13 de abril de 2023

Lucrecia López Guirao.-La respuesta del viento.

 

 Lucrecia López Guirao es diplomada en Magisterio por la universidad de Murcia.

Vive en Cehegín, donde ejerce como maestra de Educación Infantil, una vocación que le acompaña desde muy pequeña. La semilla de la poesía está en ella desde sus primeros años, aunque será en el 2014 donde contactó con varias poetas, que harán que esta pasión se comprometa con diferentes causas e inicie un camino de búsqueda y aprendizaje.

Al mismo tiempo ha coordinado, y sigue haciéndolo en diversos actos y/ o festivales culturales de poesía durante varios años. Ha participado en varias antologías colectivas como NEcesarias PALabras (2015), Flores del desierto (2016), Salam poesía hispano-árabe actual (2017), Tinta de escritores. Antología hispanoamericana contemporánea (2021) entre otras.

También ha colaborado con sus poemas en diversas antologías digitales con Poetas con Palestina, Poetas y Poemas contra la violencia a la mujer, Madres de la Plaza de Mayo, Pobreza y otros.

En el 2019 presenta su primer poemario Hebras de Azafrán de la editorial Nuevos Ekkos. Colección la Palabra Inquieta.

 "La repuesta del viento" ( Editorial La fea burguesía)  es el último poemario de Lucrecia Lòpez Guirao y sobre este libro vamos a hablar.

1.-Lucrecia, tengo en mis manos “La respuesta del viento” tu segundo poemario. ¿Sueles hablar a menudo con el viento?

L.L.G.-En ocasiones siento la necesidad de salir a andar, de conectar con la naturaleza de llenar mis ojos de monte, de árboles, de cielo… en ese caminar hay momentos en los que el viento me da en la cara y me invita a hablar con él de las cosas que me inquietan.

Siempre hallo una respuesta en él. Una respuesta sosegada, que pone paz en mi vida y me hace ver la parte de responsabilidad que tengo en cada cuestión.

Hay cosas en las que el viento me hace ver que no tengo nada que hacer y otras veces me da fuerte en la cara y me dice: “ Eh tú espabila que no es normal que todo te pase a ti”. Es el momento en el que me doy cuenta de mi papel en mi vida. 

2.- Un libro en el que destaca su contenido social y la denuncia de las desigualdades, como lo dejas ver en los poemasLa chica de Cáritas”, “Carmen Montes", "Tristeza en sus ojos"…  entre otros.  ¿Son estos los temas que más te mueven a escribir? 

L.L.G.-Realmente es una temática que me conmueve, me hace vibrar y de ella salen poemas como los que has nombrado.

Podría decir que la injusticia me hace escribir. Es como si sintiera que escribiendo les echo una mano. Como si mi poesía fuera un remedio casero para paliar el dolor que nos rodea.

En un poema escribo que me da vergüenza seguir haciendo las camas o la comida cuando acabo de oír que han matado a una mujer. Esto ocurre porque siento que se está normalizando la injusticia, la desgracia. Todo vale mientras no me toque a mi.

Pero hay de aquel o aquella que se sienta intocable. ¿Quién lo es?

Antes buscábamos diferencias entre la gente que vivía una guerra y nosotros. Razones de religión, de límites, habían hecho que territorios como Palestina vivieran una guerra a través de los tiempos, pero ahora nos damos cuenta que la guerra está dispuesta siempre en un chasquear de dedos.. La vemos cada vez más cerca, pero ni siquiera eso, nos hace ser empáticos o solidarios.

3.- Casi al comienzo del libro, en el poema "Autismo", leemos: Las coordenadas de la felicidad y te pregunto ¿Cuáles son dichas coordenadas?

L.L.G.-Este es un poema que nace de la impotencia.

Yo siempre he creído que una de las funciones de un maestro o maestra es hacer que tus niños sean felices. Pues bien, con una niña autista que sufre en un mundo que no la entiende la impotencia está muy manifiesta. Llegar a estos niños o niñas es muy complicado, ni siquiera sabes si son felices, porque lo que tú siempre has entendido por hacerles felices o “ las coordenadas de la felicidad” no sabes si funcionan en ellos.

Para mí, estas coordenadas nos llevan a un lugar donde sentimos que nos quieren, a provocar una risa con payasadas o tonterías, a compartir experiencias, miradas cómplices, serotonina a tope, cosas muy complicadas de vivir en este caso.

