20 de noviembre de 2016

El año sin verano, Carlos del Amor

"Es terrible comprobar cómo se apagan las personas y los lugares que formaban parte del paisaje de sus vidas".
Hoy le toca el turno a una novela en la que se juega con la ficción y la realidad; donde la literatura está dentro de la literatura. Terminé de leerlo a finales de agosto y, desgraciadamente, no escribí esta entrada en su momento por lo que sé que hay cosas que me gustaría haber dicho entonces que no recordaré ahora. Así que haré un esfuerzo, aun a sabiendas de que tengo que vérmelas con esta memoria mía...
Un narrador protagonista que, aprovechando el hallazgo de todas las llaves del edificio y la ausencia de sus propietarios durante agosto, se cuela en las casas de sus vecinos y fisgonea en sus cosas. Así es como descubre una historia de amor, la de Simón y Ana, que parece resistir al tiempo. ¿O solo lo parece? Un escritor que se queda en un Madrid desierto para terminar de escribir su novela. 
Una narración en la que tiene gran importancia este cuadro:
"Los tres viajeros aéreos favoritos", John-Francis Rigaud (Museo del Prado)
y que invita a pasear por este parque madrileño (que, por cierto, no conozco). 
Quinta de la Fuente del Berro
Me ha gustado esta novela cuyo título hace referencia a un año anómalo de bajas temperaturas estivales (el de 1816) que provocaron que un grupo de escritores se reuniera en la Villa Diodati y creasen historias de terror. Sí: fue el nacimiento de Frankenstein.
Una novela, en resumen, entretenida y (también) sorprendente.

1 comentario:

  1. No la conocía y pinta muy bien. La tendré en cuenta.
    Un beso ;)

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