La
poesía es una línea continua en el espacio y tiempo. Todo proceso creativo conlleva un acto primero de introspección, luego de
convicción y finalmente de expresión y
comunicación.
Parece
que la poesía sólo existe, cuando se
escribe cuando decide “ponerse” en un
papel. Y no es así.
La
creación en sí es una evidencia relativa, puesto que la poesía es una continuidad
-per se-cuando aún no hay soporte. Esa es la grandeza y la gran diferencia de
la novela o del relato, bajo mi humilde opinión. La grandeza del poema reside
en que está en los hechos, en los objetos, en los sentimientos y en cada una de
las cosas que vivimos las 24 h del día, y nosotros lo que intentamos es descubrirlas, abrirnos paso a través de
ellas como una contemplación nítida. Así por ejemplo lo entendía Borges (es una
idea que siempre me ha fascinado y la he utilizado en otras reseñas o artículos):
“Cuando yo escribo algo, tengo la sensación
de que ese algo preexiste. Parto de un concepto general; sé más o menos el
principio y el fin, y luego voy descubriendo las partes intermedias; pero no
tengo la sensación de inventarlas, no tengo la sensación de que dependan de mi
arbitrio; las cosas son así. Son así, pero están escondidas y mi deber de poeta
es encontrarlas.”
El
poeta se pone frente al mundo, ve, observa, contempla y escribe. Un ejercicio
de lucha, interna y fluida: continuamente hablamos con nuestro yo personal y lo proyectamos en el mundo y el mundo a su vez, incide
también en ese yo dándonos las claves para poder explotar toda nuestra
creatividad.
Erróneamente
pensamos que el poeta solo expresa sentimientos, y lo hace para sí mismo. En el
momento que la palabra es emitida, ya sea en papel o en la voz, ya no es
nuestra. Comienza a ser del receptor, del lector, de aquellos que escuchan y se
identifican con nuestros versos.
La
poesía es exigente; se adueña , exige sacrificio,
entrega;
se desborda cuando decidimos que será nuestra compañera
y que exigirá como nada ni nadie es capaz de hacerlo.
Kilómetro
Cero de la poeta Inmaculada Nogueras Montiel es afín a estos principios. Un recorrido ya
iniciado y que la publicación convierte en certeza: La poesía se ha convertido
en una evidencia, en una constatación crítica y rigurosa. Pero además es el camino que ha elegido
nuestra autora. Todo lo que ha sido y es
se ha manifestado en su forma de escribir.
Un primer bloque marcado por una frescura en sus
versos y con metáforas que dejan una
riqueza visual, estética y lingüística magnífica:
Allá dentro del pecho
los corazones, se alimentan de espumas
y de limón.
Ofrece la
imagen de la necesidad, de la premura por abarcar todo, con una terrible sed y una tremenda sequía poética, que va a
generar una simbiosis en su escritura.
La poesía es un hecho, pero está
aún por explotar; el hambre de encontrar respuesta va a inundar todo el
poemario:
CRISÁLIDA
Soy un lagarto perezoso al sol
de escamas estiradas
que crujen,
crujen de gusto
y de ambición
entre bostezos
para cambiarse en táctiles papilas,
en piel
hambrienta,
en ventosa que
busca condensar
ávidamente
todo el calor del
mundo
para fundirlo,
gozarlo,
acapararlo.
Salta el día exultante de sueños
que rebosan por
las cavidades
del qué haré,
qué puedo hacer
y cuando.
Me muerde la
premura
de abarcar
el todo a corto
plazo.
Inmaculada
siente un deseo inmenso de hacerse poema, (recordamos
a Gil de Biedma: "Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo quería
ser poema...”). De hacerse a sí misma en la palabra. Pues la palabra
significa para ella el estrato más elemental que es capaz de fundir todo en una
única verdad y realidad.
En su
segundo bloque DE ADMIRACIONES inicia con
esta cita: Formas y contenidos que deslumbran.
