Decía María Zambrano que la razón necesita de la poesía para poner en marcha su lenguaje.
Estos poemas son sinapsis; juegos de palabras,
tatuajes de infinitos…
Desvelar la estructura de estos versos sería
como enseñar un refugio en el que me apetece que os cobijéis (un lugar lleno de
luces y sombras), como la vida misma y la ciencia en particular.
Y es que Francisco J. Esteban (profesor
titular de Biología Celular de la universidad de Jaén) sabe que detrás de cada
paso del método científico se esconde algo poético, conoce la irracionalidad
que puede penetrar hasta el vacío y lo difícil que puede resultar medir en la
misma gráfica la especificidad y la sensibilidad.
Aún así, tal y como dice Joan Margarit, permanece
fiel al poema y al muro (un asilo de adobe y roca).
Si te asomas a este libro de neuropoemas, colaborarás además con una buena causa, pues
su importe íntegro va destinado a la Asociación Síndrome STXBP1, una comunidad
de padres y niños en torno a una enfermedad neurológica rara, en la que (como
todo lo queda fuera de lo cotidiano o común) no se invierte lo suficiente para
investigar.
Mejorar el mundo a través del lenguaje es
posible, este libro es prueba de ello.
Además sé
que si estás leyendo esto, es porque más
de una vez has llorado a versos, o has cerrado los ojos mientras
abandonabas el índice entre dos páginas
de un libro en el que hundir un sueño.
Os dejo un enlace con un vídeo en el que se
explica la enfermedad y podréis acceder a su compra.