18 de marzo de 2011

Atentado Cultural - La SGAE ataca de nuevo


Se pretende obligar a las bibliotecas públicas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para 'resarcir' a los autores.

Mientras la gente de a pie apenas llega a fin de mes, los ya millonarios se forran a cuenta nuestra. No consientas tamaño atentado contra la cultura y pasa este mensaje a todos tus amigos

Ahora os dejo con el famoso escrito de José Luis Sampedro en pro de la lectura.

POR LA LECTURA

Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos. Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro
a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.

Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos. Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas.

Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados,
paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.

Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo.

Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:
a) obtiene algo a cambio.
b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?

Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación?.¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas?. ¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos?. Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.

Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.

¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!

José Luis Sampedro

5 comentarios:

  1. He intentado comentar en "Cajón Secreto", pero no he encontrado la llave y no he podido abrirlo.

    Ya me he manifestado en varias ocasiones contra la voracidad de la SGAE, por otra parte, aunque no soy autor, comprendo que la creación no puede ser gratuita porque los creadores tienen y deben vivir del fruto de sus creaciones. A mi modesto entender, lo que no se puede es seguir usando el patrón de los tiempos pasados cuando sólo se podía acceder a una obra mediante la compra de un libro o la presencia en el cine; hace ya un siglo que es posible escuchar música sin la necesidad de que sea en directo; la televisión reproduce una y cien veces la misma representación teatral o cinematográfica... No me extiendo, quiero decir que no se puede pagar el mismo baremo por los derechos de autor que disfrutan unos cuantos que por los que gozan una multitud. Cuando una obra se asoma a los medios tecnológicos del presente no estamos hablando de aquellas viejas ediciones de mil libros, sino de miles o millones de personas, por tanto, el multiplicador no puede ser mantenido, hay que arbitrar nuevas medidas y que éstas vayan en encaminadas a fomentar la cultura y no a cercenarla, como el caso propuesto del pago por préstamo en bibliotecas.

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  2. Esto es increible por una parte tenemos, dicen.. derecho a la cultura y por otra quieren cpobrar hasta por respirar... cada dia peor el egoismo superá la cultura si no andamos listos!!

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  3. Sin entrar en disquisiciones sobre la SGAE, del que soy enemigo declarado, esta propuesta viene dando tumbos desde hace algunos años, antes o después esta pandilla conseguirá salirse con la suya y lo hará cuando encuentre un gobierno proclive y cuando aquellos que lee y visitan las bibliotecas bajen la guardia.
    No estaría de más que alguno de estos de la SGAE,cogiera las miles de definiciones que hay de cultura y nos dijera con cual se queda, en cierta medida todos los ciudadanos hacemos cultura.

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  4. Esta gentuza no ceja. Estos no son intelectuales, son VIVIDORES. ¿No hay forma de hacer desaparecer semejante mafia?
    Saludos cabreados

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  5. El pueblo de Lanuza (Valle de Tena) fue expropiado por la construcción de un pantano. Hemos vuelto a comprar las ruinas y levantado las casas otra vez con nuestro trabajo colectivo y dinero de todos. Celebramos la fiesta pagando los gastos, como todo, "a escote" y ... vienen estos egoistas a cobrarnos. Al principio nos negamos, pero al final ... a pagar!! Es nuestro caso particular. Es muy lamentable en todos los casos porque deja un tufo de egoismo y prepotencia.

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