A su sombra,
crecen inquietudes
y se alejan inseguridades
Es una
segunda etapa en la que ha dejado a un lado la necesidad de búsqueda, el verso
ya no es una similitud con la realidad,
con sus sentimientos, ya no busca señales que evidencien su yo poético puesto
que ya existen de por sí y lo ha descubierto...
Este momento ella, homenajea a
aquellos que han permitido remover sus raíces
narradas en el anterior bloque y hace un recorrido poético visual a la
figura de Juan Ramón Jiménez, Machado , Lorca o Miguel Hernández. También a Zenobia porque canta a la mujer poeta, no a la poetisa, si no al
poeta, al alma indefinida de quien fue y
es musa: el alma es indivisible y carente de sexo, puesto que el sexo en la poesía
es la indecencia de lo profano o de lo humano, relativizando y desdeñando por el
hecho de ser mujer.
En esta
parte es hermoso el poema que alude directamente a Juan Ramón como el causante
de su devoción y despertar poético:
LAS PRIMERAS
LETRAS
Hoy que los años me prestan perspectiva,
hoy, cuando siento
el bagaje del pasado,
en este ocaso pleno del sueño de las olas
que mecen con su ritmo y ahondan en la arena.
Hoy que me vienen fulgores a las mientes
del latir ofuscado en las tardes de infancia,
retazos plenos de mágicos delirios,
de sangre incontrolable y mente bulliciosa.
Hoy, cuando evoco que fuiste detonante
de un pecho que ignoraba como hilar sus
quimeras,
y la verdad que vibra en el sincero verso
que a corazón abierto destilará la pluma.
Me saliste al paso, y se abrió la mirada;
y tu nombre, Platero, me sonó a campanilla.
Al leer que tus ojos refulgían en astros
y el símil referente al pigmento del iris,
me ganó el desconcierto jugando al escondite,
creía que «azabache» era nombre de hada.
Desde el primer momento te adueñaste de algo
que estallaría puertas a la inquietud
yacente.
Se removió el sentir, traspasó las pasiones,
y me bañé en tu esencia, temblando
confundida,
como en grueso celaje que refrescó mis
sombras.
Hoy sé que la inocencia del corazón humano
se viste de Plateros entre fulgor de nácar,
que todos encerramos un ser tierno y sensible
de algodón esponjoso, de nostalgias y azúcar;
y que en aquella niña, que era un folio a
estrenar,
plasmaste con tu firma un deje somnoliento,
cuyas connotaciones quedaron para siempre.
VERSOS DE PLENITUD
, su tercer
bloque de este kilómetro Cero.
Citemos: “la palabra se encarna en la imagen y la
razón fertiliza en el símbolo para
elevarse a los lugares donde ser, plenamente, sea posible”. Chantal
Maillard
Podemos
poner este fragmento que me ha gustado mucho y me ha sugerido la anterior cita:
Se rompe la razón
en pos del sentimiento,
el sentimiento
añora a la razón esquiva,
el mágico alivio
del blanco que
lame los collados,
que cubre, que
abraza, que preserva.
El amor se come
las uñas,
Se lavan manos sin
limpiarse.
Me rodea una jaula
cuyos barrotes duelen
por su elasticidad
inarmónica
Las cuerdas
vocales se arquean
en el acto
imposible de intentar trasladarte
a mi propia
cordura.
Realmente, llegado a esta parte del libro,
Inmaculada explota todo su sentir poético,
no hay ensayos, ni partidas, hay una nitidez poética clara y sus versos
fluyen con mayor decisión.
Nosotros transitamos,
o, ¿somos transitados por conceptos
vacíos?...
Es la cuestión, ¿existe
aun siendo solo humo que roce nuestros
dedos?...
¿Es dueño del futuro
y ladrón del ahora
o, en resumen, no es?...
Somos nosotros mismos los perros de la
muerte.
¿Qué me importa si es será o ha sido?...
Me pido conservar sobre mí tu mirada.
El
amor/el desamor/ la injusticia son tres términos que seducen a la protagonista
en este libro, que acucia en ella de forma inherente pero que sirve enlace,
principio y fin de todo. El amor o el
desamor es un revulsivo, a veces en ese caminar en el que tropieza y desazona al poeta:
Solo ha sido un impulso,
un acto de valor ante este timbre
que promete el retorno en ave fénix
y que me ha dado pie
a creer un momento.