4.-Uno de los temas frecuentes en tu poesía es la mujer, tanto el empoderamiento de la misma como la denuncia de la maltratada y así lo dejas ver en poemas como "Ni un solo golpe", " Por una, por todas", … entre otros. ¿Estos poemas nacen como una necesidad ante la "impotencia" y la "rabia”, o porque piensas que tu denuncia ayuda para que de una vez por todas se erradique esa lacra?

L.L.G.-Hay una mezcla en ellos. Por un lado me mueve la impotencia, pero al mismo tiempo siento que necesito dejar constancia de mi aprensión.

Creo haber escrito que tanto hombres como mujeres deberíamos gritar muy fuerte basta ya, y cuantos más seamos, mejor.

No puedo entender, de verdad, como hay quien niega esta lacra. Para mi es como negar el Holocausto en el que murieron por el solo hecho de ser judíos.

Nos matan porque somos mujeres, nos matan por este hecho.

La sociedad entera necesita despertar.

Hay mucha gente que calla, hay un silencio que mata.

Creo que cada uno o cada una debe asumir su responsabilidad en lo que está ocurriendo. Todos y todas tenemos mucho que hacer.

Hay que salir de nuestra zona de confort y hablar, denunciar si es preciso. 

5.-Hay demasiada realidad a mi alrededor// Son muchas las cosas que atrapan. //

Así comienza el poema "Ahora", con el que se abre la tercera parte del libro, donde encontramos poemas que hacen  referencia a la situación vivida durante la pandemia. ¿Fue para ti una válvula de escape la escritura? 

L.L.G.-Fueron meses de incertidumbre en los que todos y todas nos agarramos a lo que nos hacía sentir mejor.

En este tiempo yo sentí la necesidad de contar lo que estaba pasando a través de mi poesía, pero no de una forma tétrica y pesimista, sino todo lo contrario, como un grito para la esperanza, de ahí mi poema “Pasará”.

Creí que debía dejar constancia de lo que estaba viviendo, pero también sentí la obligación de dar esperanza.

Fueron días en los que recitaba poesías cada noche como un bálsamo para lo que estaba ocurriendo. Leí a muchos poetas con los que intentaba mitigar el dolor que estábamos viviendo y sentía que era así, porque por un ratito, me olvidaba de todo.

Esa cita puntual con la poesía estaba encuadrada en mis actividades diarias 

6.- "Céfiro, vientos del oeste", la última parte del libro, podríamos decir que es un canto a tus recuerdos, con poemas como "Canto", "Pandora", " 30 años sin ti”, "Mi abuela", … en los que rememoras a tus seres queridos.

¿Has sentido la necesidad de homenajearlos y los has escrito para la ocasión o te han ido saliendo espontáneos en distintas épocas y ahora ha llegado el momento de darles luz?

L.L.G.-En mi poesía siempre está presente mi familia. Ellos han sido grandes pilares en mi vida.

A lo largo de ella, se van sucediendo fechas que me hace recordarlos y evocan hechos que he vivido a su lado.

Al escribir estos hechos les doy nueva vida.

Dionisia García nos dice que cuando recordamos traemos al presente una nueva realidad. Esa es la realidad que yo escribo con tintes de nostalgia y cariño.

7.- Muchas gracias por contestar a mis preguntas y si quieres decir algo más es tu turno.  

L.L.G.-Quisiera agradecerte que hayas contado conmigo para esta entrevista sin duda especial, donde puedo apreciar que has llegado al interior de mi poemario.

Gracias por desmenuzarlo con tanta sabiduría y cariño.

Realmente “La respuesta del viento” está siendo un regalo a todos los niveles.

Empezando por ese maravilloso prólogo escrito por Dionisia García, plagado de sensibilidad y sabiduría. El epílogo de Asunción Caballero, que realiza un exhaustivo análisis del libro, la editorial con la que estoy trabajando esta vez, murciana, lo que me apetecía mucho, la presentación y toda la gente que se está volcando con este libro.

                                                                                                     Chelo de la Torre

2023-04-13    


**** Enlace de compra :

24 de marzo de 2023

Eva Palomo.- Arbandel

   


Eva Palomo Cermeño nació en Bridge of Allan (Escocia), donde residió gran parte de su infancia: «antiguo hogar sobre aguas subterráneas y melodías vencidas».

Se licenció en Psicología en la Universidad Complutense de Madrid donde realizó también estudios de Filosofía, y más tarde, Estudios Interdisciplinares de Género en la Universidad Rey Juan Carlos. En esta última se doctoró y trabaja actualmente como docente e investigadora.

Ha publicado diversos trabajos de ensayo, como Rosa Luxemburg (2003) y Sylvia Pankhurst. Sufragista y socialista (2015).

