Cuando abrí esta leyenda, que cae directa a mis manos como un tesoro, me recordaba la savia verde de un tallo, de una planta que va regando las venas, hasta esbozar el fruto. Como un vino suave y dulzón, que va cubriendo el paladar, y se espera, se relame, se gusta así mismo. En esta vereda se une el mar de nuestros olivos, de nuestros campos, de nuestras huertas.
¿Acaso no es poeta quién canta en su silencio por espacios que la mente no entiende, cuando el vacío es una eternidad?
No hay vacíos que encarnen el alma, como el alma encarna, esta leyenda, que nació en un hombre, cuando aún no era leyenda, aún era sueño.
Soy un hombre verde
que sueño en verde
con tu verde calma,
calma verde
mis horizontes verdes,
calma dibujando
verdes montañas.
Así es Miguel Ángel, el poeta, el fotógrafo, el amigo, EL ser humano. Nadando en su Jaén, en sus rincones, contempla la vida, las sensaciones. Recoge el testigo con la suavidad de una sonrisa.
La transparencia del agua, el brillo de los charcos en otoño, el frío maravilloso escarchado de noviembre.
Lenguaje dulce de verbos
ubicados sobre la tierra.
Dormidos bajo el suelo,
Rodantes hasta el mar.
La primera vez que vi que compartía en las redes este nombre, me sonó a misterio, a un lenguaje encriptado, a un sonido inquietantemente suave. Y eso me desconcertó.
La poesía que causa este desconcierto, tiene algo que decir, algo que escapa de la propia palabra y se convierte en un vehículo de comunicación tremenda, que ayuda a despertar la sensibilidad. Porque él es un hombre sensible forjado en su propia contemplación de lo que le rodea, convirtiendo la palabra en un labio ardiente, poseedor de un testamento vital que es cuidar al máximo de la palabra. Cuidar con mimo todo aquello que se convierte en un verbo.
En esta leyenda, hay mucho de contemplativo, sé que la mística te gusta, y que como a mi entendemos la poesía como algo que encierra algo más de lo que enseña. Así este libro contempla esa mística, hacia la palabra.
En un artículo que leí hace días sobre la escritora colombiana Pilar Bonnett compartía esta misma opinión:
“La poesía es una forma de transcendencia, no para perpetuar, sino para ir más allá de la realidad cotidiana”.
El poeta norteamericano T.S. Eliot, autor de “Cuatro cuartetos”, quién con sus libros “Criticar al crítico” o “El arte de la poesía y el arte de la crítica”; cuestionó su experiencia poética, permitiéndose desarrollar sus conceptos hacia otras zonas de autonomía intelectual. El arte, para Umberto Eco, produce complementos del mundo, formas autônomas que se añaden a las existentes exhibiendo leyes, propias y vida personal.
Borges decía: Cuando yo escribo algo, tengo la sensación de que ese algo preexiste. Parto de un concepto general; sé más o menos el principio y el fin, y luego voy descubriendo las partes intermedias; pero no tengo la sensación de inventaras, no tengo la sensación de que dependan de mi arbitrio; las cosas son así. Son así, pero están escondidas y mi deber de poeta es encontrarlas.
Escribir poesía se ha convertido en los últimos años en un flash o una realidad muy simple en algunos momentos por “poetas”, (y matizamos) por el sentido restrictivo y simplista con que se usa la palara poeta o poesía en muchas ocasiones.
Se necesita una equilibrada conjunción entre claridad y lucidez para ofrecer variables o diferentes posibilidades.
El poema es una forma del silencio. Incluso hablando de ruido, de la violencia o lo sórdido; lo propicia y lo crea. La poesía es un modo contemplativo y es también (como la contemplación) una manera de acceder al interior de las cosas y de uno mismo cuando las observa: salir de sí entrando en sí, eso es la lectura del poema. Detenerse, decantarse, recibir: el poeta crea y propicia la pausa.
Su trabajo es mostrar lo que hay detrás de las cosas cuando la realidad se asienta. Su oficio es aprender a desaparecer, transparentarse: aclarar su caja de resonancia para que en ella vibre el misterio, la metáfora.
Acercarse al poema no deja más remedio que empezar a explorar la voz interna, las galerías íntimas. La voz se vuelve un puente entre la carne y la luz. Por eso es necesaria, frente a la realidad, la lentitud del poema: hace falta vertebrar el silencio, articular la calma.
Nacida del ahora, este momento y sus preocupaciones, la poesía vence al tiempo. No es presente, pasada ni futura: es permanencia. Todo poema ya existía y necesita ser inventado. Todo poeta y todo lector buscan la revelación (verbal): otra realidad. El haiku es ejemplo vivo de esta necesidad que rompe el estado temporal y todo es un presente constante y articulado en el interior unido al exterior.
Y este planteamiento se refleja en la Leyenda de Lexy de Miguel Ángel Cañada.
Filosófi-K
¿Qué somos?
Lexy será siempre lo que
él quiera ser.
