
Título : Escucha mi voz
Autora : Susanna Tamaro
Dijeron que segundas partes nunca fueron buenas, y personalmente, aunque siempre acudo a este lugar cuando algún libro me ha gustado en extremo, hoy diré, sin ninguna carga emocional, ni sentido de remordimiento, que si alguien quiere leer alguno de los libros de Susanna Tamaro, lea primero y preferentemente: “Donde el corazón te lleve”, que aunque no lo he reseñado en este espacio, sí lo leí, mucho antes que “Para siempre” también de la misma autora.
“Escucha mi voz” es
la continuación del personaje de Marta, que regresa a su casa de
Triestre, lugar en el que creció bajo los cuidados de su abuela,
Olga, y a través de las fotografías y los recuerdos que se
encierran en el desván, consigue conocer a su padre, aún vivo,
hasta este momento un fantasma desconocido que habitaba en su
corazón, y también algo más de la persona más importante de su
vida, una completa desconocida a la que llamaba “madre”.
El libro es una búsqueda
interior de la protagonista para consolidar un conjunto de afectos
hacia aquellos que por naturaleza debemos de querer: un padre y una
madre. Personalmente me gusta la intensidad expresiva de la autora, y
en especial esos soliloquios interrogativos de Marta cuando se
pregunta: ¿qué raíces me procurastes? ...¿y por qué no
supiste amar a mi madre? ¿por qué razón la dejaste ir a la deriva
como una barca sin timón?....¿o es siempre la corriente de la
historia la que arrastra las vidas, la que las arrolla?
El momento cumbre de la novela se produce con el encuentro de su padre.
La
novela ahonda en los conflictos familiares y generacionales,
prolongando la búsqueda de la verdadera esencia de un personaje que
en el libro anterior, Susanna, nos presentó: inacabado. Y es cierto
que su lectura me ha resultado muy sencilla y agradable, pero si
comparo la emoción que sentí al descubrir “Donde el corazón te
lleve”, sólo diré que si tuviera que elegir entre los dos, me
quedaría con el primero, y añadiré que pueden leerse
independientemente sin necesidad de considerar a este que hoy
presento como de obligada lectura tras el anterior.