Arbandel es su primer libro de poesía en solitario. Anteriormente ha colaborado en la obra colectiva 54 poetas que corrieron la maratón de Chicago (2018), edición a cargo del poeta Jesús G. Urceloy, profesor con el que se ha formado en los últimos años.

Y sobre "Arbandel"  (Ed. Ars Poética, Col. Sola Nocte )  vamos a hablar


Tengo en mis manos "Arbandel" (Ed. Ars Poética) la ópera prima de la poeta Eva Palomo, y aunque es la primera vez que publica poesía en solitario, tengo la suerte de conocer parte de su obra con anterioridad.

1.- Leo el nombre del libro, miro la imagen de la portada que intuyo como una flor, y me / te pregunto: ¿Es Arbandel una flor, un parque o, simplemente, es una palabra fruto de tu imaginación que suena bien? 

E.P.-  En primer lugar, quiero agradecer a la poeta Chelo de la Torre esta oportunidad para hablar de poesía y de mi libro en este blog, una herramienta que tanto contribuye a la difusión de este noble arte.

El título inventado del poemario, Arbandel, se inspira en un lugar concreto, un lugar de la infancia, idílico, un paraíso perdido. Es la esencia que permanece y el comienzo de un viaje que he intentado recoger en este libro.

La ilustración de la portada es obra de un artista guatemalteco, JuanYoc, que pinta la poesía con una enorme sensibilidad. La imagen tiene mucho de flor, del mundo vegetal, pero también de lugares ocultos, de gestos, de mitos, de vidas pasadas que nos interpelan y de memoria.

2.- Un libro que, como nos plantea Pilar García Orgaz en el prólogo, es un viaje en cuatro etapas. La primera, ARBANDEL O EL PARAISO PERDIDO, nos lleva a tu infancia, a Escocia y en uno de los poemas dices:  

Entonces no sabía de los álamos// que solo cuando dejas de mirarlos reverdecen.

¿En qué momento de la vida se aprende eso?

E.P.-Sí, es uno de mis versos preferidos. Un día estaba mirando por la ventana y viendo unos álamos me vino a la cabeza una reflexión sobre nuestra conciencia del paso del tiempo. La naturaleza nos habla y como vivimos rodeados de ruido, a veces tardamos en darnos cuenta de lo esencial. Otras, necesitamos haber alcanzado una etapa de madurez y libertad interior que nos permita ver lo menos aparente, lo invisible, ver más allá. Se nos escapa y a veces no logramos verlo nunca. Haciendo poesía te conectas con sensaciones, con símbolos, con significados que descansan en lugares y momentos que pueden pasar desapercibidos. La mirada constante es fundamental. 

3.- Y nos hablas de "La gruta de Fingal", del " Viaje a las Hébridas", de " La patinadora de Alecusia", de " La Rueda de Lul" entre otros poemas en los que, con gran belleza, nos describes tus emociones envueltas en paisaje. ¿Tanto queda de esa tierra aún en ti, como para haber sido la inspiración de ellos? 

E.P.- El lugar de mi infancia, ese paraíso perdido, me ha acompañado toda la vida y me ha marcado en muchos aspectos. De pequeña pasaba mucho tiempo en la naturaleza, hablando con los árboles, las plantas, los animales. Sus olores, colores y formas llenaban mis días y las historias que imaginaba. Creo que todo ello tiene que ver con la facilidad con que me surgen imágenes y metáforas basadas en elementos naturales. Por otra parte, están los cuentos, las leyendas, los mitos de la cultura celta y la música, que conforman el mundo en que crecí. Un mundo que me ha dejado el disfrute de contemplar la belleza, pero también la melancolía y el desarraigo.

4.- Ya en la segunda parte, DEL VIAJE EN LA TIERRA, nos encontramos con poemas cuya temática es muy habitual en la poesía, "Insomnio”, "Ventanas”, "La espera”, "Ver llover"…, por citar algunos y, sin embargo, lo que tiene de especial tu poesía son las metáforas que utilizas: Pasan los minutos como peces globo ("La espera"), por nombrar alguna ¿Cuánto de trabajo y cuánto de espontaneidad hay detrás de cada una de ellas?

