida de Anna, la novela sigue y no hace ni siquiera mención a la pobre amante suicida. Empieza la cavilación real de la novela, a lo que Lev nos quería llevar. Y este es el ser de Lievin que razona su existencia, la cual culmina al final con la Fe y el seguimiento de la bondad. Resolución de premisas de las cuales el autor nos hace todo un estudio al final.

Al final de la novela Lievin, después de releer las teorías de los filósofos materialistas y no materialistas seguía meditando hostigado sin cesar por los pensamientos existencialistas, incluso llega a pensar en el suicidio (podemos ver un nexo en esto con el personaje de Anna, el otro personaje protagonista). En esto, un día, trabajando en sus tierras un engranador de la máquina trilladora le dio la respuesta: «…Pues vivir para Dios, observar su ley. No todos los hombres son iguales. Así usted, por ejemplo, tampoco sería capaz de hacer daño a los pobres», le dice Fiódor y esto cala en lo más hondo del alma de su patrono.

«Cuando Feódor afirma que Kiríllov (un propietario que explotaba a los obreros) sólo vive para su panza, comprendo lo que quiere decir. Es perfectamente razonable. Los seres racionales no sabrían vivir de otra forma. Pero enseguida afirma que hay que vivir, no para la propia panza, sino para Dios… ¡Y lo he comprendido desde el principio! ¡Yo y millones de hombres, en el pasado y en el presente, tanto los pobres de espíritu como los doctos que han escrutado estas cosas y ha hecho oír a este respecto sus voces confusas, estamos de acuerdo en un punto: hay que vivir para el bien! El solo conocimiento claro, indubitable, absoluto que tenemos es ése, y no hemos llegado a él por el simple razonamiento, porque la razón lo excluye, porque no tiene causa ni efecto. El bien, si tuviese una causa, dejaría de ser bien, como si tuviese una consecuencia, una recompensa. Por lo tanto, el bien está fuera de la ligazón de causas y efectos. Esto lo sé yo, lo sabemos todos, la ligazón de causas y efectos. Esto lo sé yo, lo sabemos todos. ¿Cabe imaginar un milagro tan grande?

»¿Habré encontrado verdaderamente la solución de mis dudas? ¿Voy a dejar de sufrir?»


Es una gran novela, a mi me ha gustado sobre todo por el final, al que debo de admitir, me ha costado un poco llegar. Creo que el autor se relaja demasiado en el personaje principal de la obra enseñándonos demasiado tarde sus inquietudes morales. Podemos pensar que lo hace a propósito para no interferir en la compleja resolución de Anna, lo cual sería comprensible, pero a mi gusto esto hace a la obra algo pesada. Hay algunas zonas en la novela que veo superfluas, como las aburridas andanzas de Lievin por Moscú, que aunque necesarias para reflejar su vacío, demasiado largas, y algunas más que no me acuerdo, en las cuales incluso se agrava el tedio todavía más con un lenguaje técnico. Resumiendo, genial como no podría ser de otra forma pero me hubiera gustado que estuviera un poco más condensada, creo que la obra no hubiera perdido sustancia; o sí,¡quién soy yo, mísero de mí!



Un saludo a todos.


Editado en Ínsulas el 14 de marzo del 2011.

32 comentarios:

  1. Es una novela que tengo super pendiente!!!
    A ver si me pongo con ella, que ya toca =)

    Besotes

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  2. Rublo, estoy de acuerdo contigo en tus apreciaciones sobre la novela, la leí este verano y disfruté mucho de su lectura. Pero me pareció que utilizaba a Anna para mostrarnos a Levin que parece ser que le interesa más que la propia Anna, de la que se olvida cuando la suicida. Ese detalle no me gustó, aunque debo admitir que es un maestro mostrando la psicología de cada uno de los personajes, la situación, la atmósfera...

    Estupenda reseña, me ha gustado volver a recordar esta novela que tanto me cautivó con su lectura, gracias :)

    Abrazos

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    1. L.P,así es, nos da la sensación de que se olvida de la pobre Anna. Pero pensándolo fríamente podemos advertir el nexo suicida entre los dos personajes y la contraposición de sus términos. Una vive para sí, para su amor y disfrute; el otro concluye vivir para los demás.

      Me alegra que te haya gustado, un saludo.

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  3. Gran reseña de otro de los libros que tengo pendiente de leer. A ver si me pongo pronto con estos clásicos, que los tengo descuidados...
    Besotes!!!

