Miguel Delibes
Hay títulos que me atraen de un vistazo, igual que sucede con las portadas cuando te acercas a una librería. Este libro se encontraba intacto, sin abrir, en mi colección de Narrativa Actual, editada por RBA hace unos diez años, y aún hoy me pregunto cómo fue posible que no lo leyera. Es un libro de 112 páginas, una novela corta, en la que Miguel Delibes, a quien me da muchísimo respeto reseñar, escribe el monólogo de un hombre que se dirige a su hija para contarnos las vivencias junto a su esposa, una mujer vital, de sonrisa amplia, que busca lo positivo de la vida incluso cuando los acontecimientos políticos de España en 1975 convulsionan a su familia o cuando la enfermedad la golpea duramente antes de morir.
El libro se lee en una tarde de domingo lluviosa, y se relee con gusto durante toda la semana posterior, reparando en esa forma de contar que te coge de la mano y no te suelta en tu caminar hasta que una lágrima resbala en la última página cuando, en mi caso, llego a la conclusión de que la muerte efectivamente es inevitable para todos los seres humanos, y aunque nadie se merece un traje andrajoso en los preludios del fin de su existencia, hay personas que tienen la "suerte" de marcharse cuando todavía brillan, cuando todavía pueden pasear su esplendor por nuestras vidas.
El marido, narrador en primera persona, es pintor y atraviesa una crisis artística llegando a creer que su mujer es el motor de su inspiración. Se declara "fatalista de vocación" y contrasta con el espíritu optimista de su esposa de cuarenta y ocho años de edad. Hay una historia de amor y devoción hacia ella que subyace en todo el monólogo y materializa la semblanza de su mujer como personaje principal de la narración. "Señora de rojo sobre fondo gris" es un cuadro que curiosamente él no ha pintado, un retrato de su esposa que ejecuta García Elvira, otro pintor, la excusa perfecta para escribir esa página de celos que da pie a explicar el magnetismo que producía Ana en todas sus relaciones sociales.
Profundizando en Miguel Delibes, y tras escribir esta reseña, encuentro algo que desconocía y quiero compartir. Este libro es el homenaje que el propio autor escribe a su mujer, fallecida a los cincuenta años. Mi libro no tiene la fotografía del cuadro de Angeles de Castro que pintó Eduardo García Benito antes de su muerte, y que da título a la obra. Cuando Miguel Delibes ingresó en la RAE, pocos meses después del fallecimiento de Angeles, pronunció estas palabras en su discurso: "Soy consciente de que con su desaparición ha muerto la mejor mitad de mí mismo”. El libro recoge además, una frase que el académico Marías dedicó a Angeles de Castro y que Miguel Delibes agradeció diciendo que no puede decirse algo más hermoso de una persona: “Una mujer que, con su sola presencia, aligeraba la pesadumbre de vivir”.
Con este título son cuatro las reseñas de este autor que se suman a este blog: "La sonrisa etrusca", "El camino" y "La hoja roja" (todas ellas escritas delicadamente por Zamarat) y que se inician con la selección de un párrafo de los libros. Termino mi reseña con este texto extraído de mi lectura y que me gustó por la forma de dibujar una escena que tantas veces puede repetirse en nuestras vidas, haciéndonos perder esas mitades a las que tanto amamos:
"Su atractivo era tan irresistible que, en el funeral, la gente lloraba. La iglesia estaba atestada, en silencio, un silencio que únicamente rompía los sollozos.Yo recuerdo aquel día como vivido dentro de otra piel, desdoblado. Tras una semana de tensión intuía una realidad dramática, pero todavía no la sentía."
Laura Garrido Barrera
Este es otro de los de Delibes que me parecieron magníficos aunque no sea de sus obras más conocidas.
ResponderEliminarun saludo.
Un magnífico libro, estoy de acurdo con Mariuca, aunque a mi me parece un libro conocido de Delibes. Lo lei en esa edición de RBA, que sacó una magnífica colección de Narrativa.
ResponderEliminarBsos
No conocía este libro así que me lo apunto, pues creo que podría gustarme. Gracias por mencionarme, aunque me temo que "La sonrisa etrusca" no la reseñé yo.
ResponderEliminarAbrazo!
Lo tengo pendiente y espero poder ponerme prontito con él. TU reseña anima.
ResponderEliminarBesotes!!
Un libro espectacular. Un homenaje de amor a su mujer y una gran obra de arte.
ResponderEliminarBesos
Lo tengo pendiente, es un autor que me gusta mucho =)
ResponderEliminarBesotes
Gracias por la recomendación, buen blog, saludos, gran reseña.
ResponderEliminarLaura, gracias por esta reseña. Buscaré la novela para leerla en cuanto tenga un hueco.
ResponderEliminarCreo que has debido confundirte al querer nombrar los libros de Delibes reseñados por nuestra buena amiga Zamarat. Al menos en lo que se refiere a "la sonrisa etrusca", que es cierto está reseñada en este blog, pero el autor de la novela no es Delibes, sino el profesor José Luis Sampedro.
Un abrazo y Feliz Navidad para todos los participantes de este blog.
Lo leí hace años y me gustó mucho, es una novela muy profunda. Veo que ya lo ha comentado Mascab, "La sonrisa etrusca" es de José Luis Sampedro, una novela muy entrañable y triste que disfruté mucho.
ResponderEliminarBesos
Me ha encantado recordar el argumento de esta novelita tan especial, de este autor tan especial, que leí hace ya tanto tiempo. Y es que Delibes era muy muy grande. Su prosa te envuelve, te arrincona, te hace saborear sus párrafos.
ResponderEliminarBesos
Uno de mis pendientes, muy buena reseña.
ResponderEliminarSaludos
Creo que aprendí a valorar a mi madre a raíz de la lectura de este libro. Se lo he recomendado a mis alumnos de 2º de Bachillerato, ahora que están a punto de volar del nido, creo que valorarán más que nunca a esa persona que te resuelve la vida y que tanto echas de menos cuando ya no está. La figura de la madre es invisible cuando está viva, y se viste de rojo cuando muere, así es el hueco que deja...
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