Año de edición: 2022
Materia Poesía
ISBN: 978-84-125940-4-1
Páginas: 74
Encuadernación: Rústica
Un libro que emociona desde su primer capítulo: "Un poco de locura en primavera", donde encontramos un único poema llamado "Por las galerías", del que resalto algunos de sus versos:
Componen este poema, unos versos que ocupan las primeras doce páginas del libro. Presentado sin norma entre los signos de puntuación y la gramática, cuyos versos comienzan siempre en minúscula, como si a pesar de los puntos y apartes, el poema fuera un diálogo interior como una invención de la locura o un sueño donde se suceden las imágenes unas tras otra casi sin hilo que las hilvane y que, consigue estremecernos en ocasiones y, sobre todo, nos hace reflexionar en muchos de sus versos, versículos y aforismos.
El segundo apartado, llamado "Voy a volver a mí", se compone de 13 poemas y comienza con estos versos:
"Si sumas tres
y restas tres
sobre el papel da cero.
En la vida
te quedas desahuciada."
Son muchos los versos de estos trece poemas que nos llaman la atención y nos desgarran en ocasiones. Particularmente, destaco del poema "Despertares":
(...)
"Alargo el día tanto como me es posible para intentar colgar tu sombra en un castaño".
(...)
"Y, ¿cuánto mide un hombre? Lo que mide su sombra al mediodía"
(...)
"Suben por las laderas las armas con sus hombres,
los hombres con su hambre
el hambre con su horca
la horca con su oficio de hacer quebrar la rama."
Del poema "Renacer"
(...)
"Así ha de ser mi renacer, un continuo derroche de líquido embrionario, una carga doliente en la rama del roble, MI renacer será esdrújulo, como la cúrcuma enraizada en el nombre de la tierra"
Del poema "El valle de los reyes"
(...)
"no voy a darte adioses te dejo mi sonrisa
recuérdala en tus ojos cuando se nuble el cielo."
Como dije antes, la creatividad de su autora, consigue grandes versos en este segundo capítulo y solo muestro aquellos que más me sacudieron, sabiendo que a cada lector, le desgarrarán otros diferentes, pues es un poemario que de principio a fin va cosiendo emociones encadenadas.
Del poema "La muerte cierta", y para finalizar con este apartado del libro, destaco:
(...)
"no mueras por tu idea muérete de agonía
por saber que la luz se apagó antes de tiempo."
La tercera parte del poemario, la componen también trece poemas dedicados a "Mayo y Darío", y así se llama este capítulo cargado de ternura.
Trece poemas como un legado de trece rosas para sus nietos. Trece poemas que nos acercarán a la infancia para emocionarnos con la candidez de los niños y el amor sin medida de la abuela.
Una herencia para los pequeños de la familia, con la que siempre recordarán que su abuela fue poeta y les hacía tocar el cielo con cada verso.
Comienza el capítulo con esta nana:
"Arrorró, arrorró,
mis niños duermen
arrorró, arrorró
que mis niños tienen
arrorró arrorró
dos sueños hermosos
arrorró, arrorró,
jugando con osos."
Y la abuela les cuenta en el poema dedicado a Mayo y Darío:
"FUI PRECOZ en el llanto y en la risa, en andar y contar historias cortas. También fui precoz en la ausencia y en la fatal espera de un abrazo que nunca se produjo. Fui precoz como quien quiere huir a toda prisa del tiempo que el tic tac marca a segundos."
(...)
"No tolero el exilio de los abrazos viejos y me refugio siempre en tu sonrisa clara."
(...)
"BUSCAD NIÑOS la luna
en su embeleso
que dibujas faisanes
los ojos negros.
Cerrad los ojos
que la luna se enciende
si están redondos."
En otros de los poemas, dedicados a Mayo, le dice la poeta al niño:
(...)
"Yo me quedé quieta conforme con todo lo vivido pero naciste tú y se movió la rueca que hilaba la memoria la costumbre la sorpresa y volvió la lluvia sin cenizas"
(...)
"Si tú te mueves elevas la estatura y consigues girar la noria de los antepasados para dejar en tablas la partida."
(...)
"Tú, saltando en tu unicornio blanco; yo volando en mi amapola azul."
Y en los poemas dedicados a Darío, le canta la abuela al nieto:
"Darío, color de azucena
cuando encuentra tus brazos extendidos,
cuando sube tu espalda y la conquista,
cuando envía un cohete contra el techo."
(...)
"CRECEMOS Y buscamos el agua de los mares entre el pulmón henchido y la boca de pez, entre los ojos ciegos y la virtud de sal del océano"
(...)
"LO MALO de las burbujas
es que se rompen
y te quedas desnudo
a merced de cualquiera
que te quite la risa
que te quite palabras
que te quite una idea."
Y finaliza la poeta el tercer capítulo, dedicada a los nietos, con un rotundo poema titulado "Testamento":
"REGALO pitillera con un baño de plata (...)una mesilla baja, un sillón de orejas, dos ventanas cerradas. (...) una canción de cuna, dos versos y una estampa (...) Dos dedos amarillos, una sonrisa rancia...(...)
Y así, con el amor de la abuela y su legado, con las emociones a punta de canción y verso, llegamos la última parte del libro, titulada "Epílogo" y donde encontramos un solo poema dedicado a la amiga ya ausente para siempre, pero siempre en la memoria.
El poema lleva por título "Sabor de moras en agosto" y de él destaco:
"Voy recogiendo piedras para labrar tu voz y tu armonía a golpes de cincel. A paso torpe camino por tus libros y reencuentro la música de siempre, la misma invocación, sabor de moras en agosto. Ya no han de volver los abrazos y los besos, el cigarrillo a medias ni los vinos del brindis de las diez." (...)
Recomiendo encarecidamente este poemario. Lo hago porque sé que te llegará a lo más profundo de tu memoria y lo más superficial de tu mente. En ninguna de las partes que componen tu cuerpo, tu energía, tus entrañas, dejarán de estremecerte estos versos.
Manuela Temporelli Montiel (Madrid, 1956), Ha publicado los poemarios Lluvia en Junio (Edic. El Cazerón, 1997); Un ala rota (Poeta de Cabra, 2008); Cuaderno de Budapest /Bartley, 2014); y el disco-libro De cal y arena. Homenaje a Camarón de la Isla (2010). Ha sido incluída en numerosas antologías poéticas y Dirigió la Fundación Sindical Ateneo 1º de Mayo, y coordinó la Tertulia Poética "índigojuan"