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    1. Clásico calidade, Margari. xD

      Un saludo, gracias.

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  4. Lo compré hace dos años, pero el ejemplar estaba mal y al llegar a la página 127... ¡Le faltaban 150 páginas! Tuve que esperar tres meses a que enviaran otro ejemplar (esto es un lugar pequeño y era verano) y ahí se quedó. Lo tengo pendiente, le tengo muchísimas ganas, pero necesito vacaciones para poder leer largos ratos en casa. A ver si este mayo puedo.

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    1. Cualquier cosa que te propongas, en mayo, la disfrutarás. Si no padeces de alergia, claro.

      Gracias, un saludo.

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  5. me gustó la entrada, saludos

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    1. A mi también tu comentario, gracias xD.

      Un saludo.

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  6. Tengo esta novela en la estantería desde hace mucho tiempo, lo que me tira un poco para atras en su lectura es lo tocho que es, y eso que tengo el tamaño bolsillo. Tu reseña me a animado a ponerme pronto con ella.
    Besos

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    1. Me alegro de que te haya animado. Espero que no te decepcione, la novela, claro.

      Un saludo.

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  7. Magnífica reseña, Rublo; por cierto un nombre muy apropiado para comentar una de las grandes novelas de los maestros rusos. Al final de tu escrito comencé a disentir de ti, cuando pretendías condensar la obra para hacerla más asequible, pero finalmente corriges y te das cuenta de que no somos nada ni nadie para rectificar una obra maestra. ¡Felicidades!

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    1. Gracias Francisco. Mi nick tiene algo que ver con la literatura rusa, por ahí van los tiros. Pues como dices, a mí me pasó lo mismo. Me dije: ¡Eeeh! ¡Dónde vas! Frena y da la vuelta.

      Menos mal que fue a tiempo xD.

      Un saludo.

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  8. Todo un clásico al que la literatura posterior le debe mucho. Una gran reseña!

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  9. Wow parece muy buen libro, si no lo consigo veo la película. Me gustan esas reflexiones.

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  10. Pues me has dado una buena idea; yo también veré la peli. Gracias, un saludo.

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  11. Confieso que no he leído nunca de manera completa ésta gran obra de Tolstói. Solo algunos pasajes en la época en que tuve que hacer un trabajo sobre literatura rusa...Más tarde ví la película en un par de ocasiones y siempre me fascinó en cualquiera de sus versiones.

    Hoy me ha gustado tu reseña, y tal vez, la desenpolve un poco y la pase de la biblioteca a la mesilla de noche, a ver si entre libro y libro, voy haciéndome con las páginas que completan ésta gran historia.

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    1. Siempre el libro suele superar la película.Seguro que también te fascina.
      Gracias,un saludo.

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  12. Es uno de esos clásicos que todavía tengo pendientes, a ver si puedo cogerlo pronto.
    Besos.

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  13. fue muy interesante
    saludos

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  14. Nunca me ha atraido esta historia y no creo que la lea aunque me parece que has hecho una gran reseña y sobre todo muy sincera.
    Gracias y hasta la próxima.

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  15. A mi me encanta esta novela; el personaje de Anna me parece sencillamente genial, con todas sus complejidades como mujer, madre, esposa, amante... Creo que es un libro estupendo, aunque tiene partes que son un pelín densas, como las que mencionas en tu reseña. A pesar de ello, me alegro que te haya gustado. 1beso!

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    1. Sí,es un personaje bastante enigmático; de una belleza asombrosa. Las partes densas yo las relaciono, bajo mi humilde opinión, se deben a un escrupuloso escritor realista. Así las andanzas de Lievin por las corrientes filosóficas del Moscú de la época.
      Pero como dices, una novela estupenda. Incluso yo diría más.

      Muchas gracias, Tizire, un saludo.

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  16. Gracias por tus impresiones, yo la tengo archivada para leer, el nombre de la novela me atrajo desde el primer momento!!

    Saludos!!

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    1. Espero que te guste, Patricia, un saludo.

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  17. Te confesaré que es un libro que nunca terminé, y puede que sea esta una verdadera excusa para recuperarlo. No ´se dónde me atasqué o dónde perdió mi interés, sólo sé que hace ya unos años de aquello.

    Completísima reseña aunque hayas sufrido el devaneo que comentabas.
    Un placer leerte.

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  18. Un libro, mientras esté en nuestra estantería, no lo tenemos olvidado. Seguro que encontrarás un buen momento para disfrutarlo.

    Muchas gracias,Laura. Un saludo.

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