Uno de los “culpables sin juicio” mas clamorosos de la literatura Universal es sin duda alguna El Lobo Feroz que intentó comerse a Caperucita. El escritor americano Lief Fearn ha escrito una nueva versión del cuento y desde el punto de vista del lobo.
Lief Fearn. Los juicios justos, justos, y el derecho de los acusados a ser escuchados.
El Lobo Calumniado
El bosque era mi hogar. Yo vivía allí y lo cuidaba, intentando mantenerlo limpio y arreglado.
Entonces una mañana soleada, mientras yo estaba recogiendo basura dejada por algún excursionista, oí unos pasos. Me escondí detrás de un árbol y vi una muchacha más bien fea que venía por el camino con un cesto. La niña me pareció sospechosa por la forma tan curiosa en que iba vestida, todo de rojo y con la cabeza cubierta por una capucha, como si no quisiera que nadie supiese quién era. Naturalmente, la detuve para averiguar algo. Le pregunté quién era, adónde iba, de dónde venía y todo eso. Me contó, cantando y bailando, una historia sobre su abuela, a la que, según dijo, iba a ver con un cesto de comida. En principio parecía una persona honrada, pero estaba en mi bosque y la verdad es que tenía un aspecto sospechoso con su extraño atuendo; así que decidí enseñarle lo serio que es cruzar el bosque haciendo cabriolas, disfrazada y sin avisar previamente.
Entonces una mañana soleada, mientras yo estaba recogiendo basura dejada por algún excursionista, oí unos pasos. Me escondí detrás de un árbol y vi una muchacha más bien fea que venía por el camino con un cesto. La niña me pareció sospechosa por la forma tan curiosa en que iba vestida, todo de rojo y con la cabeza cubierta por una capucha, como si no quisiera que nadie supiese quién era. Naturalmente, la detuve para averiguar algo. Le pregunté quién era, adónde iba, de dónde venía y todo eso. Me contó, cantando y bailando, una historia sobre su abuela, a la que, según dijo, iba a ver con un cesto de comida. En principio parecía una persona honrada, pero estaba en mi bosque y la verdad es que tenía un aspecto sospechoso con su extraño atuendo; así que decidí enseñarle lo serio que es cruzar el bosque haciendo cabriolas, disfrazada y sin avisar previamente.
Lo que quería decirle es que la apreciaba y quería prestar mucha atención a lo que estaba diciendo; pero a continuación me dirige otra burla sobre mis ojos saltones. Pueden hacerse una idea de cómo estaba empezando a ponerme la niñita, en apariencia tan educadita paro luego tan desagradable. De todas formas seguí con mi política de poner la otra mejilla y le dije que mis grandes ojos servían para verla mejor. Pero su siguiente insulto de verdad que me llegó al alma. Ya saben el problema que tengo con mis dientes salidos; bueno, pues la niña me soltó una broma muy insultante sobre ellos. Sé que debería haberme controlado, pero lo cierto es que salté de la cama y le gruñí diciendo que mis dientes me servirían para comerla mejor.
Bueno, hablando en serio, todo el mundo sabe que ningún lobo se comería jamás a ninguna niñita, pero la muy estúpida se puso a correr por toda la casa chillando, y yo detrás para tranquilizarla. Me había quitado ya las ropas de la abuela, pero esto sólo empeoró las cosas. Y de pronto la puerta se derrumbó con estrépito y apareció un enorme leñador con su hacha. Le miré y me di cuenta de que me había metido en un buen lío, de forma que salté por la ventana que estaba abierta.
Ojala la cosa hubiera terminado así.
Pero la tiparraca de la abuela nunca contó la otra versión de la historia, y enseguida se corrió la voz de que soy un tipo malo y agresivo. Todos empezaron a evitarme. No sé qué habrá sido de la niñita con su estrambótica caperuza roja, lo que sí sé es que yo no he vuelto a vivir feliz después de encontrarme con ella.