E.P.- Es cierto que me vienen a la cabeza muchas imágenes, términos o frases de forma espontánea en cualquier momento. Al despertar, en la duermevela, en los estados de ensoñación o simplemente por la calle, ante cualquier paisaje, observando a la gente. Intento apuntar siempre todo y aprovecharlo para los poemas. Además, está la presencia inevitable de la poesía que más me ha gustado a lo largo de los años. Sin embargo, luego hay que trabajar con todo ese material, darle forma para que se convierta en algo que merezca ser leído, que comunique y emocione. La escritura poética es un proceso creativo que requiere esfuerzo, entrenamiento y técnica. En mi opinión, no se trata de decir lo primero que se nos ocurra -no todo es poesía-, sino de elaborar y trabajar con el lenguaje, con las imágenes y las ideas.

 5.- Siguiendo en esa línea en el poema "¿Para quién escribo?"  Encontramos:

Para no desdibujarme en el temporal

...

Para atrapar las visiones en el vaso de té

...

¿Es el escribir una necesidad o, simplemente, un entretenimiento?

E.P.- Desde luego, creo que si fuera solo ocio sería una manera estupenda de entretenerse ya que es algo bello y que no empobrece. Para mí, se ha convertido en algo muy necesario, a veces placentero y otras también algo que hace sufrir. Es un refugio o una trinchera en un mundo bastante hostil -ética y estéticamente- en que el pensamiento único arrolla todo como una apisonadora. No es fácil asumir la soledad frente a la cultura dominante y su discurso de mercantilización del ser humano. A veces creo que vivo en un exilio interior perpetuo. La poesía es como una tabla de salvación, un viaje que no acaba, un lugar sagrado en el que resistir.

 6.- Seguimos viaje y no podían faltar una visita al JARDÍN DE ORIENTE donde nos encontramos con tankas, haikus, senryus, rubayatas entre otros poemas:

Danzando lento, // el copo al caer sabe// que solo es agua. //

Poemas que bajo su aparente sencillez no lo son tanto ¿Por qué piensas que son tan atrayentes hoy día? ¿Por qué lo son para ti? 

 E.P.- Cada vez conocemos a más poetas de ese ‘jardín de oriente’, sentimos su influencia y creo que nos enriquece mucho. Es otra mirada que procede de una filosofía diferente.

Me atraen mucho las distintas culturas orientales y su poesía. Es como si conectaran con algo mío muy profundo y antiguo. La poesía sufí, la árabe -Adonis es uno de mis referentes-, la china o la japonesa, me parecen de una belleza y una sutileza impresionantes. Los haikus y tankas con su aparente sencillez, como dices, reflejan los instantes de una forma pura, sin ruido. Me gusta cómo recogen el tiempo, los elementos naturales.

 7.-Nuestro viaje va llegando a su fin y entramos en EL REINO DE ESTE MUNDO,

donde nos encontramos con poemas denuncia, como puede ser "Antígona”; poemas de duelo, "Palabras para Julio" o con " La resistencia", un poema en prosa con el que cierras el libro y en el que leemos:

El jardín se sabe cercano a la muerte, pero sus criaturas aún luchan por el color del pétalo ...

¿Hay algún tema preferido por ti para escribir por una u otra causa?

 E.P.- Bueno, durante bastante tiempo no quería hacer lo que se suele llamar poesía social, tal vez porque son temas que me invaden demasiado, de los que no tengo distanciamiento emocional. Pero cuando lo llevas dentro, al final aparece en cualquier verso, en los símbolos que utilizas... Para mí, crear también es una responsabilidad moral, un compromiso con el tiempo que te ha tocado vivir. En este sentido, “nada de lo humano me es ajeno”.

8.- Muchas gracias por contestar a mis preguntas y si quieres contarnos algo más, es tu turno. 

E.P.-Solo quiero decir que la poesía me parece una forma de expresión maravillosa. Desde siempre he leído a poetas de todo el mundo, y me resulta fascinante que en tiempos y lugares lejanos a los nuestros hubiera personas capaces de llevar su mirada poética a la escritura, la que ahora nos conmueve. Es como si hubiera un hilo invisible que nos une.  Espero seguir aprendiendo de tantos y tantas poetas aún por leer, y agradezco a quienes nos enseñan a encontrar nuestro propio lenguaje poético, como hace el maestro y poeta Jesús Urceloy, con quien he tenido la suerte de formarme en los últimos años. También quiero dar las gracias a las personas que nos acompañan en este viaje creativo.

Chelo de la Torre

2023-03-24      

**** Enlace de compra :

16 de marzo de 2023

La leña de Mónica Manrique


 


Decía María Zambrano que el hombre era un ser afortunado y que su única desgracia consistía en esperar. En esa espera debía desvelar lo que se hallaba encubierto, envuelto en los ojos del olvido.

