Editado por: Foca ediciones y distribuciones generales, s.l. (IBSN: 9788495440792) |
La Gioconda llora de madrugada, es una novela colmada de emociones. Una
narración clara y directa que comienza paseándonos por los años cincuenta,
donde aún, se recuerda la guerra como el mayor de los desastres nacionales y la
más grande de las pérdidas. Unos años en que los españoles vencidos debían
vivir en la clandestinidad y, a pesar de la distancia en el tiempo, todavía
seguían deseando sacar a sus hijos de la miserable vida de los barrios madrileños
en ruinas.
Sin embargo, la auténtica
historia de esta novela es la que vive y narra en primera persona su
protagonista: Soledad. Una joven española a quien su padre envía a París con el
deseo de que pueda formarse así misma lejos de la barbarie.
En París, Soledad encontrará su primer
refugio en la biblioteca particular de su tutor, el profesor Dupont y
frecuentará semanalmente el Louvre, donde estudiará a los mejores pintores
universales. Empujada por Dupont, asistirá como oyente a un curso de Historia
del Arte en la Sorbona y al taller de arte particular de otro gran profesor:
Julien Dresner, con quien aprenderá las técnicas necesarias para hacer de su
pintura un sueño a realizar.
“Yo era una española más sin España, con el hambre y el sol a la
espalda, una huérfana sola y sedienta de cariño, refugiada en un frío y nublado
país. Y Christian me lo dio todo: ternura, una pasión devoradora, su nombre y
una nueva identidad.”
Soledad conocerá la pasión, el
amor, la felicidad, el horror y la decadencia, en el hijastro de Dresner: el
joven músico Chrstian Diakonova.
La vida de la joven madrileña, no
será fácil. Pese a llegar a tocar el cielo con sus dedos, también descenderá a
lo más oscuro del infierno, y el lector será su compañero inseparable, transitará
de su mano por todos los caminos que Soledad habrá de recorrer.
La novela nos envuelve desde la
primera página y nos lleva anhelantes hacia la última, donde nos dejará sin
aliento.
Si la poesía de Elvira Daudet, me
hizo amarla y nombrarla como “mi dama”, su narrativa me descubre a una mujer
única, comprometida con su sociedad, llena de matices entre gozos y sombras.
Una mujer a la que sólo se puede amar como persona y admirar como escritora en
cualquiera de sus vertientes.
Daudet, es auténtica Literatura.