Este relato me anima y me da esperanzas de que en algún lugar, algunos sesudos y talentosos redactores se acuerden de los simples y vulgares como yo y gocemos de una página gloriosa como ahora acabas de hacer con el lobo. Besos.
ResponderEliminarCuanto me alegra que se dé cabída a la otra parte de la versión y ademas creo que coincido con ella.. será que yo yoy mas lobo que caperucita? En cualquier caso esta versión me ha alegrado la tarde... dos nuevas novelas en mi haber que puedo recomendar..20 viajes de ida sin vuelta De Luciano Maldonado la otra que es Sin venir a cuento creo que ya no se encuentra en lbrerias y que el propio autor me ha regalado ayer.Abrazos!!
ResponderEliminarme ha gustado como es eso cria fama y echate a dormir hay un escrito de muchisimos años mio cuando yo era niña , era revoltosa , hacia fichurias y muchas mas cosas , mas habia tambien otros mas pillos , que las hacian en mi lugar ,pagaba yo ya mis culpas ,tambien las de los demas , eso pasa muchas veces , que uno va criando fama , mientras que otros mas tontos , se dedican a escardar , una poquita de lana , yo creo que como siempre daba sola , ni puñetero caso me hacian , pues quiza era mi forma de llamar la atencion , y de eso se aprovechaban muchos , bueno damos hablando de niños , mas hoy la vida , como uno no se ande listo , y no de la idea suficiente , te dan las bofetas de cristo , que le dieron una y puso la otra mejilla ,
ResponderEliminarSi esta otra versión del cuento me la hubieran contado de pequeño, seguro que algún trauma me hubiera evitado, mi generación hemos nacido con estos cuentos "tenebrosos" y eso nos ha marcado.
ResponderEliminarHoy los niños tienen otros cuentos, de momento no se si mejores o peores el tiempo lo dirá.
Saludos
Esto es el cuento de Caperucita Roja, contado por un narrador distinto y feroz. Me ha gustado mucho.Un abrazo.Olegario.
ResponderEliminarHola amiga Charo me gusto leer la versión del lobo calumniado Jejejeje .
ResponderEliminarCuantas versiones se pueden hacer de este cuento.
Pobre lobo que fama tiene el animal por culpa de un mal entendido entre los hombres.
Siendo el mayor depredador el hombre en toda la naturaleza.
Besos de MA para ti.
Hola Chelo, vengo con mucho cariño a darte las gracias por ser tan amable y dejar tus comentarios en mi blog. Y, llego y encuentro un relato tan diferente y tan, por qué no, posible que he disfrutado con la novedad.
ResponderEliminarComo diría mi padre ¡Cuánto ha cambiado el cuento! jajajaja
Un abrazo cariñoso.
Hola Beatriz, si te das cuenta este blog no es solo mio lo comparto con Nerim y de hecho esta entrada la ha hecho ella, de todas formas te damos las gracias por visitarnos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Hola Ma, me imagino que quieres decir Chelo ¿no?
ResponderEliminarPor si no te has dado cuenta te digo que este blog lo comparto con Nerim y precisamente esta entrada la ha hecho ella, de todas formas te damos las gracias por vistarnos y comentar. Besos
¡Que bueo Chelo! !! buenísimo!1 Me enteré por los otros comentarios, que la idea y el post son de Nerim y os felicito a ambas. A ella por idearlo y a tí por publicarlo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario a mi poesía sobre la primavera que aquí comienza el día 21 de Setiembre
Un beso enorme.
Julisna
El hilo de la madeja se rompe por el lado más débil, es decir que es más fácil quedarse callado que aceptar los errores de uno, la abuelita no explico la razón de porqué el lobo estaba en su cama .Ambos quedaron en darle una lección a Caperucita pero fue el lobo quien salió perjudicado.
ResponderEliminarEn cuales de sus derechos fue afectado el lobo? y en que aspectos de su vida fue perjudicado?
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