Mónica Manrique emprende este camino interior de forma magistral, encabeza el libro con una pregunta de la pensadora malagueña «¿nacer es un sacrificio a la luz? ».

Es la primera parte Sol al corazón una llamada en la que la poeta se viste de asombro, tiene claro que debe atravesar el bosque, prepara su equipaje y se enfrenta a preguntas que se tallan en el pensamiento de la penumbra:

«¿Para qué me has abierto la boca

si me lengua se hunde en el barro? […]

¿Para qué me entregaste las manos?».

Dudas que responde con la paciencia e inteligencia de la que sabe que la búsqueda va a ser dura. Bebe del manantial esfuerzo, rodea la leña con sus propias manos para dejar salir su no ser, y se enfrenta al abismo en el último poema:

«mi peso es acantilado hacia las aguas,

mi corazón se suelta y trepa hacia la puerta».

El trabajo poético de la travesía se aborda en segunda parte Cruzar paisajes. Una labor que la escritora asume porque conoce cuál es el punto de salida, rema con el sol.

Vive su exilio desde el camino agónico que supone sacar a la luz oscuridades  que conducen por bosques de supervivencia, campos incendiados en los que muere la voz de la estrella, se enfrenta a la incertidumbre:

«¿Hay en la tierra alguna luz

por la que caminar desnudo sin ser leña?».

La disgregación es un hecho evidente en poemas como Cauce de lo que está ocurriendo o Consagración en el que aparecen versos que definen lo eterno de forma mágica:

«La eternidad es partir en dos toda la sangre».

Una confesión de madre cierra esta etapa, un remanso de amor antes de mirar.

Y casi sin aliento, cuando crees que el final se acerca vuelvo a acordarme de la voz de la pensadora malagueña que decía que todo lo que se mira pide ser mirado.

Mónica se encuentra con la imagen de lo acontecido y nos regala una parte titulada Espejos. Es para mí de una belleza sublime que la palabra cristalice. Nos encontramos con poemas encabezados por fragmentos de Heidegger o San Juan de la Cruz tan influyentes en el concepto razón poética.

Con reflejos, rayos de luz (de memoria y de aurora) con la imagen refractada en modo de éxodo inverso, describe y mira quien se ha llenado de barro hasta las entrañas, porque sabe que el tesoro de la poesía se halla en el subsuelo de la literatura y hay que armarse de razón poética para sacar a la luz el lado invisible de la realidad.

El último presente tiene forma epistolar, es la llave que cierra (o abre) esta búsqueda, una misiva a María.

Querida Mónica:

He cerrado tu libro sintiendo el peso de tus palabras por los ojos.

Creo que la luz de nuestra admirada pensadora se ha hecho realidad en tu conciencia y que estaría orgullosa de tu viaje.

#encarnibuendíapoeta

                                                       

Autora de la reseña 
                                                             Encarni Buendía 
                                                       Poeta 




*** Enlace de compra:



Mónica Manrique de Lara (Granada, 1974) es licenciada en Traducción e Interpretación, y en la actualidad compagina su labor como profesora de lenguas en la escuela secundaria con el desarrollo de una vocación poética que, aunque nació a una edad muy temprana, ha tomado fuerza a través de los años. Ha colaborado con su poesía en diversas acciones artísticas (exposiciones de pintura, “performances”, recitales, etc.), y en los últimos años, ha compartido su labor poética en redes sociales, blogs de literatura y revistas físicas y digitales, tales como  “142, Revista Cultural”(España), “Revista Altazor”, de la Fundación Vicente Huidobro (Chile), Small Blue Library (México), Santa Rabia Poetry ( Perú), Revista “La Piraña”, (México), en la que su poesía aparece traducida al francés por Miguel Ángel Real, entre otras. En el año 2019 sale a la luz El cuerpo de las flores (Ediciones Escondidas), volumen de poemas y relatos en el que participa junto a otras cinco escritoras. Ese mismo año colabora con una recopilación de poemas en la revista transdisciplinar Exégesis, publicación de la Universidad de Puerto Rico en Humacao. En el año 2020 se publica Devoción de las olas (Editorial Isla Negra y Crátera editores), su primer libro. Actualmen] te, sigue colaborando con su poesía en diversos proyectos multidisciplinares, tales como el documental Hierro Yermo, para el museo Memorial de Vitoria por las víctimas del terrorismo, o el dossier de las revistas Exégesis y Cuadrivium, de la Universidad de Puerto Rico, dedicado a María Zambrano y recientemente publicado. La leña es su segundo libro de poesía.