............
Sangro versos por
heridas que no residen en mi piel
...................
Ven,
vayamos al rescate
de nosotros mismos...
..............
No acaba la pasión en este mundo,
un amor como el nuestro se sitúa
en ese otro lugar y continúa.
Hemos
visto ya 3 aristas de nuestra autora. Llegamos
al final: EL HOY. Apenas quedan kilómetros, hemos surcado la línea temporal
desde su nacimiento, hasta la consagración
de un estilo propio y marcado por la influencia de grandes escritores.
Todo autor tiene un principio y un recorrido marcado, pero también tiene un
presente. Y ese presente no es un término. No es una meta. Kilómetro Cero no
termina aquí. Su mirada con el peso de la madurez, intenta seguir
aprendiendo, seguir buscando nuevas fórmulas. La poesía nunca se extingue y
sigue necesitando reconstruirse. Dice
nuestra autora en su poema Acaso:
Acaso mañana o después será otra vida,
acaso en este mismo instante ya lo sea.
Atención
a sus poemas “Acaso”,” Hoy” o “Supongamos.”
Son algunos de los poemas que me han gustado por su nitidez, ritmo y madurez. Me llevan a un pozo de conocimiento y de
virtud.
Muy
pocos poetas ofrecen respuestas y preguntas en un mismo poema. Y eso es posible por el carácter
existencialista que se desprende de ellos.
Imagino
a una mujer esperando nueva simiente. No
hay final en este Kilómetro Cero, hay una dulce espera. Un segundo para volver a poner el motor a
cero, y cargarlo con nuevas revoluciones.
Hoy quiero
transformarme en amazona
y bordar las
praderas de carmín,
columpiar esa vena
socarrona,
mientras suena el
lamento de un violín.
Hoy quiero asir el
viento por las bridas
y cambiar los
menguantes por crecidas.
Kilometro cero.
Editorial:
ALGORFA
Año de edición:
2019
Materia
Poesia
ISBN:
978-84-120335-2-6
Páginas:
140
Colección:
FONDO
web editorial: https://www.edicionesalgorfa.es/tienda-1/
Inmaculada Nogueras Montiel nació en Granada (España) donde estudió Geografía e Historia en la Universidad de Granada.
Opositó en el único concurso que, en su día, convocó la Red de Ferrocarriles Españoles al que se presentaron noventa mil personas, sacando plaza entre los diez primeros y formó parte de la primera
promoción de mujeres en la plantilla de dicha empresa.
Hizo un curso de relato en la Escuela de Creatividad y desarrollo.
Ha publicado diversas antologías como Mujeres y sus plumas, (Antología poética declarada de interés cultural) y participado en diversos encuentros poéticos. Colabora con varias revistas literarias y colaboró con Radio Epikadial.
Es embajadora de la palabra para España por la fundación César Egido Serrano de Madrid, miembro de la Asociación Literaria y Artística Aliar y componente del taller literario de Jorge Milone, así como socia del Centro Artístico Literario y Científico de Granada.
Es prologuista de varios libros y ha publicado diversos relatos entre los que se halla el XX Certamen literario "Experiencia y vida" del Gobierno de Extremadura.
Participó en la Antología Poética “Aires de Andalucía” presentándola en Granada y superó el Mooc sobre Federico García Lorca impartido por el departamento de literatura de la UGR.
Ha realizó una entrevista poética para Radio Juventud de Conil y participado en el Festival “Grito de Mujer” en Cádiz.
Formó parte de la comisión organizadora de la Feria Hispanoárabe de Granada.
Organizadora del Homenaje a Pablo García Baena en Granada y otros muchos eventos.
“Siempre he creído que la poesía es la belleza que nace con nosotros, las inquietudes que pugnan por salir de nuestro interior, el deseo soterrado de dar forma a un mundo mejor y el ansia de dejar nuestra huella.”