A veces, una sonrisa batiendo alas
en un colegio en cualquier
lugar perdido de una geografía
amorfa e intranscendente.
Otras, una lágrima vertida
en una cara tomando
un cauce irregular y asustado,
sin saber a quién puede alcanzar
esa triste y abatida figura.
O más adelante en tu poema El elegido
Ser hombre o flor, espina o luz.
Ser el requiebro de un poeta,
o la pisada del laberinto atroz
del cosmos.
Hay un poema en el libro que encierra en sí tu forma de concebir la poesía, ese todo o nada por ella. Es el eslabón y la respuesta moral al significado de la poesía.
PERFECCIÓN.
La Perfección
La perfección estará salpicada
de cienos promiscuos y sodomizaré
uno a uno todos sus versos; arrancaré pétalos
de rosas para arrojarlos en los lodos de la desidia
y será la hecatombe moral de mi universo.
Duele, muerden, aniquilan venas vitales de la palabra.
He de matar al poeta,
he de aniquilar esta farsa.
Este poema, creo que es el principio de todo. La consumación de un proyecto, personal y poético:
“La poesía es una ética. Por ética me refiero a un código secreto de comportamiento, una disciplina construida y dirigida de acuerdo con las capacidades de un hombre que rechaza las falsificaciones del imperativo categórico. Esta moralidad personal puede parecer ser una inmoralidad a los ojos de aquellos que se mienten a sí mismos, o que viven una vida de confusión, de tal manera que, para ellos, una mentira se convierte en la verdad, y nuestra verdad se convierte en una mentira”. –
Jean Cocteau
La poesía es la unión del alma y el cuerpo, la voz interior transfigurada en un papel. Debería ser el vehículo de unión entre todos los seres.
El proceso creativo no es simplemente ponerse delante de un papel para captar aquello que sentimos. Supone la contemplación radical de todo lo que vivimos y de todo lo que nos cuestionamos.
Miguel Ángel es un poeta. Es un ser que vive por y para la poesía, hace de la poesía un dilema, un interrogante. Hace de la poesía su hermana. Un compromiso de vida, y de amor. También un compromiso social, un compromiso con la naturaleza, su gran pasión junto a la fotografía y la poesía.
La leyenda de Lexy, es la leyenda de un hombre forjado así mismo. Miguel Ángel o Lexy, son dos gotas de una misma agua, y ofrece al lector convertirse en sí mismo en su propia leyenda.
- Libro de Miguel Ángel Cañada Castellano
- Tarqus Editorial: http://tarqus.es/
- (01/10/2018)
- 78 páginas; 23×14 cm
- Este libro está en Español
- ISBN: 8494806076 ISBN-13: 9788494806070
- Encuadernación: Rústica con solapas
Biografía
Miguel Ángel Cañada nació en Jaén en 1.965. Muy joven formó parte a principios de los 80, del movimiento “Jóvenes poetas por la Paz”, participando en recitales por los institutos jiennenses. Durante unos años estuvo ligado al teatro que se hacía en Jaén a mediados y finales de los 80, colaborando en grupos como la Avutarda con Blas Moya, Juan del Arco y Lola Vico, entre otros. Más tarde creó la Asociación Cultural Imprevisible (hoy Creativo Imprevisible). Tras un paréntesis de ausencia en las letras, comenzó a escribir poemas y relatos en un blog perteneciente a una Web especializada en Ecoturismo del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas; “El Blog de Miguel” el cual obtuvo los primeros puestos nacionales en los varemos blogueros. Cerrada la Web, decidió abrir unos blogs propios; uno de poesía y relatos “Sauce Llorón” y otro de senderismo y vivencias en la naturaleza, con una marcada prosa poética, “El senderista loco.” Ha colaborado con poesía y relato en el Portal literario “El Recreo. Participó por algún tiempo con la el movimiento Slam de Jaén. En 2014, fue designado por “La plataforma por la protección de la Sierra Sur de Jaén”, como la voz poética del movimiento. Ha participado en diversas antologías digitales y en papel. Ha participado con su poesía en los dos libros editados por la Fundación Ana de Paz. En 2015 escribió e impartió la conferencia “Gloria Fuertes, poeta de guardia” en el Festival Internacional “Grito de Mujer” en Jaén, En 2016 escribe su segunda conferencia “Zenobia Camprubí, luz en a la sombra del Poeta”, ambas publicadas en la Revista Cultural Penélope, ha colaborado con artículos en la Revista Literaria Proverso. Durante varias temporadas fue colaborador con su poesía en el programa radiofónico Naturaleza Viva de UniRadio Jaén y tiene una sección “Disfrazado de Palabra” en la Revista del Diario Digital Linares28.Es colaborador de la Asociación Cultural Círculo Ánimas, Ecologistas en Acción, Iniciativas, andamios para las ideas. Es miembro fundador del Colectivo de Escritores y Poetas de Jaén “Oliversando”.
La leyenda de Lexy es su primer poemario.